semana santa
Un triste tañer de campanas lleva el luto al corazón de Zaragoza
La Congregación de Esclavas ha visitado el sepulcro de San Cayetano y de San Nicolás.
Desde el barrio de San Pablo sonaba este sábado por la mañana el sonido de dos campanas que tañían por las calles del Casco Histórico de Zaragoza. La Congregación de Esclavas ha procesionado de la parroquia del Gancho para acompañar a su Virgen de la Soledad. Una mañana de luto por las principales calles de la ciudad.
Esta talla ha vuelto a vestir su hábito de terciopelo negro, sin corona ni joyas, pero aun así ha brillado con su naturaleza, atribuida a Carlos Palao Ortubia (1867). En sus manos solo portaba el pañuelo blanco y una corona de espinas. A pesar de su sobriedad atesora numerosos detalles, como una condecoración que se le concedió durante el reinado de Isabel II y los cristales del manto proceden de los vestidos de novias de algunas esclavas -solo mujeres pueden formar parte de esta congregación-.
Tras marcar el silencio en una mañana de compras en el Mercado Central, han llegado a Santa Isabel de Portugal para rezar ante el Cristo de la Cama. El sepulcro se ha instalado como otros años en el altar de la iglesia y hasta allí llegarán hermanos de todas las cofradías para rendirle una oración. El público también lo puede visitar, ya que permanecerá abierto durante todo el día.
Cada Semana Santa cambia la disposición y este año luce el Cristo de la Cama envuelto en un paño dorado y, tras él, la Virgen Dolorosa de Palao, vestida de negro. Grandes coronas de laurel han rodeado la cama, cubierta por un dosel. Además de la escena, también se pudieron ver algunos pasos que quedaban tras el Santo Entierro del viernes, los que no han regresado ya a sus sedes canónicas. De hecho, este sábado por la mañana se podía ver cómo algunos pasos comenzaban su vuelta por las calles aledañas de la real capilla.
El luto de la Congregación de Esclavas -fundada en 1866- ha continuado por la calle de Manifestación, Alfonso I y plaza del Pilar. Bajo un radiante sol han seguido su camino hacia el Boterón, donde han celebrado un acto litúrgico ante el Santo Sepulcro, que se encuentra en el monasterio de las Canonesas. Aquí han visitado el Cristo Yacente del Santo Sepulcro, custodiado por la cofradía del Santo Sepulcro. Desde por la mañana hacían turnos con sus capas negras y la cruz roja en las inmediaciones de la calle de Don Teobaldo para rendir honores a esta talla que data del siglo XV. Le han vuelto a velar entre tomillo y romero.
El sonido de las campanas ha sido el protagonista también en la vuelta de las Esclavas hasta su parroquia del Gancho, por las calles del Sepulcro, la plaza de San Bruno, la plaza de la Seo, calle de Don Jaime, Espoz y Mina, Manifestación y la avenida de César Augusto. Esta noche es el turno de la vigilia pascual, que organiza la hermandad de Cristo Resucitado en colaboración con el Arzobispado y el Cabildo. No se verán tallas, sino solo los guiones y estandartes de las 25 cofradías y hermandades.
