Zaragoza estrena una ruta turística para redescubrir la judería medieval
La iniciativa permitirá recorrer los lugares más emblemáticos y conocer curiosidades sobre la vida social y económica de la cultura judía.
Una nueva ruta turística permitirá redescubrir la judería medieval de Zaragoza a partir de este domingo. El recorrido discurrirá por la calle de Ossau, la plaza de Sinués, la calle de Verónica, Santo Dominguito de Val, el Coso y la plaza de San Carlos.
Las visitas, según ha explicado este martes la vicealcaldesa y concejala de Cultura, Sara Fernández, se harán una vez al mes de marzo a noviembre, siempre en domingo, tendrán un coste de 5,50 euros y saldrán a las 11.00 de la oficina de turismo de la plaza del Pilar, con una duración aproximada de dos horas. La primera será el día 19, estando previstas las siguientes para el 16 de abril, el 14 de mayo, el 4 de junio, el 2 de julio, el 10 de septiembre, el 22 de octubre y el 5 de noviembre.
Los grupos estarán limitados a unas 25-30 personas, y los interesados podrán comprar sus billetes a través de la web de Zaragoza Turismo (https://www.zaragozaturismotiendaonline.com/turismo/index.php). El objetivo, ha dicho la vicealcaldesa, es que zaragozanos y visitantes "conozcan y reconozcan la importancia que tuvo esta cultura en la historia de la ciudad".
La visita beberá de la guía de Álvaro López, elaborada en colaboración con la dirección general de Turismo del Gobierno de Aragón. "Es verdad que de la época judía quedan pocos monumentos o vestigios reales, pero es muy importante darla a conocer. La cultura judía convivió con la cristiana y la islámica de forma ejemplar. Siempre decimos que los aragoneses somos gente de pacto, de consenso y de convivencia, y por eso queremos poner en valor toda esa época", ha explicado Fernández.
El recorrido permitirá ahondar en la judería, las sinagogas, las particularidades de la vida cultural y económica de la sociedad judía, sus costumbres y sus tradiciones. Los visitantes podrán recorrer los lugares donde se encontraban las puertas de la judería -en su día pintadas de rojo y azul y decoradas con oro y plata-, o el laberinto de callejuelas y callizos propio de la época.
Uno de los puntos centrales es la Casa de los Morlanes, donde el escultor, según ha apuntado Timna Segal, representante de la asociación Sefarad Aragón, quiso plasmar escenas de la historia judía para que las generaciones posteriores no olvidaran sus raíces. En su fachada aparece, por ejemplo, una menora; un candelabro de siete brazos que está situado justo encima del rey David, el rey Salomón y el arca de la alianza.
La visita incluye, además, anécdotas que permiten profundizar en el papel de la mujer, como la historia de la Rabina de Zaragoza, una judía que llegó a convertirse en rabina mayor de la ciudad, algo que provocó quejas que llegaron incluso a oídos del rey Alfonso IV.
