Barrio de la almozara

Las ramas de los árboles se cuelan hasta el salón: "Parece que vivo en la selva"   

La frondosidad de los plátanos de la calle de Juan Bautista del Mazo, en el barrio de La Almozara de Zaragoza, causan malestar entre algunos vecinos.

Cristina Cebollada con una de las ramas que puede tocar desde su ventana
Cristina Cebollada con una de las ramas que puede tocar desde su ventana
M.O.

Para Cristina Cebollada y Pedro Ramón, vecinos de la calle de Juan Bautista del Mazo, en el zaragozano barrio de La Almozara, asomarse a la ventana es como salir al mundo salvaje. Los plátanos que se encuentran plantados en las aceras de esta vía peatonal han crecido durante años y su altura llega ya al último piso de algunos de los bloques de viviendas. 

Unos vecinos de la calle de Juan Bautista del Mazo, en el barrio de La Almozara de Zaragoza, denuncian la falta de luz que tienen en su vivienda debido a la frondosidad de los árboles de su calle.
M.O.

Su frondosidad también ha ido en aumento con el tiempo quitando mucha luz natural a las viviendas afectadas, sobre todo de las plantas intermedias, donde vive esta pareja. “Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos tenemos la casa a oscuras y parece que es de noche”, dice Cristina Cebollada. “La luz del sol no nos entra en todo el día debido a los árboles y tenemos que estar con las bombillas encendidas”, explica esta zaragozana. “No es plan y menos al precio que tenemos ahora la energía”, se queja Cebollada.

Vista de la calle de Juan Bautista del Mazo desde uno de los bloques afectados por el arbolado.
Vista de la calle de Juan Bautista del Mazo desde uno de los bloques afectados por el arbolado.
M.O.

No solo es cuestión de luz. “Las ramas del árbol que tengo frente a la ventana me han llegado a entrar en el salón. Las tuvimos que cortar nosotros para que no entraran”, confiesa esta vecina. A esto se une un problema con los insectos. “Los bichos se meten en casa y entre eso, las hojas y las ramas, parece que estoy viviendo en la selva”, se lamenta.

Aumentar la poda o cambiar los árboles

Su pareja coincide en que esta situación “tiene que arreglarla alguien porque los plátanos han crecido tanto que parecen chopos”, afirma Pedro Ramón. “Las noches de viento se puede oír cómo pegan las ramas contra la fachada”, continúa este vecino. “Hemos mandado muchos correos al Ayuntamiento de Zaragoza para contarles el problema que tenemos y no nos hacen caso”, se lamenta Ramón. 

“Yo no digo que los arranquen o que no pongan árboles, pero que los poden en condiciones o pongan otros árboles que no quiten la visibilidad de los vecinos”, dice Cristina Cebollada. “No me puedo asomar a la ventana y ver solamente hojas. No lo veo normal porque no vivo en el campo”, concluye esta vecina.

La asociación de vecinos Ebro Almozara también conoce la problemática de estos vecinos. “El Ayuntamiento tendría que venir por aquí para ver qué se puede hacer con estos árboles”, dice Jorge Sánchez, vicepresidente de la entidad vecinal. “No queremos que los quiten, pero tendrían que podarlos más o cambiarlos por otros que no crezcan tanto, tener en cuenta el tipo de árbol antes de plantarlo”, continúa Sánchez. “También es posible que la poda no sea suficiente o quizá deban hacerla más a menudo. Los empleados de Parques y Jardines podrían pasarse de vez en cuando y cortar las ramas que están más cerca de las ventanas”, señala el vicepresidente.

No es la única zona de este barrio con problemas con el arbolado. “En la calle de Sariñena existen unos pinos cuyas ramas también se meten en las viviendas y lo mismo pasa en la avenida Almozara con unos árboles que están muy inclinados”, insiste Sánchez.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza recuerdan que con la nueva contrata de Parques y Jardines “se ha multiplicado por dos la frecuencia con la que se podan” los árboles de la ciudad, pasando así a la mitad de tiempo que antes entre poda y poda.

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