Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Aquí no se tira nada: Zaragoza quiere reciclar el 100% de sus residuos urbanos

Objetivo: reutilizar y valorizar más de 140.000 T de residuos sólidos urbanos al año, que serán procesados y transformados en productos reciclados.

Contenedores de recogida selectiva de residuos en una calle de Zaragoza.
Contenedores de recogida selectiva de residuos en una calle de Zaragoza.
Francisco Jiménez

 Cada ciudadano de la Unión Europea produce en promedio 500 kg de residuos al año, pero lo que se recicla no llega a la mitad: el 45%. En 2021, se recogieron selectivamente en la ciudad de Zaragoza 290.873 toneladas de residuos domésticos y la tasa de reciclado se situó ligeramente por encima del 50%. Pero queremos más. A través del proyecto europeo Redol, la capital aragonesa camina para convertirse en referente de la circularidad, con el objetivo de reciclar el 100% de los residuos sólidos urbanos, transformándolos en nuevas gamas de productos sostenibles. En línea con la meta de llegar a ser una ciudad climáticamente neutra para 2030. La iniciativa está financiada por la Unión Europea con más de 17 millones de euros.

Pese a que Zaragoza "está muy bien posicionada" por su buena tasa de reciclado, se sigue escapando valor en la actual cadena de reciclado de residuos urbanos. "Terminan en vertedero muchos residuos que, con un procesado adecuado, podrían ser utilizados como materias primas para la fabricación de productos", asegura Jorge Arroyo, coordinador de Redol en la Fundación Circe, entidad que coordina este proyecto en el que, junto a socios de 12 países, participan también Aitiip Centro Tecnológico, Itainnova, la Universidad de Zaragoza y el Ayuntamiento.

Para lograrlo, se implementará un conjunto de soluciones innovadoras para optimizar las tecnologías de gestión de la recogida, selección y clasificación de esos residuos, así como de sus técnicas de procesamiento (reciclaje químico). Así, por ejemplo, sistemas robóticos sensorizados detectarán, entre la basura proveniente de contenedores, los distintos tipos de materiales plásticos, maderas, textiles o componentes electrónicos, y, una vez procesados, serán tratados para, después, desarrollar con ellos nuevos productos ecodiseñados: envases, piezas de automoción, nuevos elementos electrónicos, materiales ignífugos, megalitos de cemento reciclado o geotextiles para construcción. Redol rediseñará cinco cadenas de valor: envases y embalajes (‘packaging’), plásticos, textil, construcción y demolición y equipamiento eléctrico y electrónico.

Dentro de la cadena de reciclado existe mucho margen de mejora, "desde la separación correcta en su contenedor –lo que incluye educación de la sociedad y medios técnicos–, optimización de la logística, técnicas de separación en las plantas de reciclado, procesado de los residuos para obtener materiales valiosos para la industria y que la propia industria conozca que existe esa fuente de materia prima reciclada y la incluya en sus procesos de diseño de producto", explica Arroyo.

Desde Aitiip, se trabajará en la implementación de tecnologías sostenibles de reciclado como la solvólisis asistida por ultrasonidos con disolventes no contaminantes para obtener materias primas de materiales compuestos. "Contamos con equipos especializados, por un lado, en el desarrollo y puesta en marcha de innovadoras tecnologías de reciclaje, como la solvólisis verde para separar componentes plásticos de un producto –detalla Leyre Hernández, técnico I+D– y, por otro, en el diseño de nuevos productos basados en formulaciones de materiales avanzados de base biológica, reciclados, así como en soluciones intrínsecamente reciclables".

El departamento de Diseño y Desarrollo de Materiales en Itainnova se va a centrar en "la incorporación de las nuevas materias primas recicladas obtenidas a partir de residuos urbanos en otros productos circulares con la oportunidad de obtener propiedades nuevas o mejoradas", detalla Sandra Roche.

En el caso de Circe, el equipo de Industria Digital se ocupa del desarrollo de soluciones de inteligencia artificial y visión por computador para la separación y clasificación de residuos automática en varias cadenas de valor.

Un modelo exportable

Otro de los objetivos de este proyecto es que toda la información obtenida sirva como modelo para poder replicarlo en otras dos ciudades europeas. La simbiosis urbano-industrial desarrollada en Zaragoza se exportará a las ciudades de Amsterdam, Prato en Italia y Bornholm en Dinamarca. Transformar las ciudades en centros de circularidad implica superar barreras tecnológicas y no tecnológicas, regulatorias y sociales y Arroyo destaca que, al ser Redol un proyecto pionero en este ámbito, "la identificación de esas barreras es uno de los objetivos y algo que valora mucho la Comisión Europea en este tipo de proyectos: qué es lo que se ha aprendido".

El proyecto

  • REDOL: Aragon’s REgional Hub for circularity: Demonstration Of Local industrialurban symbiosis initiatives.
  • Financiación. 17 millones de euros del programa Horizonte Europa.
  • Socios: 36 socios de 12 países. Circe, Aitiip, Ayuntamiento de Zaragoza, Aitex, ICCS, Itene, Itainnova, Universidad de Zaragoza, Next Technology, Lulea University, VDZ, Amsterdam Institute for Advanced Metropolitan Solutions, Tatuine, Casalé, IRIS, Moses, Brilen, Suite5, Tecnopackaging, Strane, Geonardo, RINA Consulting, Acteco, AMB Electronica, Saica, Acciona, Cemex, Financiera Maderera, ICLEI, EEIP, , Prato City Hall, ALIA, Bornholm City Hall, HUSA.
  • Período de ejecución: diciembre de 2022 a noviembre de 2026.

Simbiosis urbano-industrial

Lo más novedoso del proyecto Redol es incluir en la ecuación a la industria que rodea Zaragoza y que puede obtener valor de lo que la ciudad tira. "La industria es una parte esencial del proyecto", indica Jorge Arroyo, coordinador del proyecto Redol. "Hay que orientarla hacia el diseño de productos circulares que incluyan estos materiales reciclados –señala–, pero a su vez hay que poner a su disposición esos materiales en calidad y cantidad necesarios para que no afecten a sus procesos productivos". El proyecto también incide en esa parte de puesta a disposición, mediante el desarrollo de nuevas tecnologías para la separación y procesado, "de manera que se introduzcan en mayor cantidad y de manera más eficiente estos materiales en la cadena de fabricación".

Desde Aitiip, Leyre Hernández, técnico I+D, añade que "la sostenibilidad es eje tractor de todos los actores sociales e industriales y todos somos eslabones indispensables en la economía circular. Desde Redol tratamos de implementar modelos de simbiosis industrial, reuniendo a las empresas en colaboraciones innovadoras, encontrando maneras de usar los residuos de uno como materia prima para otro. Ayudando a cerrar el círculo".

Desde Itainnova, Sandra Roche pone como ejemplo la utilización de residuos de la construcción, especialmente los residuos de madera, para producir tableros de madera para hacer de muebles. "Poder generar los tableros, en lugar de con fibras de madera virgen, utilizando fibras provenientes de la construcción (por ejemplo, de vigas o ventanas) o el aprovechar otros materiales de este tipo de residuos para conformar los tableros de fibras de madera conglomerada" son casos de ese tipo de simbiosis urbano-industrial que el proyecto Redol hará realidad.

En los materiales compuestos, resulta más complejo recuperar materias primas de alto valor y hacer esa reintroducción. "Si recuperamos, por ejemplo, fibra de carbono, por un lado, y, por otro, un material polimérico, se podría desarrollar un nuevo producto compuesto y fabricar piezas para automoción", expone Hernández. Estos ‘composites’ están presentes en las palas de los aerogeneradores, las estructuras de los aviones, construcciones civiles, el mobiliario urbano o material deportivo. Y Aragón cuenta "con uno de los parques más extenso de ‘molinos’ eólicos –destaca–, una infraestructura única para desmantelar aeronaves en el aeropuerto de Teruel, un sector turístico como la nieve y centros de referencia científico-técnica para el desmantelado, reciclado y valorización de materiales compuestos".

Gemelo digital

El proyecto Redol desarrollará un gemelo digital que incluya todas las interacciones urbano-industriales de Zaragoza. Por ejemplo, explica Jorge Arroyo, de Circe, "en el proyecto cubrimos la adquisición de los datos de los flujos de residuos y su trazabilidad mediante tecnologías como ‘blockchain’, desarrollo de modelos de estos flujos de residuos (estacionalidad) y aplicaciones de predicción de flujos y precios mediante inteligencia artificial o algoritmos para optimizar la logística". Para estos desarrollos es muy importante la cantidad y fiabilidad de los datos obtenidos, por lo que "un actor clave va a ser el Ayuntamiento de Zaragoza que, con la nueva contrata de recogida de residuos que se está implementando en la ciudad, va a ser una fuente de información gracias a los contenedores inteligentes o los sistemas de localización de rutas".

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