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Avanza y el comité vuelven a negociar mientras la huelga deja esperas de 20 minutos a 40 grados

Las partes se reúnen hoy en el SAMA en un clima de máxima tensión y sin levantar los paros. La FABZ exige reembolsar los abonos "sin denuncia previa" ante la pérdida del servicio

Varios usuarios esperan al autobús, resguardados a la sombra, en una marquesina de la plaza de España, ayer.
Toni Galán

Avanza y el comité de empresa retomarán este jueves las negociaciones en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) tras dos días de paros que dejan insoportables esperas de más de 20 minutos a 40 grados. Los afectados aseguran estar ya "hartos" y desde la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) se pide directamente reembolsar los abonos mensuales, trimestrales y anuales "sin denuncia previa" ante la "pérdida del servicio ofrecido".

Las partes volverán a la mesa de negociación en un clima de máxima tensión y con los paros como telón de fondo. Aunque la concesionaria ha pedido en repetidas ocasiones levantarlos para favorecer el diálogo, desde el comité se insiste en que no hay marcha atrás y en que "continuarán mientras no haya un acuerdo".

Tras el ‘toque de atención’ del Ayuntamiento, que dio un paso adelante reuniendo por primera vez a empresa y trabajadores tras más de 500 días de conflicto, Avanza levantó el teléfono para volver a hablar del convenio.

La intención era haberse reunido ya ayer por la tarde. Así, de hecho, llegó a anunciarlo la concejal de Movilidad, Natalia Chueca –que enfadó al comité al hacer público el encuentro antes incluso de que la concesionaria lo hubiera convocado–, pero el escaso margen de reacción hizo imposible reservar una sala en el SAMA.

Según explicó el gerente de Avanza, Guillermo Ríos, la compañía vuelve a la mesa "con el objetivo de recuperar la negociación que se rompió el lunes y de tratar de cerrar un acuerdo". Mientras, el comité acudirá "con la mejor disposición", pero con la idea de que "llegados a este punto, todo depende de la empresa", según trasladó su presidente, José Manuel Montañés.

La expectación vuelve a ser máxima, ya que, aunque a juicio de los trabajadores quedan aún "flecos y artículos por cerrar" en el convenio y en el plan de igualdad, la jornada de hoy se centrará "en los temas importantes", incluida la subida salarial. La última propuesta de Avanza contemplaba un 8% fijo y una cláusula de revisión del 10%, porcentajes que para la plantilla resultaban "pobres e insuficientes" al no garantizar su poder adquisitivo.

A juicio del Ayuntamiento, lo importante es que el primer paso "ya está dado", y ahora es el comité quien debe dar el siguiente. En las últimas horas, no obstante, han sido varias las voces que han cuestionado el papel que está teniendo PP-Cs en el conflicto. Alas críticas de la oposición se unieron ayer las de Sattra –sindicato que lidera el comité de empresa– y las del Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT), que exigieron una mayor implicación a Jorge Azcón.

El alcalde no se ha pronunciado todavía sobre los nuevos paros y la ruptura de las negociaciones, una actitud que los empleados contraponen con las exigencias que el propio edil hacía a Pedro Santisteve cuando estaba en la oposición.

Desde partidos como Vox, no obstante, lo que resulta sorprendente es que el comité "haya rechazado una subida salarial del 14%". "Solo nos queda apelar a la responsabilidad de las partes", dijo el concejal Julio Calvo.

Los ciudadanos, "hartos"

En estas 48 horas de paros también ha crecido el descontento ciudadano. La FABZ emitió ayer un nuevo comunicado denunciando su "radical malestar" por la situación provocada por el "enésimo conflicto laboral en el transporte público". "Los usuarios no podemos soportar que una empresa concesionaria no resuelva sus problemas internos a costa del servicio a la ciudadanía, ante la pasividad del alcalde y de su equipo de gobierno", dijeron.

En esta misma línea se pronunciaban quienes tenían que esperar el bus a 40 grados en unas marquesinas que marcaban más de 30 minutos en líneas como la 52. "Es desesperante. Subo al 38 cuatro veces al día y tener estar a las 15.30 hasta 20 minutos para cogerlo no me hace ninguna gracia", contaba David Navarro en una de las paradas del paseo de la Independencia. A pocos metros, en la plaza de España, Maritza Vélez veía desesperada los 20 minutos que le faltaban al 30."Lo utilizo para trabajar y, con la huelga, tengo que salir antes de casa", señalaba.

Su caso era muy parecido al de Ana González, que esperaba a la sombra en el Coso al 21. "Hoy he tenido que esperar al Ci1 al lado del Parque Grande y ha sido horrible. Al final los paganos somos siempre los usuarios", lamentaba.