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Los expertos piden un estadio que no se limite al fútbol y avalan La Romareda y el Parking Norte

Investigadores de la Universidad de Zaragoza y la San Jorge coinciden en que el equipamiento deberá ser polivalente y tener un uso continuado, sostenible y flexible  

Vista del interior del campo municipal de fútbol de La Romareda.
Vista del interior del campo municipal de fútbol de La Romareda.
Guillermo Mestre

La capital aragonesa continúa trabajando para decidir dónde ubicar el futuro estadio de la ciudad. Los grupos municipales se han reunido este miércoles con investigadores de la Universidad de Zaragoza y la San Jorge para seguir arrojando algo de luz sobre los pros y contras de las dos posibilidades que ahora mismo están sobre la mesa, construir el campo de fútbol donde está ahora o hacerlo en el Parking Norte del Actur. Sobre la actual ubicación, han destacado como aspectos más positivos su centralidad y buena accesibilidad, así como los numerosos establecimientos de los que dispone alrededor. En el segundo caso, han hablado de la conectividad desde los cinturones, el espacio de aparcamiento y la posibilidad de incluir en el proyecto otros equipamientos relacionados con el deporte, la investigación y la atracción de empresas. 

El encuentro se enmarca dentro de las reuniones que están manteniendo los concejales con diferentes agentes sociales, económicos y vecinales para conocer sus opiniones sobre el futuro del estadio. Se trata de un "proceso de escucha", según lo ha denominado el gobierno PP-Cs, que permitirá tomar la decisión final teniendo en cuenta todas las variables. Aunque la jornada ha culminado sin que la balanza se llegue a inclinar del todo hacia un lado u otro, los expertos sí que han coincidido en varios aspectos clave, sobre todo, en la necesidad de que el nuevo estadio sea polivalente y que no albergue solo los partidos de fútbol del Real Zaragoza, sino que esté abierto a otras disciplinas y a actividades culturales y de otra índole. 

En especial, porque independientemente de dónde acabe construyéndose, la nueva Romareda requerirá asumir una importante inversión, por lo que han considerado que no debería quedarse en un edificio que los ciudadanos visiten solo una vez cada quince días. Por eso, durante sus intervenciones, han pedido a los responsables municipales que definan cuál es el modelo por el que quieren apostar, así como su financiación, porque de esto dependerá totalmente la ubicación que deba elegirse. En cualquier caso, han dejado claro que, en principio, tanto en la actual como en el Parking Norte es posible construir un estadio de primera categoría. 

En primer lugar, el profesor de la Universidad de Zaragoza y miembro del grupo de investigación GEOT Rafael de Miguel ha pedido responder a una serie de cuestiones. "¿Hacia dónde queremos hacer ciudad y atraer inversiones? ¿Queremos seguir construyendo hacia dentro o hacia afuera?", ha preguntado. En este sentido, ha explicado que actualmente en torno al 40% de la superficie urbana de Zaragoza se enmarca dentro del Tercer Cinturón (frente al 80% de la década de los 90), pero todavía alberga al 70% de la población total, "que no la joven", que se ocupa mayoritariamente barrios como Parque Venecia o Valdespartera. Un dato a tener en cuenta, ya que el Real Zaragoza tiene una afición cada vez de menor edad. 

Más cerca y con más negocios

Por su parte, el vicerrector de Planificación, Sostenibilidad e Infraestructura, Ángel Pueyo, ha ofrecido un pormenorizado análisis de los aspectos que juegan a favor y en contra de cada ubicación, y del que ha salido ganando con holgura La Romareda, tal y como apuestan desde el gobierno PP-Cs. Para empezar, la distancia media que tienen los zaragozanos actualmente hasta el estadio es de 2,99 kilómetros, frente a los 4,55 que tendrían al Parking Norte. La actual ubicación, según ha explicado Pueyo, es mucho mejor en cuanto a la accesibilidad desde dentro de la ciudad, ya que cuenta con el tranvía y varias líneas de bus, así como buenas conexiones a pie, en bici o patinete. No obstante, también hay que tener en cuenta que llegarán numerosas personas desde fuera, y para ellos será más sencillo llegar al Actur. También tendrá más capacidad de aparcamiento. 

Asimismo, Pueyo ha hablado de la importancia de que las personas que se desplacen para asistir a los partidos que en un futuro pueda albergar el estadio, así como los conciertos u otros eventos, tengan "capacidad para poder desarrollar sus actividades dentro de la ciudad", es decir, que consuman en el comercio y la hostelería de Zaragoza o se alojen en sus hoteles y, en definitiva, "generen economía". En este caso también saldría favorecida La Romareda porque dispone de más establecimientos y servicios a su alrededor. 

Mientras, Javier Monclús, de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura, se ha decantado por la opción del Parking Norte, como propone el grupo municipal de Podemos. Ha compartido los aspectos positivos de la actual ubicación, pero ha recordado que supondría una complicación extra al tener que compaginar la ejecución de las obras con los partidos y que, en caso de trasladarse, la venta del suelo reportaría beneficios al Ayuntamiento. Sin embargo, ha destacado que la accesibilidad de los terrenos de Ranillas también es buena, y que también hay vecinos que se desplazarían a pie desde el Actur o Parque Goya. 

"Sería un proyecto para un club de Primera, dentro de una estrategia de urbanismo sostenible, en una ciudad policéntrica y un espacio periurbano en transición", ha resumido. Además, ha mencionado el "relevante efecto simbólico" que tendría su posición junto a la Ronda Norte y al Ebro como imagen de la ciudad.

Los estadios españoles

Posteriormente, José Antonio Estepa y Santiago Elía, de la Escuela de Arquitectura y Tecnología de la Universidad San Jorge, se han centrado en las características más numéricas de los solares en los que se podría ubicar el estadio. En ambos casos sería posible la construcción de un campo de fútbol de máxima categoría, según han defendido, pero mientras que La Romareda implicaría más "contención", el Parking Norte permitiría incluso construir equipamientos adicionales y complementarios. El terreno que se podría utilizar en la actual ubicación del estadio alcanza los 48.000 metros cuadrados, mientras que en el Actur llega a los 148.000, tres veces más, aunque sus condiciones geométricas son algo más complejas.

La arquitectura del equipamiento es clave y es con lo que se deberá jugar una vez que se decida dónde se va a construir ya que, como ha demostrado Estepa con ejemplos gráficos, hay estadios como el Santiago Bernabéu que alcanzan los 81.000 espectadores y que cabrían en La Romareda y otros como el Wanda Metropolitano que tienen capacidad para 68.000 personas y están muy lejos de poder replicarse en ese espacio. Pero en Zaragoza, según ha dicho, "no es necesario" alcanzar cifras tan altas. Buenos espejos en los que mirarse serían, por ejemplo, el San Mamés de Bilbao (53.000) o el estadio del RCD Español (40.000). 

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