Naturaleza

El rey de los árboles de Aragón está en el Monasterio de Piedra

Un pino laricio de 56 metros, situado en el vergel del parque, es el árbol más alto de la comunidad autónoma y el cuarto de toda España

El pino laricio del Monasterio de Piedra acaba de ser declarado el más alto de Aragón.
El pino laricio del Monasterio de Piedra acaba de ser declarado el más alto de Aragón.
Macipe

Dentro del parque jardín del Monasterio de Piedra, en medio de un mar de color verde donde las ramas se funden y difuminan entre sí, se encuentra el árbol –dicho pronto– más alto de todo Aragón y el cuarto de toda España. Es un ejemplar de pino laricio (pinus nigra subsp salzmannii) con una altura total de 56 metros y una edad –estimada– que ronda los 200 años y que se encuentra en los primeros metros del inicio del recorrido por el complejo natural, en el espacio conocido como El Vergel de Juan Federico Muntadas.

Con estos atributos, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón lo declaró a principios del pasado mes de septiembre como «árbol singular» y lo incluyó en el catálogo de ejemplares más importantes de Aragón como el de mayor altura.

Su tamaño, por compararlo, supera al de la torre de El Salvador de Teruel, al del edificio más alto de Huesca capital y al del considerado como primer rascacielos de Zaragoza, ‘La Adriática’ del Coso. Dentro del propio parque, está al mismo nivel que la caída de la cercana y famosa cascada de la Cola de Caballo. Aunque lo destacable sea la distancia del suelo a su copa, el diámetro de su base, casi medio metro, también lo hacen fácilmente diferenciable. Para contemplarlo, quienes visiten el complejo pueden optar por recorrer el llamado paseo de la Olmeda, donde se sitúa el sendero botánico, o desde el mirador de la puerta negra.

Una fotografía difícil

«Tanto por lo espectacular del entorno que lo rodea como por el dosel de árboles acompañantes, también de un porte muy elevado es un ejemplar que ha pasado relativamente desapercibido, salvo para muy pocos que intuíamos que ese árbol era algo especial», apunta José Pont, director general del Monasterio de Piedra. También indica que «por sus dimensiones y su ubicación es muy complicado siquiera tomar una fotografía completa del ejemplar». Es una especie adaptada a los suelos calizos y frescos que identifican al parque, con una corteza gris y lascas blancas en los más antiguos, cuya edad puede llegar hasta superar los 1.000 años en España.

Dado su valor, Pont detalla que se van haciendo seguimientos periódicos de su estado «para prevenir cualquier tipo de afección o problema». «Los cuidados consisten, principalmente, en evitar la competencia con otras plantas, que es el mantenimiento que se le dio durante siglos. Cuenta con un perímetro de protección, que evite la compactación del suelo, y se podan ramas muertas para prevenir cualquier tipo de daño», concreta el responsable del complejo. Allí, cuenta, insiste, con «un espacio privilegiado debidamente señalizado y es visitado por miles de turistas».

En cuanto a la edad del ejemplar, Pont puntualiza que «estamos trabajando para datarla exactamente» y recuerda que por ello «su semilla debió de germinar coincidiendo con el nacimiento de Juan Federico Muntadas en 1826, el principal artífice del parque-jardín histórico». «Se puede considerar que ha crecido a la par que el propio entorno, dando sombra desde un lugar predilecto a su evolución e historia», matiza.

«Como muchas de las especies autóctonas del parque, no está del todo claro si fueron plantados por los monjes o eran espontáneos, ya que el pino laricio es una especie nativa de estos ambientes», recuerda. Este tipo de árbol ha sido muy codiciado durante siglos por la calidad y rectitud de la madera.

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