La carta bomba que llegó a Instalaza llevaba un sedal que activaba el explosivo al ser abierta

La jefa de seguridad de la empresa, que fabrica armas enviadas a Ucrania, sospechó del envío y activó las alertas.

Interceptan en la empresa Instalaza de Zaragoza un sobre similar al que ha explotado en Madrid
Interceptan en la empresa Instalaza de Zaragoza un sobre similar al que ha explotado en Madrid
Toni Galan

Técnicos en explosivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional detonaron este miércoles una carta bomba recibida en Instalaza, la empresa zaragozana de armas situada en la calle de Monreal, en el Casco Histórico, que fabrica lanzagranadas y otros dispositivos enviados por el Gobierno de España a Ucrania.

El sobre, de unas dimensiones de 10x15 centímetros y uno de grosor, fue detectado alrededor de las 16.30 por la jefa de seguridad de la empresa, según fuentes policiales. La responsable sospechó de sus características, sobre todo porque era una dirección manuscrita de un correo electrónico de Ucrania, con matasellos de este país, no iba dirigido a nadie en concreto sino al nombre de Instalaza y en la empresa no se esperaba ningún tipo de correspondencia procedente de allí. Además, por la mañana había llegado uno similar a la Embajada de Ucrania en Madrid, que causó un herido leve al estallar. Y todo parece indicar, a falta de confirmación, que ambos sucesos están relacionados.

Radiografías de la carta bomba

La jefa de seguridad alertó a la Guardia Civil, que inmediatamente puso en marcha a sus equipos de desactivación de explosivos y a los de la Policía Nacional, así como a los agentes de los respectivos servicios de Información, encargados de asuntos antiterroristas. Como establece el protocolo para estos casos, la fábrica fue desalojada, se desplazaron al lugar varias ambulancias uvis móviles; la Policía Local cortó el tráfico desde la calle de Alonso V; y se acordonó un amplio radio de esta zona de las Tenerías desde donde se impidió el paso de los vecinos mientras se desarrollaba la operación policial.

Los especialistas en explosivos hicieron radiografías y fotografías del sobre y, tras comprobar que contenía material sospechoso, sobre las 21.00 hicieron una detonación controlada del mismo, sin que nadie resultara herido. Según las mismas fuentes, la carta, de escasa carga explosiva, tenía también un sedal para que detonara en el caso de ser abierto por una persona. Los restos del explosivo y del sobre se están estudiando para averiguar su composición y procedencia. Los resultados serán determinantes para confirmar si los sobres remitidos a la fábrica zaragozana y a la Embajada de Ucrania en Madrid tienen la misma procedencia y están relacionados.

Agentes de la Policía Nacional y Local han cortado todos los accesos a la calle de Monreal de la capital aragonesa.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado mantienen todas las alertas por si existieran más sobres de estas características. También se investigará cómo las dos cartas han podido sortear los controles de Correos, si es que llegaron por esa vía.

Instalaza es una empresa zaragozana que se dedica al diseño y fabricación de armas desde que comenzó su actividad en 1943. Desarrolla sistemas de armas para proveer a los soldados de infantería. De sus instalaciones han salido los lanzagranadas, granadas de mano y dispositivos de visión nocturna que España ha entregado a Ucrania y que están causando estragos a los tanques rusos. En marzo de este año el Gobierno envió 1.370 lanzagranadas tipo C-90 y Alcotán, junto a un cargamento de ametralladoras ligeras y 700.000 cartuchos de distinto calibre, en uno de los primeros envíos de ayuda a la defensa de Ucrania tras la invasión rusa en febrero.

Lanzagranadas C-90

La compañía -explicaron fuentes de la investigación a la agencia Colpisa- era consciente de que se encontraba en el punto de mira después de la gran repercusión mediática que habían tenido las imágenes, sobre todo al principio de la guerra, de los centenares de sus lanzagranadas C-90 abatiendo blindados de las fuerzas de Moscú. El suceso ocurrido en la Embajada de Ucrania está siendo investigado por el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, de guardia esta semana, como un delito de terrorismo y el de Zaragoza, con toda probabilidad, llevará el mismo destino. 

Vecinos de la zona: "Nunca habíamos visto este despliegue"

Decenas de vecinos de la calle de Monreal se encontraron con la sorpresa de que no podían acceder a sus hogares. Algunos tuvieron que esperar varias horas hasta que los agentes, apostados en ambos extremos de esta vía, les permitieron de nuevo el paso a sus viviendas. Y todo ello con la incertidumbre y la preocupación por no saber qué era lo que estaba ocurriendo, que todavía iba a más al darse cuenta de que el problema se encontraba en la vecina fábrica Instalaza.

Muchos estaban regresando a última hora de la tarde después de trabajar, como Inma Abenzoa, que tuvo que aguardar en un bar cercano hasta que pudo volver a su piso. "Hay muchas veces que cierran la calle al tráfico, pero como este despliegue nunca lo había visto", comentaba mientras se dirigía al establecimiento. La Policía se encargó de informar a todo el que llegaba -familias con niños, personas que habían salido a pasear a su perro o parejas cargadas con bolsas de la compra- de que debían dar media vuelta. Hasta que poco después de las nueve pudieron empezar a regresar. 

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