Absuelven a un electricista de Zaragoza de las gravísimas quemaduras que sufrió una mujer

La explosión de una caja eléctrica en una fachada provocó una grave descarga.

Imagen de archivo de una caja eléctrica.
Imagen de archivo de una caja eléctrica.
José Miguel Marco

El Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza acaba de absolver a un electricista para el pedían hasta tres años de prisión por la grave descarga que sufrió una mujer de 46 años al explotar la caja eléctrica instalada en la fachada de un local de la capital aragonesa.

El accidente se produjo el mediodía del 18 de mayo de 2018 en el número 9 de la calle de Santa Teresa, donde el acusado estaba ejecutando una serie de trabajos previos a la apertura de un bar. Como consecuencia de la descarga eléctrica, la víctima pasó más de un mes hospitalizada y se sometió a cinco operaciones, ya que presentaba quemaduras en varias partes del cuerpo. Las más importantes, de segundo y tercer grado, en brazos y manos.

Según explica la sentencia, los dueños del negocio de hostelería habían contratado a Martín G. C. para llevar a cabo las labores de certificación y revisión de la instalación eléctrica del local. Durante las mismas, el hombre se percató del mal estado de la caja general de protección, que se encontraba en la fachada exterior. Y como el acusado tiene unas limitaciones físicas que le impedían subirse a una escalera para sujetar dicha caja, decidió contactar con T. P. Z., una mujer que hace trabajos como ‘manitas’ a la que propuso hacerse cargo de la tarea.

La mujer declaró en el juicio que ella acudió al lugar acordado con sus propias herramientas –alicates, destornilladores, taladro...– y acompañada de un amigo que se encargó de sujetarle la escalera que le facilitaron los dueños del bar. Lo que no imaginaba, explicó, es que el acusado hubiera dejado conectada la tensión eléctrica del local.De tal forma que, cuando manipulaba la caja de la fachada, se produjo una explosión que hizo que acabara en el suelo temblando y prácticamente inconsciente.

La Fiscalía y la acusación particular acusaban al electricista que contactó con la mujer de un delito contra los derechos de los trabajadores en concurso con otro de lesiones por imprudencia grave. La primera solicitó una condena de un año de prisión y una indemnización de 102.000 euros, mientras que el abogado de la denunciante elevó la petición de cárcel a tres años y la compensación económica a 267.610 euros.

No existía "vínculo laboral alguno"

La defensa, a cargo del letrado Jesús Cabañero, propuso la absolución del encausado, al mantener que no existía ninguna relación laboral entre este y la víctima. Y por tanto, sostenía, no era responsabilidad de Martín G. C. preocuparse de las medidas de seguridad a adoptar por la ‘manitas’. Para acreditarlo, se apoyó en la sentencia que ya dictó el Juzgado de lo Social número 2 de Zaragoza el 13 de enero de 2020, y que decía que el hecho de que el encargo fuera hecho por el electricista no significaba que existiera «vínculo laboral alguno» entre ellos.

A la hora de depurar responsabilidades penales, la magistrada ha tenido muy en cuenta la resolución de su compañero de lo Social. De hecho, recuerda en su sentencia que fueron los dueños del bar quienes negociaron con la víctima la ejecución del encargo por entre 50 y 60 euros.

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