Un cambio brusco de temperatura pudo causar la muerte del niño en las piscinas de La Puebla de Alfindén

El menor, de 11 años, falleció el pasado miércoles por la mañana tras haber estado jugando al fútbol y meterse al agua. Será enterrado este viernes.

Muere un niño ahogado en las piscinas de La Puebla de Alfindén
Los hechos ocurrieron en la mañana de este miércoles
Guillermo Mestre

Los datos preliminares de la autopsia del pequeño Mohamed, fallecido el pasado miércoles en las piscinas municipales de La Puebla de Alfindén, apuntan a que un brusco cambio de temperaturas pudo desencadenar la tragedia. El niño había estado jugando al fútbol a pleno sol momentos antes de meterse en la piscina, lo que pudo ocasionar su desvanecimiento dentro del agua. Así lo apuntan los datos analizados por el Instituto de Medicina Legal y de Ciencias Forenses de Aragón, que sitúan esta como la causa más probable que llevó al niño a la muerte, que pudo producirse por ahogamiento.

El accidente se produjo entre las 11.15 y 11.25. El niño había ido de excursión con tres profesoras y 47 compañeros de 5º de Primaria del colegio Los Albares de la localidad, siguiendo la tradición cuando se acerca el final de curso. Tras jugar al fútbol a pleno sol, con temperaturas muy elevadas en plena ola de calor, Mohamed se lanzó a la piscina con sus compañeros para refrescarse.

Momentos después, una de las profesoras, al ver que el menor se encontraba sumergido e inmóvil se lanzó al agua para rescatarlo. A pesar de que durante una hora y media los servicios sanitarios trataron de reanimarlo con masajes cardiorrespiratorios, todo fue inútil. Los daños sufridos por la falta de oxígeno fueron irreversibles y Mohamed ya no recuperó ninguna constante vital.

El pequeño será enterrado este viernes en el cementerio musulmán de Zaragoza.

El peligro del calor

El médico de Atención Continuada en el centro de salud Actur Norte de Zaragoza Luis Miguel García alertaba hace unos días a HERALDO del peligro de estos cambios bruscos de temperatura: "Se denomina hidrocución y este se puede producir no solo por bañarte en una piscina después de haber comido, sino también si, por ejemplo, después de una comida intensa practicas ejercicio", alertaba.

Ante el denominado corte de digestión, "no es tan importante esperar dos horas como lo es entrar gradualmente en el agua. La cuestión es el cambio brusco de temperatura de un cuerpo con mucho calor a todo lo contrario", subrayaba el facultativo.

Cómo prevenir estas situaciones

Algunos de los síntomas que pueden alarmar ante lo que también se conoce como 'síndrome por inmersión' son obnubilación, dolor de cabeza, visión borrosa, zumbido en los oídos, mareos, náuseas o incluso desvanecimiento, que en caso de estar en una piscina puede llevar al ahogamiento.

"En el momento en el que el organismo nota un cambio de temperatura, en este caso mucho más fría, la sangre lo que hace es priorizar su circulación en los órganos vitales para el buen funcionamiento corporal: corazón, cerebro, riñones... A partir de ese momento, aquella cantidad de sangre que colaboraba en el proceso digestivo desaparece. Ahí viene el temido corte de digestión, que ocurre exactamente igual si, de repente, comenzamos a hacer ejercicio intenso", explicaba el médico. "Por eso es recomendable meterse en la piscina poco a poco, ya que nuestro organismo, de esta manera, no necesita ese proceso brusco de adaptación", insistía el facultativo.

La ola de calor de este verano ya está aquí y ante las temperaturas extremas hay actuar con precaución. Lo más importante es hidratarse con frecuencia evitando las bebidas alcohólicas o azucaradas ya que lejos de ayudar, favorecen la deshidratación

Otras situaciones vinculadas a la ola de calor que preocupan a los pediatras en verano, como son las deshidrataciones, las quemaduras solares, las insolaciones y los golpes de calor. Los síntomas de estos últimos (fiebre, malestar, vómitos...) son muy parecidos y lo que cambia, para saber diferenciarlos, es cómo se han producido. "Hay veces que no hace falta que haga un calor extremo, puede ocurrir incluso haciendo deporte a la sombra. Si hace muchísimo calor y hay mucha humedad no transpira bien la piel y entonces se puede producir un golpe de calor. Las insolaciones son exposiciones prolongadas al sol cuando está muy alta la radiación", señalaba esta semana la doctora Teresa Cenarro, pediatra del Centro de Salud de Sagasta, que instaba a evitar en ambos casos ponerse al sol en las horas centrales del día y practicar deporte al aire libre con altas temperaturas. 

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