SEMANA SANTA

Una noche de Lunes Santo completa y con el viento a favor en Zaragoza

Las salidas de todas las cofradías fueron acompañadas por un nutrido público que aguardó durante horas. La Dolorosa estrenó recorrido y Jesús Camino del Calvario procesionó en la nueva plaza de Santa Engracia.

Este lunes había tanto para ver por las calles de Zaragoza, que algunos amantes de la Semana Santa iban a toda velocidad de una iglesia a otra para no perderse ninguna salida de las siete procesiones que coincidieron en las calles. Salvo que gozaran del don de la bilocación era inútil el esfuerzo, pero sí pudieron seguir a los tambores y las imágenes en algún momento de su recorrido.

Afortunadamente no llovió como decían los agoreros, pero sí que sopló un fuerte viento que puso en apuros a quienes portaban incensarios o estandartes. El público volvió a responder de forma masiva y, por ejemplo, en el entorno de la iglesia de San Gil no cabía un alfiler hasta una hora antes del viacrucis de las Siete Palabras. Esta es siempre una de las citas más interesantes del Lunes Santo, si bien este 2022 adelantó su salida y acortó su recorrido concentrando estaciones. Por la plaza de José Sinués comenzaron a desfilar un sinfín de capirotes verdes –la cofradía calcula que participaron medio millar de hermanos– y se congregó también numeroso público para ver la peana del Cristo no solo en su salida sino también al paso por el arco del Deán y el paño mudéjar de la Seo, en la que es sin duda una de las fotografías más bonitas de la Semana Santa zaragozana.

También fue anoche un momento más que especial para los hermanos de Jesús Camino del Calvario que recuperaron su procesión de las Tres Caídas después de dos años en blanco y que pudieron estrenar la recientemente peatonalizada plaza de Santa Engracia. Al ritmo de los redobles salió la peana de Jesús en su Primera Caída portada a hombros por veinte terceroles en dos varales corridos lo que arrancó los primeros aplausos. Los vítores, las fotos y los gestos de emoción continuarían con la salida de los otros dos pasos, en una procesión que se fue encaminando hacia la iglesia de Santiago para regresar a Santa Engracia y que sirvió para que los hermanos pudieran quitarse la espinita clavada no sólo de los dos años sin procesionar sino también del Lunes Santo de 2019, cuando tuvieron que regresar a toda prisa con las tallas cubiertas por plásticos después de que arreciera una tormenta.

Un recuerdo de estreno

Minutos antes, y con absoluta puntualidad, el hermano cetro de la Hermandad de San Joaquín y la Virgen de los Dolores tocaba la puerta del colegio de Compañía de María. Así regresaba la Dolorosa a las calles de Zaragoza tras más de mil días sin marcar el paso lento en procesión a causa de la pandemia. Precisamente, lo hacía con una nueva salida en recuerdo de los se fueron a causa de la covid. Esta Semana Santa han vuelto a redoblar en Lunes Santo, pero no por las calles de San José como acostumbraban, sino por el centro de la capital, desde este colegio hasta el Hospital de Nuestra Señora de Gracia. Al inicio se recordó a aquellos que murieron durante la pandemia en el hospital, a miembros de la comunidad educativa que se fueron y a aquellos hermanos de la Dolorosa cuyos nombres ya están inscritos en las cruces ‘in memoriam’.

El incienso envolvió el negro hábito y el terciopelo, desde el guión hasta las hermanas de mantilla. La Dolorosa se estrenó en Lunes Santo por la calle de Canfranc, plaza de Aragón, Albareda y Ponzano, más o menos a la misma hora que salían sus hermanos del Calvario, con los que se unirán este miércoles en la plaza del Pilar en un ansiado Encuentro, no obstante, ya buscan alternativas si la lluvia impidiera la salida.

En la iglesia de San Miguel, y también en torno a la mágica hora de las nueve de la noche, el Nazareno hacía su aparición en la calle en una estruendosa procesión –de hecho, hubo hasta jotas– a pesar de que recientemente unos vándalos robaron parte de los instrumentos de su local de ensayo. Las tres imágenes que sacan los hermanos (el Cristo, la Conversión y la Virgen Dolorosa) volvieron a recorrer calles como Reconquista, Heroísmo o el Coso Bajo y protagonizaron imágenes de gran belleza frente a la iglesia de la Magdalena y en la plaza de la Seo.

También en los barrios

Este Lunes Santo también salieron a la calle otras tres cofradías, bien fuera en sus viacrucis por los barrios o en maratonianas marchas que les condujeron hasta el centro de la ciudad. Tal fue el caso de la Exaltación, que salió de su parroquia de Santa Gema con su paso Insignia poco antes de las 21.00. Los hermanos recorrieron cerca de cinco kilómetros antes de una recogida que preveían hacer en la Real Maestranza de Caballería ya pasada la medianoche. A sus fieles les enamoran tanto los primeros tramos de su recorrido –su cruce del Canal, íntimo e introspectivo– como las estampas más multitudinarias ya en la puerta del Carmen.

Los hermanos de las capas verdes de la cofradía de San Lamberto sacaron de la antigua ermita de Miralbueno a su precioso Jesús de la Soledad al ritmo de unos toques de tambor que se podrán escuchar este año en Madrid el Domingo de Resurrección. En el barrio vecino de Valdefierro la cofradía de la Llegada de Jesús al Calvario procesionó con su peana del Cristo de la Paz en torno a la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes. Los terceroles tuvieron que combatir al cierzo y guardar fuerzas para el Jueves Santo, cuando la Llegada protagoniza una de las procesiones más largas de Zaragoza: del barrio Oliver a San Cayetano. 

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