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Desvalijan 25 bares en un mes: la 'ruta de las tragaperras' lleva a tres jóvenes de Zaragoza a prisión
Una banda de veinteañeros armada con una maza y una pata de cabra ha recorrió cientos de kilómetros dando 'palos' por decenas de municipios. Lo que no sabían es que les habían puesto una baliza en el coche.
Una maza, una pata de cabra y un Peugeot 208. Con este sencillo instrumental, tres zaragozanos de 20 años se han recorrido durante mes y medio la provincia desvalijando decenas de bares y restaurantes de madrugada. Sus escapadas nocturnas les llevaron también a Huesca y Teruel. Y viendo que el ‘negocio’ les salía rentable, llegaron hasta municipios de comunidades vecinas como Castilla y León, La Rioja o Navarra.
Lo que no sabía esta terna de delincuentes, con la que colaboraban de forma puntual otros tres amigos de similar edad, es que la Guardia Civil les seguía el rastro desde hacía tiempo. De hecho, tras uno de sus primeros golpes en una joyería de Borja, el pasado 7 de febrero, los agentes lograron identificar el vehículo en el que se desplazaban y le colocaron un dispositivo de geolocalización o baliza que ha resultado decisivo a la hora de atribuirles hasta 27 robos con fuerza.
Una prolija investigación de la Guardia Civil de La Almunia, en la que ha colaborado también la comisaría de la Policía Nacional en Calatayud, ha permitido identificar a Madjid T. B. como líder de esta joven organización criminal, de la que también formaban parte José Ignacio S. A. y Valentín Andrei T. Tanto ellos como sus tres compinches -Daniel S. A., Fabián M. G. y David P. R.- fueron detenidos en la madrugada del pasado jueves en Zaragoza. Sin embargo, fue la jueza de Tarazona, encargada del caso, quien se encargó de tomarles declaración al día siguiente.
Los abogados Luis Ángel Marcén, Joaquín Tortajada y Mariano Montesinos solicitaron la puesta en libertad de los investigados, pero la instructora ordenó el envío a prisión del núcleo fuerte de la organización. Los tres colaboradores evitaron acabar en una celda del centro penitenciario de Zuera, pero seguirán encausados por esta oleada de robos.
El fino olfato de los investigadores
Según ha podido saber HERALDO, el fino olfato de los investigadores ha sido clave a la hora de echar el guante a unos jóvenes delincuentes que empezaron a desvalijar bares el 1 de enero y no pararon hasta el 10 de marzo. Y porque tuvieron que dejar el coche en el taller y la Guardia Civil y la Policía Nacional aprovecharon para arrestarlos. Durante ese tiempo, dieron ‘palos’ en Borja, Ateca, Alhama de Aragón, Ejea de los Caballeros, Tudela, Alcañiz, Calamocha, La Almunia de Doña Godina, Calatayud, Logroño, Fraga, Huesca, Molina de Aragón, Nájera y Belchite.
La cizalla o pata de cabra que los ladrones abandonaron tras el robo de la joyería Loyal de Borja guiaron a los agentes desde el primer momento, ya que lograron averiguar dónde las habían comprado y obtener las primeras imágenes de los sospechosos. A partir de ahí, con la colaboración de la Dirección General de Tráfico (DGT) y el dispositivo GPS instalado en el coche de la banda se pudo seguir el rastro de los delincuentes. También habrían resultado decisivas las escuchas telefónicas autorizadas por la juez, con las que la Guardia Civil supo que los cientos de monedas que la banda obtenía reventando las tragaperras de los establecimientos se cambiaban después en un centro comercial de la capital.
