sucesos
Un okupa se juega 8 años de cárcel por un peligroso incendio en un edificio de Valdespartera
El acusado, que sigue instalado de forma ilegal en un piso del inmueble, habría prendido fuego a un trastero, provocando una gran humareda que según la comunidad de vecinos puso en peligro a los residentes.
Un hombre que lleva más de un año viviendo de okupa con su madre en un piso del número 1 de la calle El Ángel Azul del barrio de Valdespartera de Zaragoza se sentará pronto en el banquillo de los acusados como presunto responsable del incendio declarado en el trastero número 57 del edificio. El fuego no solo arrasó el mobiliario y los enseres que había en este cuarto, sino también una motocicleta Honda Visión. Las llamas y la tremenda humareda declarada en la planta -2 del garaje llevó a muchos residentes a intentar sacar sus coches a la calle para evitar que fueran pasto del fuego. La propia Policía y los Bomberos tuvieron que pedirles que desistieran de hacerlo y se pusieran a salvo al comprobar que podían resultar intoxicados.
El incendió se produjo sobre las 22.25 del 12 de mayo de 2022 y los equipos de extinción precisaron de casi cuatro horas para controlarlo. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales, pero los económicos fueron bastante importantes. La comunidad de propietarios, que se personó en la causa como perjudicada, cifra en 48.857 euros los desperfectos y reparaciones a las que tuvo que hacer frente.
Los daños sufridos por el propietario del trastero siniestrado, que también ejerce la acusación particular a través de la letrada Olga Oseira, todavía no han sido tasados. Pero serán importantes y se sumarán a la indemnización que se exigirá en el juicio al encausado.
El Ministerio Público habla de un incendio «mediano», por lo que no aplica el tipo agravado y propone una condena de dos años de prisión para Francisco Javier B. G., al que defiende la letrada María José Martínez Sancho. Pero la comunidad de vecinos va mucho más allá y solicita una pena de ocho años, ya que considera que el fuego que originó el acusado puso en peligro la vida y la integridad física de los residentes en el edificio.
Tras el suceso, los vecinos del bloque denunciaron la situación de inseguridad que generan este tipo de ocupaciones ilegales y lo mucho que se tarda en poder echar a los okupas.
