Semana Santa

Los más pequeños triunfan en la exaltación infantil de Zaragoza: “Es su primera vez, se me cae la baba”

La 30ª edición de la exhibición ha reunido a más de 640 niños de 22 cofradías en el pabellón Príncipe Felipe.

Representantes de cada una de las 22 cofradías, al inicio de la exaltación infantil
Representantes de cada una de las 22 cofradías, al inicio de la exaltación infantil
José Miguel Marco

Los más pequeños han triunfado este sábado en la exaltación infantil, a la que estaban llamados nada menos que 640 niños de 22 cofradías. Un Príncipe Felipe a rebosar y ya sin ningún tipo de restricción -el año pasado se pudo tocar, pero con mascarilla-, se ha volcado con la cantera cofrade en la 30ª edición de la exhibición.

Para Ixeia, de cinco años, era la primera vez. "Para mí lo ha hecho perfecto, se me cae la baba", reconocía orgullosa su madre, Irene Moriano, desde la grada. A esta pequeña, la afición le viene de familia, ya que incluso su hermano, de solo dos, también toca. "Somos de La Eucaristía y la verdad es que les encanta, lo viven con mucha alegría y nervios", apuntaba Moriano.

Con globos y sin despegarse del móvil para grabar cada detalle, Raúl Cambra se acordaba de cuando él era pequeño y se encontraba en la misma situación que sus dos hijos. "Mi mujer y yo somos de distinta cofradía, así que cada uno está en una. Mario tiene 7 años y pertenece al Prendimiento y Daniela, de 11, está en la Columna. Para ellos, hoy es un día de alegría y hermanamiento”, ha explicado.

Desde el primer minuto no han faltado los gritos de ‘guapo’ y los saludos a viva voz desde las butacas. Patricia Alegre ha ido a ver a su hijo Daniel, de 13 años, que ha retomado la afición después de unos años sin tocar. “Le gusta muchísimo. Se le ha notado un poco nervioso, pero lo ha hecho de maravilla”, explicaba tras ver la actuación de La Humildad. Toda la familia vive la Semana Santa como “algo especial”. “Empezamos a prepararla después de Navidades. Te toca pasar frío y calor y te quita tiempo de otras actividades, pero lo que se hace a gusto, se hace a gusto”, agregaba.

La 30ª edición de la exhibición ha reunido a más de 640 niños de 22 cofradías en el pabellón Príncipe Felipe
La 30ª edición de la exhibición ha reunido a más de 640 niños de 22 cofradías en el pabellón Príncipe Felipe
José Miguel Marco

Las primeras marchas han dejado desde tiernos despistes de los más pequeños a anécdotas para el recuerdo. Cían, de 10 años, estaba tan entregado que ha terminado rompiendo el bombo. Era su primera vez en el Príncipe Felipe, aunque el año pasado ya desfiló en procesión. “Cuando entras sientes entre vergüenza y satisfacción. Estaba nervioso”, admitía este joven componente de la Eucaristía.

A pocos metros, Iker, de 12 años, contaba los minutos que le quedaban para salir. “Me gusta mucho. Ya he tocado otras veces, me hace sentir feliz. Ensayo por lo menos dos o tres veces por semana”, señalaba. También esperaba su turno, aunque sin parar quieta, la pequeña Candela, de “cuatro años y medio”, según precisaba ella misma. “Toco el tambor, me gusta mucho”, decía. Y es que en casa, según apuntaba su madre, María García, lo viven mucho. “Este año nos ha dicho que quería tocar, y aquí estamos”, comentaba con la pequeña, vestida con los colores de La Dolorosa, en brazos.

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