El congreso por dentro: un crisol de historias y vivencias al trasluz

Las intensas sesiones de trabajo desarrolladas durante la cita de WAN-IFRA en Zaragoza han incluido tiempo para la reflexión, el análisis, la cultura, las tapas y el baile

El grupo de flamenco que dirige la coreógrafa y bailaora aragonesa Carlota Benedí, en el ‘hall’ del Palacio de Congresos.
El grupo de flamenco que dirige la coreógrafa y bailaora aragonesa Carlota Benedí, en el ‘hall’ del Palacio de Congresos.
José Miguel Marco

La vida en un congreso tiene sus propios códigos. La amabilidad es el idioma universal; la vocación de ayudar, el primero de los mandamientos. El Congreso Mundial de Medios de WAN-IFRA en Zaragoza, organizado por HENNEO, no es una excepción. El inglés, de Oxford o chapurreado, ayuda a que esta torre de Babel halle cierto orden, lo mismo que las bandejas de pastas o los cafés salvadores como argamasa de la concordia. Con tanta ponencia, elegir el camino correcto supone resolver la cuadratura del círculo entre tanta mesa redonda: hay mucha tela que cortar.

En el área de expositores, el lenguaje es el de los negocios; un elegante y amplio bazar donde las conversaciones se centran en soluciones prácticas para el ejercicio informativo. En medio de todo, como ejes del gran armazón, están los trabajadores de WAN-IFRA, llegados de lugares lejanos y con gran experiencia… o contratados puntualmente para la ocasión, como la zaragozana Rocío Inglés Delfont. "Llevo un año trabajando en ferias y congresos con la agencia Persuasión; me viene muy bien este trabajo, pero preparo oposiciones a la DGA como técnico. Aquí toca hacer un poco de todo en el tema de registro de participantes y asistencia logística. Eso sí, me ha tocado una tarea muy especial, que nunca había hecho: tocar la campana para indicar a los asistentes que deben entrar al Auditorio a una sesión determinada".

La tarea de Rocío tuvo guasa el miércoles, incluso entre el personal de la casa real. "Es verdad que resultó eficaz, pero no deja de ser curioso… algunos compañeros sí bromearon con lo de la campanilla del mayordomo, o que parecía algo de pastoreo, pero molestó a nadie, al contrario".

La jefa de Rocío en esta cita es la alemana Christin Herger, procedente de Frankfurt. "Mi trabajo en el congreso es el de ‘project manager’; básicamente estoy a cargo de liderar el equipo logístico. Antes de venir traté de conocer un poco de la rica historia de la ciudad, y por supuesto de un sector de la cultura muy interesante, las tapas en la parte vieja. Poder ir de un bar a otro probando cosas deliciosas y beber un vaso de vino por muy poco dinero es una maravilla. Todo eso junto ya no se encuentra en ciudades más grandes".

Christin, como muchos de los asistentes, se llevará a casa una imagen en particular. "La Aljafería, el palacio. Es impresionante; cuando entras y ves esos jardines de inspiración árabe, los arcos, las estancias… por fuera parece un típico castillo europeo. También me llevo otra gran impresión: el trato que nos ha dado el equipo de HENNEO, han sido magnífico". Parte del equipo de WAN-IFRA también disfrutó el miércoles por la noche de la zona del Tubo, con paradas especiales en el Meli-Melo y el Champi; alabaron el ambiente de las calles y la calidad de las raciones de los diversos establecimientos, además del trato amable.

De izquierda a derecha y en el sentido de las agujas del reloj, Anna Koshman, Rocío Inglés, Christine Henger y Thandar Htay.
De izquierda a derecha y en el sentido de las agujas del reloj, Anna Koshman, Rocío Inglés, Christin Herger y Thandar Htay.
H. A.

Vidas del revés

Anna Koshman viene de Rusia, y trabaja en ANRI Media con medios independientes de su país. Desde hace un año vive en Valencia con sus hijos Arseniy, de 17 años, y Yekaterina, de 12, que acompañan a su madre estos días en Zaragoza y se han dedicado a recorrer la ciudad con deleite, museos incluidos. "Hemos trabajado con situaciones de acoso a las mujeres, y también hemos adaptado las publicaciones de Woman in News a la audiencia rusa; el hecho hay mucha presencia de la mujer en puestos elevados de la profesión en mi país, aunque el balance de ese dato sigue siendo un tema en proceso".

La situación actual en su tierra ha cambiado las reglas del juego para el trabajo que desempeña. "Se han destruido muchos negocios independientes; otros siguen existiendo desde el exilio en este tiempo de guerra, y decimos guerra, no operación especial como prefieren los medios oficiales. Se hacía y se hace buen periodismo; esos medios agredidos no ceden en su esfuerzo a pesar de las dificultades y de la necesidad de reconstruir sus vidas, sin abandonar a distancia el interés por las noticias locales".

"Se hacía y se hace buen periodismo en Rusia; los trabajadores de los medios agredidos no ceden en su esfuerzo a pesar de las dificultadess"

Hablando de sus impresiones sobre Zaragoza, Anna se deshace en elogios. Dan ganas de contratarla como promotora turística. "Creo que es la ciudad más limpia que he visto en España, lo comentamos entre el grupo ruso presente en el congreso. Viajamos mucho, y lo de aquí es muy llamativo. Acerca de España se habla mucho de Sevilla, Madrid, Barcelona, Granada… pero Zaragoza merece más fama. Tiene edificios hermosos, y una zona antigua muy bonita. Además, quí tienen un acento muy claro, comprensible". No habla del volumen de voz: un detalle.

Thandar Htay es de Myanmar, dirige Women in News en la zona sudeste de Asia para WAN-IFRA y se ha reubicado en el norte de Tailandia, por las insostenibles condiciones existentes en su país para la labor periodística. "La posibilidad de trabajar en prensa libremente es menos que cero; también trabajamos en Filipinas, Indonesia y Vietnam. Tratamos de balancear las diferencias de género en el plano laboral, y también en los contenidos, además de centrarnos en construir alianzas estratégicas para hacer que las empresas de medios sean sostenibles en la zona. Tuve que dejar mi tierra, pero no el trabajo". 

Htay está satisfecha con las primeras impresiones del congreso zaragozano, y también frío con la ciudad. "Aunque fue un larguísimo viaje, nos recibió un tiempo espléndido, ni caluroso ni frío; la gente es muy agradable y amable, me sentí bienvenida nada más bajar del tren. Y sí, las tapas, creo que ya te lo han dicho: jamón y sangría, sobre todo".

A estas cuatro mujeres trabajadoras se unieron trece más a media tarde: las componentes del grupo de baile flamenco de Carlota Benedí, puntero en la escena aragonesa;con todo el tronío del mundo en movimiento, se encargaron de echar en el ‘hall’ del Palacio de Congresos un telón de alegría –vino español incluido en la zona de expositores– a la tanda de mesas redondas.

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