Vive Latino Zaragoza: Nueve momentos de un festival para no olvidar

La primera edición del Vive Latino España, que acaba de celebrarse en Zaragoza, ha dejado grandes momentos para el recuerdo, tanto musicales como personales. Algún borrón también queda, como las largas filas para hacerse con algo de comer a la hora de cenar, las aglomeraciones en los baños y la falta de previsión en cuanto a consumo de cerveza en algunas barras. Detalles que se corrigieron sensiblemente el segundo día y que quedan por pulir en el futuro. No obstante, miles de zaragozanos y visitantes de otras comunidades autónomas y de diversos países, especialmente de América Latina, acudieron a este encuentro, pensado para todos los públicos y para disfrutar en familia, y valoraron muy positivamente el festival, con un cartel que incluyó a artistas de primer nivel de uno y otro lado del charco.

El sábado,  Amaral ofreció una de las actuaciones más multitudinarias en el escenario Nautalia. Fue el único concierto que Eva Amaral y Juan Aguirre han dado este año, ya que están inmersos en el proceso de composición de su próximo álbum. Acudieron a la llamada de la organización para sustituir a Bunbury, tras su repentina retirada de los escenarios. Se entregaron a fondo y dedicaron a su ciudad un ‘show’ lleno energía.

Otro adiós anunciado, el de Kase.O, quien abandonará los escenarios por un tiempo indefinido, propició que miles de asistentes arroparan al ‘MC’ del barrio zaragozano de La Jota en el que en principio fue su último concierto en la capital aragonesa, toda una explosión de emociones.

Pero además de la música, hubo otras propuestas que deleitaron a los asistentes. Entre ellas, el campeonato de lucha libre mexicana en el que se proclamó ganador Prometeo, quien recibió el cinturón de campeón de manos del alcalde Jorge Azcón.

Los colombianos Aterciopelados dejaron su impronta en el escenario Vuse, con uno de los mejores conciertos en este espacio, amén del rito de electrónica, funk, rock y trompetas mariachis que llevó a cabo Camilo Lara y su Instituto Mexicano del Sonido. Pero para chamanes, Café Tacvba. El grupo mexicano actuó el sábado en el Anfiteatro donde ya tocaron en 2008. Pusieron magia a la noche zaragozana y el público quedó hechizado. El día anterior, en ese mismo escenario, muchos descubrieron o redescubrieron el talento de Mon Laferte.

También fue emocionante contemplar de nuevo, 14 años después, un ir y venir continuo de personas en el recinto de la Expo, un espacio que desde entonces no albergaba una gran cita cultural.

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Kase.O Jazz Magnetism. El rapero zaragozano ofreció el que en principio será su último concierto en la capital aragonesa durante un tiempo, tras anunciar un adiós indefinido.

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Presencia latinoamericana. América Latina estuvo muy bien representada con asistentes procedentes de países como México, Bolivia, Colombia o Argentina, entre otros.

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Amaral, un concierto único. Eva Amaral y Juan Aguirre acudieron al Vive Latino para sustituir a Bunbury, y ofrecieron un recital único, de los que más público reunió.

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Aterciopelados. Andrea Echeverri, cantante de este grupo colombiano, brindó uno de los mejores conciertos que pudo verse en el escenario Vuse.

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Expectación en la lucha libre mexicana. Cuatro combates animaron a un público que disfrutó de lo lindo del campeonato que finalmente ganó el luchador Prometeo.

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Café Tacvba volvió al Anfiteatro. Habían tocado en ese mismo escenario en 2008, durante la Expo, y sin duda su regreso a Zaragoza volvió a dejar una huella imborrable.

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Ranillas se llenó 14 años después. El recinto volvió a albergar una gran cita tras la Expo de Zaragoza. Alrededor de 35.000 personas se reunieron en este espacio.

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Para todos los públicos. El festival atrajo a público de todas las edades, y a muchas familias que disfrutaron de la música y de las zonas de descanso ubicadas en el recinto.

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Mon Laferte. La cantante chilena, afincada en México, brilló en el escenario Ámbar durante su concierto del viernes. Más de uno se soprendió gratamente con su actuación.