zaragoza

Los robos con violencia a manos de menores se disparan un 29% en Zaragoza

El año pasado se registraron en Zaragoza y provincia 191 casos frente a los 148 de antes de la pandemia, según datos provisionales de la Fiscalía de Zaragoza.

Dispositivo especial de la Policía Nacional y Local en zonas de ocio del centro de Zaragoza, en una imagen de archivo.
Dispositivo especial de la Policía Nacional y Local en zonas de ocio del centro de Zaragoza, en una imagen de archivo.
D. Marcos

"La Policía detiene a un joven de 17 años al que se le atribuyen nueve robos con violencia en establecimientos comerciales de las Delicias y La Almozara", "Detenidos dos menores en Zaragoza por un robo con violencia", "Arrestados dos menores por robar en una tienda de María de Huerva esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones", "Rosario de robos con violencia la noche de San Valero con el resultado de 9 detenidos" (uno de ellos cometido por tres chicas menores)... Son algunas de las noticias aparecidas recientemente en los medios de comunicación, que han alertado sobre unos delitos que tienen como protagonistas a adolescentes y que últimamente se repiten con mayor asiduidad.

Según datos (provisionales) facilitados por el fiscal jefe de Zaragoza, Felipe Zazurca, en 2021 se produjeron 191 robos con violencia o intimidación cometidos por menores de edad en Zaragoza capital y provincia frente a los 103 casos registrados en 2020. Suponen un incremento muy importante, del 85%, que hay que situar en el contexto de la covid, donde las estadísticas en todos los delitos bajaron notablemente por los meses de confinamientos y las restricciones de movilidad para frenar los contagios. En cambio, si se comparan con los 148 que tuvieron lugar en 2019 -un año normal, previo a la pandemia- representan una subida del 29%, una cifra menor pero no por ello menos preocupante.

Son los datos (entre otros) que ha remitido la Fiscalía de Zaragoza a la Fiscalía Superior de Aragón del TSJA y a la Fiscalía General del Estado, que servirán para elaborar la memoria que esta última presentará el próximo septiembre (en la que se recoge la actividad del Ministerio Fiscal durante el año anterior a su publicación).

Para el fiscal jefe, pasar de 148 robos con violencia en 2019 a 191 el año pasado es un incremento "serio" e "importante", que ha llevado a poner más medios. "La Policía está trabajando mucho en este tema y nosotros también colaboramos con ella", apunta Felipe Zazurca, que señala además que las medidas de internamiento en centros cerrados en menores han subido "un poco".

En cuanto al perfil de los menores que cometen este tipo de delito, el fiscal jefe habla de que en general son jóvenes de entre 15 y 18 años y que el desarraigo y el fracaso escolar suelen estar detrás. "Hay un número importante de gente venida de otros países; otras de segunda generación, que son tan españoles como nosotros; otros que son de aquí... Hay de todo. Y también está la captación de bandas, que a veces se organizan en torno a grupos de menores", explica.

"Estamos detectando sobre todo chavales que han tenido un descuelgue social muy importante por la pandemia"

"No es por necesidad"

También el fracaso escolar suele estar presente en la mayoría de los casos relacionados con pequeños hurtos o robos que ven en el Espacio Ariadna, que cuenta con dos centros en Zaragoza y otro en Teruel y que ofrece una atención ambulatoria a familias (padres e hijos) de todo Aragón. "Este año estamos detectando sobre todo chavales que han tenido un descuelgue social muy importante por la pandemia. El año del confinamiento en casa, demasiada presión familiar.. La manera que han buscado es encontrarse en el grupo y, como no pueden hacer actividades normalizadas, han dedicido jugar a este rol de la presión de las pandillas. Son chavales que en su mayoría han cometido el robo en grupo. No es un delito por necesidad sino una forma de marcar un territorio", informa su coordinador, Falo García.

El Espacio Ariadna de Zaragoza -que forma parte de la Fundación para la Atención Integral del Menor (FAIM)- atendió el año pasado a 263 familias por algún tipo de situación de conflicto con sus hijos/as (con edades comprendidas entre los seis y los 25 años). Y de los 217 chavales de 12 a 18 años con los que trabajó 23 habían cometido algún tipo de robo o hurto (17 chicos y seis chicas). Asimismo, el 99% de los jóvenes que atieden son españoles.

A él llegan chavales derivados por servicios sociales o por la fiscalía y también padres desbordados a la hora de corregir las conductas de sus hijos. Y ahí encuentran una atención terapéutica y socioeducativa a través del equipo de educadores sociales, psicólogos, maestros, técnicos de programas, médico e insertora laboral con el que cuenta el Espacio Ariadna.

García advierte de que últimamente les están llegando "bastantes" menores expulsados de institutos por robos. "Normalmente son hurtos bajo coacción. Algunos los atendemos aquí y otras veces lo que hacen los centros educativos es proponer a los padres que busquen ayuda extra; es cuando estos nos piden nuestra atención", afirma el coordinador de Espacio Ariadna.

Por delante tienen un trabajo "complicado" con los jóvenes y también laborioso con los padres. Como comenta García, se suelen agobiar mucho y meter mucha presión a sus hijos. "Estos vuelven a generar más interés por volver a salir a la calle y a hacer pequeños delitos por sentirse parte del grupo; por conseguir una pequeña cantidad de dinero simplemente por hacerse fuertes ante otro grupo u otro chico del barrio", añade.

Actuación desde la DGA

Por otro lado, los equipos que atienden en Aragón a los menores que han cometido un delito han intervenido con más de 10.000 chicos/as en la última década, según datos del Gobierno autónomico a fecha de marzo de 2020. En la mayoría de los casos se trataron de hurtos y lesiones.

En concreto, se trabaja con ellos a través de dos programas: el Equipo de Atención Educativa a Menores (EMCA), hasta los 14 años y que funciona desde el año 2003; y el Equipo de Medio Abierto (EMA), puesto en marcha en 1993 y que trata con menores que han delinquido una vez cumplidos los 14 años (algunos pueden estar en el programa más allá de los 18). Por el primero han pasado 2.638 chavales en ese tiempo y por el segundo, 7.886 chicos de 2010 a marzo de 2020. Y la mayoría de los menores eran de nacionalidad española.

Tal y como destacan desde el Departamento aragononés de Ciudadanía y Derechos Sociales, ambos programas tienen como base de trabajo la prevención, la atención integral al menor, a su entorno y a la víctima, así como la labor educativa para evitar la reincidencia. Además, apuntan que la Comunidad lidera en España las "mediaciones extrajudiciales" para intentar resolver los problemas evitando que los menores pasen por los tribunales.

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