Víctor Serrano: "La explotación del futuro estadio del Real Zaragoza puede suponer entre 10 y 14 millones al año"

El concejal de Urbanismo cree que el Ayuntamiento y el club acabarán financiando la nueva Romareda y lamenta la falta de apoyo de la DGA.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, en la planta noble del Ayuntamiento de Zaragoza.
El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, en la planta noble del Ayuntamiento de Zaragoza.
Toni Galán

Zaragoza tiene un estadio en muy malas condiciones y el proyecto del nuevo campo está aún en el aire. ¿Tiene opciones de ser elegida sede mundialista?

Por supuesto. Reconociendo la obsolescencia absoluta en la que está el equipamiento, se pueden jugar partidos internacionales UEFA. Hemos trabajado en que La Romareda volviera a estar en el foco de los zaragozanos. 14 años después ha habido un gran concierto. 19 años después habrá un partido de la selección de fútbol. Pero el único objetivo es la construcción de un nuevo campo de fútbol en La Romareda. No hay otro.

¿Qué requisitos hay que cumplir de forma más inmediata?

Lo que tenemos que presentar el día 30 las candidaturas es una serie de documentación técnica. Pero lo más importante es asumir que en 2030 la ciudad tendrá terminado un campo que cumpla con todos los estándares FIFA y asumir ese compromiso por parte de todas las instituciones.

Hubo polémica con su elección como interlocutor para el Mundial. La DGA quiso impedirlo.

Esa es una página superada. Los zaragozanos quieren que las instituciones trabajemos unidas. No quiero entrar en otras polémicas, creo que el Gobierno de Aragón, destituyendo al director general de Deportes, ha probado que tal vez se equivocó con ese veto. En cualquier caso, mi único objetivo es que el Gobierno tenga el mismo confort que el resto de las instituciones en el proyecto.

¿La ubicación es inamovible?

Es inamovible por dos razones. En primer lugar porque después de haber hecho el proceso de escucha más transparente de Europa y de que un 80% se inclinara por La Romareda no sería respetuoso tomar una decisión distinta. Pero hay una cosa más importante. Hay que contar con el Zaragoza, que dijo en ese proceso que su ubicación era La Romareda.

No se acaba de concretar cómo se va a pagar.

Me permitirá que eso lo cuente cuando esté más avanzado. Pero ahí nunca hemos ocultado que va a haber dos papeles fundamentales, uno el del Ayuntamiento y otro el del Zaragoza, porque hasta la fecha ninguna otra institución ha manifestado interés en aportar económicamente a este proyecto.

¿Da por descartada la participación de la DGA?

No la doy por descartada. He escuchado al presidente del Gobierno de Aragón decir que se sentía concernido y también que no iba a poner ni un euro para la financiación. Quiero quedarme con la del presidente que se siente concernido con que el Zaragoza tenga el campo que se merece.

Lambán acaba de decir que «no va a poner palos en la rueda».

Creo que implícitamente reconoce con esta frase que hasta ahora el PSOE no ha ayudado al proyecto más importante que tiene Zaragoza. Me gustaría que el compromiso y el entusiasmo fueran mayores, pero creo que el presidente se ha dado cuenta de que el PSOE no puede mantener una actitud hostil. De ser así, me alegra el cambio de posición. No obstante, va a tener ocasiones de demostrar que efectivamente no va a poner ningún palo en la rueda.

¿Qué ha fallado para que no haya habido un acuerdo con la DGA?

Únicamente cuestiones políticas y electoralistas y cierto temor a que un nuevo campo se interpretara como un éxito del alcalde, cuando es un éxito de la ciudad y un compromiso de todos los grupos municipales sin excepción.

¿Es viable que el futuro campo de fútbol lo pague el Real Zaragoza?

Me va a permitir que sea muy discreto. Voy a ser muy respetuoso con la nueva propiedad del club, que en tiempo récord ha demostrado un compromiso y un amor por la propia ciudad absoluto.

