zaragoza

La Fiscalía de Zaragoza acusa a un padre de zarandear a su bebé y causarle secuelas de por vida

La niña, de solo tres meses, fue entregada a una familia de acogida tras dejar la uci. El hombre podría acabar en prisión.

Imagen de archivo de la entrada de urgencias del Hospital Infantil de Zaragoza.
Imagen de archivo de la entrada de urgencias del Hospital Infantil de Zaragoza.
Toni Galán

Nadie sabe todavía por qué lo hizo, pero la Fiscalía está convencida de que el 13 de abril de 2022 Edilson T. L. perdió los nervios y zarandeó con tal violencia a su bebé que le hizo perder el conocimiento y acabó en la uci pediátrica del hospital Miguel Servet de Zaragoza. La pequeña, que por entonces tenía solo tres meses, recibió el alta a los seis días. Pero además de sufrir una recaída varios meses más tarde, le han quedado graves secuelas de por vida.

Los médicos todavía no se atreven a aventurar cuál será la evolución de la menor, pero ya le han diagnosticado una encefalopatía epiléptica y graves afecciones de tipo visual y psicomotriz. Por esta razón, el Ministerio Público acaba de solicitar una condena de dos años y medio de prisión para el padre de la criatura, de la que se hizo cargo el Gobierno de Aragón y que acabó con una familia de acogida. La Fiscalía pedirá también que se prohíba al hombre comunicarse por cualquier medio con su hija durante un periodo de cuatro años.

Por estos hechos, ocurridos sobre las once de la noche en un domicilio del barrio de Las Delicias, el Grupo de Homicidios detuvo en un primer momento tanto al padre como a la madre de la niña. Al llegar a urgencias, Edilson T. L., de 38 años, manifestó que se encontraba solo en casa con su bebé cuando empezó a vomitar y a encontrarse mal. El hombre contó a los médicos que la madre se había ido de viaje a Francia, lo que al parecer corroboró después la mujer a la Policía.

Sin embargo, dos días después del ingreso de la menor, los sanitarios volvieron a hablar con la pareja para preguntarle por las circunstancias en que se había producido el vómito y ambos contestaron que el padre estaba con el bebé y la madre en la ducha, contradiciendo de esta forma lo que habían declarado al principio. Estas divergencias en sus testimonios y los claros síntomas de zarandeo que presentaba la niña llevaron a los agentes a detener a ambos progenitores.

Un mes en prisión provisional

Edilson T. L. se negó a declarar ante la Policía y ante la juez de guardia solo contestó a las preguntas de su abogado, Luis Ángel Marcén. La magistrada reconoció entonces que el detenido estaba en su derecho a guardar silencio. Sin embargo, le reprochó que no ayudara a aclarar qué le había pasado realmente a la niña, algo que sin duda hubiera ayudado a los médicos. Sobre todo, cuando él era el único que supuestamente estaba en la casa con el bebé. Por todo ello, atendiendo a la gravedad de las lesiones y al riesgo de fuga, la jueza acabó decretando su ingreso en prisión provisional.

La madre, Bianny Maciel G., quedó en libertad tras pasar por el juzgado de guardia asistida por la letrada Carmen Sánchez Herrero. Y concluida la fase de instrucción, la Fiscalía considera que no hay evidencias que permitan presentar cargos contra ella.

En cuanto a su marido, un informe forense le permitió abandonar el centro penitenciario de Zuera un mes después de su ingreso. Un especialista del Instituto de Medicina Legal concluyó que el zarandeo podría ser una de las causas del estado de la niña, pero al plantearlo como una probabilidad y no como una certeza, el instructor autorizó su puesta en libertad. El llamado síndrome del lactante zarandeado se refiere a las lesiones que sufren los bebés de menos de dos años al movérseles de forma brusca la cabeza. Aunque sea breve, la sacudida empuja el cerebro y hace que se rompan vasos sanguíneos, causando daños cerebrales y oftalmológicos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión