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Zaragoza transformará su basura en energía para ser una ciudad cero residuos en 2030
La capital se suma a un proyecto que implicaría una inversión de 280 millones de euros y que sería “autosostenible”.
Zaragoza transformará su basura en energía para ser una ciudad “cero residuos” en 2030. El proyecto, que implicará la construcción de una nueva planta dentro de la parcela que actualmente ocupa Urbaser en el Complejo para el Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), supondría una inversión de 280 millones de euros que se acometería con capital privado y sería “autosostenible”, pero ¿cómo se haría?
La idea es transformar los residuos que van directamente al vertedero y no se pueden recuperar en metanol y, posteriormente, en hidrógeno para su venta a industrias químicas, donde se utilizan para su conversión en plástico y otros productos. La iniciativa, que evitaría el vertido y la incineración de las fracciones no reciclables se dividiría en varias fases, generándose en la primera entre 40 y 50 puestos de trabajos directos, sin contar los que serán necesarios para levantar la planta. Para la segunda, a partir de 2028, se necesitarían unos 70 empleados y para la tercera, en 2030, 20 más, según ha precisado este miércoles el vicepresidente de Omni, Jordi Gallego.
“Se trata de una innovación de carácter mundial”, ha destacado la concejala de Movilidad y Servicios Públicos, Natalia Chueca. Zaragoza se ha convertido en “la primera gran ciudad de España” en recuperar un 53% de sus residuos, pero en solo siete años podría ir un paso más allá y ser “la primera del mundo en tener residuos cero”. “Es factible y viable a medio plazo”, ha defendido la edil.
La primera fase permitirá transformar 75.000 toneladas de residuos en 33.000 de metanol, mientras que en la segunda “se replicará” esta actuación con una segunda línea. “En la tercera y última seremos capaces de transformar 150.000 toneladas. Sería como plantar 16 veces el Bosque de los Zaragozanos. Estamos en el camino de innovar y poner a Zaragoza en el epicentro de la sostenibilidad y la economía circular”, ha afirmado Chueca.
Gallego, por su parte, ha destacado la “ambición” de la ciudad para ser la primera con cero residuos. “Aquí se daba el ecosistema para desarrollar este gran proyecto”, ha incidido. Según ha dicho, la iniciativa es fruto de “años de ensayo y error” y tiene detrás 400 millones de euros de inversión.
Este “reciclaje químico” no requeriría de ninguna chimenea, ya que, gracias a la tecnología actual, se podrían “capturar” el dióxido de carbono. “El líquido que obtendremos como resultado será un metanol bajo en carbono y circular, muy apreciado en el mercado”, ha indicado. No en vano, este ‘producto’ podría tener como destinatario la industria auxiliar del automóvil u otros sectores “ya fuera del ámbito de Zaragoza”.
Solo durante la primera fase se podrían ahorrar un 76,3% de emisiones, el equivalente a plantar 290.000 árboles. Ya en 2028 se podrían estar eliminando unas 96.000 toneladas al año y en la siguiente fase “se doblarían las cifras”.
