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Unas 200 personas piden en Calatayud recordar los efectos del incendio que en julio arrasó 14.000 hectáreas en la zona
El manifiesto, leído a varias voces, plantea peticiones y mejoras a las instituciones, desde la administración del Estado a la local, pero también a la sociedad en general para una mayor implicación.
En medio de una mañana de cielo gris, alrededor de 200 personas se han congregado este sábado en el albero de la bilbilitana plaza del Fuerte en una concentración bajo el lema 'En defensa de nuestros pueblos y montes', convocada hace varios días por la Plataforma Incendio Comarca de Calatayud. En ella participaron vecinos –agricultores y bomberos forestales incluidos- llegados de varias poblaciones del territorio, tanto afectadas como no alcanzadas por las llamas del incendio que en julio arrasó cerca de 14.000 hectáreas.
"Visibilizar las situaciones que hubo en el incendio, evitar que caiga en el olvido, reclamar que los afectados reciban lo que es de justicia y mejorar las medidas preventivas y que esto no vuelva a suceder", enumeraba Luisa Marín, colaboradora de la coordinadora 87 razones y más e integrante de la entidad convocante. Lo decía mientras se repartían los carteles con los nombres de municipios y pedanías de toda la comarca y antes de proceder a leer el manifiesto.
En ese texto, Marín explicaba que "hay peticiones para todo el mundo: desde la administración del Estado, la regional y la comarcal hasta la municipal y la sociedad civil". "No solo es patalear y pedir, también hay que ver qué podemos hacer, que haya formación y más coordinación para saber cómo podemos ayudar sin entorpecer, porque los vecinos sabemos los caminos, las bocas de riego…", argumentaba. En la plaza había vecinos de Moros, Alhama de Aragón, Ariza, Pietas, Embid de Ariza, Bubierca, Aniñón, entre otros.
Víctor Casado, agricultor de Moros y socio de la SAT Manubles, se mostraba rotundo: "La administración nos ha abandonado totalmente". De una parte, señalaba que "se nos quemaron las cámaras frigorífica y los árboles. De las cámaras nadie se ha acordado y es como si se nos hubiera quemado la casa" y apuntaba que "hemos tenido que llevar más fruta a zumo y potitos, que implica menos ingresos, y tener que asumir más coste para llevar el producto a otras cámaras". De otro lado, apuntaba a que las ayudas que se decían "inmediatas", más de tres meses después del fuego "hasta ahora no ha llegado nada ni nade sabe nada al respecto".
En la cita, además de muchos vecinos anónimos, también participaron componentes de los retenes forestales de la zona, como los del Manubles, Ribota y también la helitransportada de Brea de Aragón. "Estamos aquí por todo lo que pasó y eso que, por suerte, no hubo desgracias personales", valora Marcos Calvo, integrante de la cuadrilla del Ribota. "El desgaste físico y mental es muy grande, pero cuando nos ponemos el mono vamos adelante con todo", apunta.
Peticiones a cada administración
En la lectura del manifiesto, donde también se recordaban las afecciones en Nonaspe, Castejón de Tornos y el Moncayo, la primera batería de solicitudes iba hacia el Estado, para un mayor control en la comercialización de los derechos de CO2 y para exigir que la PAC valore el trabajo ambiental de agricultores y ganaderos. A la autonómica, le reclamaron prohibir labores en el medio forestal que sean un riesgo, una mayor dotación y estabilización de los operativos antiincendios y facilidades al sector primario.
A la comarcal se le solicitaba favorecer agrupaciones locales de Protección Civil y fomentar planes de contingencia para cada municipio. A los ayuntamientos, inventariar sus zonas de monte, fomentar aprovechamientos forestales y mayor implicación. Y a la población en general, mayor implicación y constancia.