¿La explotación del campo podría ser suficiente para financiarlo?

Sí. Los modelos que tenemos dicen que la explotación de La Romareda puede suponer entre 10 y 14 millones de euros anuales. Eso hace que ese modelo de explotación vaya a ser una fortaleza importante para la financiación. Pero independientemente de qué manera se financie el campo, hay que hacerlo con recursos ajenos, que en el caso de la sociedad anónima habrá que buscar en los bancos. Y para eso es importantísimo que se vea que los proyectos son rentables. Un campo moderno, en una ciudad como Zaragoza y en una ubicación como La Romareda, es absolutamente rentable. Y es un modelo de gestión que va a ayudar en el modelo de financiación. Por eso era tan importante la ubicación del campo.

Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón, y Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza, protagonizan el acto homenaje al 40 aniversario del Estatuto de Autonomía en La Romareda.

En 2019 se planteó una operación para pagar el estadio con una recalificación para viviendas. ¿La va a recuperar?

Veremos. Si tenemos que financiar un campo no descartamos ninguna probabilidad, pero no es en estos momentos nuestra prioridad. Financiar el 100% el campo con una modificación del Plan General no es nuestro objetivo.

¿Cuándo podrían empezar y terminar las obras?

Los peldaños, paso a paso. Evidentemente estará para el Mundial. Es más, hay una recomendación de la FIFA que dice que los campos que se hagan nuevos deben estar terminados en 2029. Llegamos a tiempo, pero sin dormirnos, trabajando, sin perder ni un mes.

Este verano hubo otra polémica con la DGA a propósito de la licencia de la residencia Pirineos. ¿Urbanismo bloquea ese proyecto?

En absoluto. Ya se ha firmado la licencia. No voy a alimentar polémicas. Si uno acude a ese expediente verá que hay 7 notificaciones al promotor, que tiene permiso para movimiento de tierras y la licencia está concedida.

Pidió a la DGA que buscara soluciones consensuadas para el proyecto de viviendas en la Expo. ¿El Ayuntamiento lo paralizará?

Llevo meses apelando a que quiero tener interlocución con el Gobierno de Aragón para ayudar en ese proyecto vía modificación del planeamiento o lo que consideremos necesario. Las políticas de vivienda de Zaragoza deben ser pactadas entre las instituciones. Los informes técnicos que tengo dicen que este proyecto no es viable con el PGOU actual. Y como no quiero ningún tipo de confrontación, lo que quiero es dialogar.

El convenio para desbloquear el Portillo se dio por cerrado, pero no acaba de firmarse el acuerdo.

Estamos con flecos. Los últimos se estarán solventando a primeros de septiembre. Espero que antes de que acabe el año podamos firmar un convenio. No podemos seguir con esa cicatriz en la ciudad.

¿Cuándo habrá obras?

Las veremos el próximo mandato, probablemente en el segundo semestre del año que viene. Pero lo que daba tiempo este mandato era a tener un convenio firmado.

¿Habrá dinero de Europa para el plan del Huerva?

Es el gran proyecto de futuro para la ciudad. Estoy convencido de que va a haber financiación europea. En materia de urbanismo va a ser el gran proyecto para estos nueve meses que quedan.

En Salamero los vecinos, hosteleros y comerciantes están hartos tras más de dos años de obras. ¿Cuándo acabarán?

Apelo a la infinita paciencia de los vecinos, que tendrán como premio una plaza de primer nivel. Hacia finales de año estará encaminada, pero llevamos desde enero del 2020 con una obra compleja, en la que debajo ha habido mucho trabajo que no se ve.

El plan de Pignatelli sigue generando críticas de la oposición.

Estoy orgulloso de lo que se está haciendo. Queda mucho trabajo, pero este gobierno es el único que ha hecho una apuesta clara. Este año, entre adquisición de suelo, viviendas e iluminación invertiremos más de 6 millones de euros. Me gustaría ese esfuerzo también de otras administraciones.

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