semana santa 2023

Domingo de Ramos en Zaragoza: ni el cierzo se pierde la procesión de las Palmas

La Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén procesiona por el centro de la capital aragonesa, con especial protagonismo de sus bombos.

Procesión de las Palmas de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén
Procesión de las Palmas de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén
Oliver Duch

Tras un pregón empañado por la lluvia, Zaragoza aguardaba con ansia la salida de la procesión de las Palmas. Ni un alfiler cabía en la plaza del Justicia a mediodía. Azul y blanco de los hábitos de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, amarillo de los largos palmones, verde de los ramos de olivo… Una cromática mañana que no se ha perdido ni el cierzo, que sopla persistente en la capital aragonesa, como se aprecia en las palmas, en las túnicas y en las mantillas.

El corazón de la ciudad late al ritmo de las carracas de los niños de esta cofradía. También de los tambores, que en sus galas lucían los tradicionales ramos de olivo. Los redobles se han extendido, después de salir de San Cayetano, por la calle de Manifestación, han enfilado Alfonso I y en torno a las 13.00 la plaza de España ha concentrado a un numeroso público.

Cofradía de la entrada de Jesús en Jerusalén

Su itinerario ha continuado por Don Jaime I, San Jorge y San Vicente de Paúl. Precisamente esta calle guarda un emotivo matiz para algunos de sus cofrades, ya que allí se encontraba el colegio de los hermanos Maristas –la actual sede del Gobierno de Aragón-, de hecho en tiempos pasado partió desde este enclave del Casco Histórico.

Otro de los momentos más emblemáticos de esta procesión se espera que sea en la plaza de la Seo. Allí se ha invitado a bombos de todas las hermandades y cofradías de la Semana Santa de Zaragoza a dar bombazos al unísono y así celebrar el 50 aniversario de la llegada de los bombos a su sección de instrumentos. Se estima que el cierre sea en torno a las 15.30 en el mismo lugar de partida, la concurrida Santa Isabel de Portugal.

Más allá de los sonidos, como todos los años, el paso ha acaparado mucha admiración. Se trata de uno de los más emblemáticos de la Pasión zaragozana, obra de los hermanos José y Joaquín Albareda, con Jesús a lomos de un pollino con su mano levantada mientras es recibido. Uno de los datos más curiosos de este paso es que para tallar la borrica se tomó como modelo una burra del arquitecto Teodoro Ríos, la que realizaba las labores agrícolas en su torre de la actual Glorieta de Sasera.

Por la tarde continúan las procesiones, tanto en el centro de la capital aragonesa como en sus barrios.

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