gastronomía

La taberna de Nano: vinagrillos, ibéricos y buenas conservas

El empresario Alberto Falcón apuesta en su primera andadura hostelera por un picoteo de calidad.

Alberto Falcón y Faíco, están al frente de La Taberna de Nano.
Alberto Falcón y Faíco, están al frente de La Taberna de Nano.
Eduardo Bueso

Francisco Barrau, más conocido como 'Faico' en el ambiente hostelero zaragozano, es el rostro más reconocible de La taberna de Nano (c/ Mariano Royo, 14. 657 906 513) que abrió sus puertas a finales de marzo. Junto a él, al frente del proyecto está el empresario Alberto Falcón, que nunca ha estado vinculado a la hostelería de forma directa, “aunque sí a través de algún familiar, pero desde hace tiempo me apetecía montar algo”.

Durante los peores meses de la pandemia estuvo en tratos para reabrir Casa Bertín en el Tubo, pero finalmente la idea no cuajó. “Luego surgió la oportunidad de coger esta pequeña taberna, y la verdad es que por sus características se adapta muy bien al tipo de negocio que queríamos poner en marcha”, comenta.

La tabla de ibéricos que se ofrece en la taberna.
La tabla de ibéricos que se ofrece en la taberna.
Eduardo Bueso

El local es pequeño, con cinco mesas altas y una barra muy rocera ahora que por fin ya se puede utilizar. “Me gusta mucho el vermuteo y los vinagrillos y esa era la idea original al montarlo; pero sin abandonar el modelo, al final hemos ido incorporando más cosas y la estancia se puede alargar bastante”, asegura.

Alberto y Faico lo han comprobado durante los primeros días de funcionamiento “en los que no hemos podido cerrar a mediodía de la avalancha de gente que ha habido”. Lo cierto es que los dos presumen de un círculo social amplio en el que tiene cabida una gran colección de amigos.

Alberto Falcón muestra la oferta de la apertura.
Alberto Falcón muestra la oferta de la apertura.
Eduardo Bueso

Lo que se han encontrado en La taberna de Nano ha sido un amplio surtido de vinagrillos clásicos y conservas de mucha calidad como el bonito del norte de costera o una buena salmuera. Otros productos de conserva con mucho tirón son el espárrago de Navarra y la alcachofa de Tudela. “Los cultivamos y embotamos nosotros, y también los vendemos a otros hosteleros”, asegura Alberto Falcón.

Pero lo dicho, la propuesta culinaria que emergió como idea original ha crecido prácticamente desde el primer día con nuevas incorporaciones. Es el caso de productos ibéricos como salchichón y chorizo, o jamón y lomo de bellota. De Aragón se ha hecho una buena selección de chacinas y adobos.

La taberna tiene una barra muy rocera y cinco mesas altas.
La taberna tiene una barra muy rocera y cinco mesas altas.
Eduardo Bueso

Las palomas o cueros son la base perfecta para emplatar la ensaladilla, y este es el formato que se ha elegido en esta taberna, donde el torrezno de Soria tiene gran protagonismo. “Es un picoteo clásico, pero a la gente es lo que más le gusta, volver a lo de toda la vida”, comenta ´Faico`.

En esa categoría también se incluye el 'guardia civil', que se ofrece en tres versiones: normal, picante y cabreado. Para degustar esta última hay que tener el paladar bien entrenado. “Es para valientes porque la carga de picante va por partida doble”, explican.

De momento, para animar el consumo, en la pizarra de Nano aparece la oferta de salchichón y chorizo ibérico y lomo de bellota, con dos cañas de cerveza, por 8 euros. “Está teniendo muy buena aceptación –aseguran–, es una forma de que la gente conozca los productos de calidad por los que nos queremos distinguir”.

A este muestrario se unen las tablas de queso, donde los grandes protagonistas son Cabrales, Roquefort y de oveja de leche cruda. Además, una de las tostadas que más aceptación está teniendo es la de queso de Mahón y sobrasada mallorquina.

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