Comunidad de Calatayud
Valtorres convertirá una casa municipal en una vivienda de alquiler
El Ayuntamiento invertirá 100.000 euros para paliar la alta demanda de arrendamientos que hay actualmente en el pueblo.
Valtorres, en la comarca de la Comunidad de Calatayud, se enfrenta, como otras pequeñas poblaciones, a la escasez de viviendas para alquilar a personas interesadas en asentarse en el municipio. Ante esta situación, han apostado por adecuar una casa de tres pisos, amplia, donada al Ayuntamiento para poder habilitarla por plantas y facilitar su arrendamiento a quienes buscan quedarse en el entorno. De esta forma, los planes del Consistorio pasan por invertir 100.000 euros en unas obras que tienen previsto empezar "pronto" en las dos alturas superiores para estar listas para su ocupación antes del verano.
"La falta de alquileres es un problema grave. Porque la mayoría de casas que están cerradas no se venden al tener unos precios muy elevados. Y esto es una pérdida para todos: para los propietarios, porque esos edificios se devalúan, y para quienes quieren venir pero antes de comprar buscan alquilar -resume la alcaldesa, Noelia Sánchez-. Si una casa está cerrada, empiezan a aparecer goteras, humedades… Si está habitada esas cosas se evitan".
A su juicio, un punto intermedio puede ser el alquiler con opción a compra. "Es una forma de que las personas interesadas en quedarse en el pueblo valoren si puede ser a largo plazo y los propietarios mantienen esa opción abierta también", incide. En el caso de este municipio, Sánchez reconoce que han recibido "muchas llamadas de muchos sitios de España, de Madrid y de Barcelona, a raíz de la pandemia".
Ante esta situación, asume que entre las alternativas que estudian está "hacer una bolsa de vivienda que sirva para facilitar el contacto entre personas que quieren vender y quienes quieren comprar". "Tenemos que ver cómo lo hacemos, pero es algo que nos beneficia a todas las partes", insiste. Entre las instalaciones más recientes está la de una pareja que buscaba alquilar y que ya llevan seis meses censados en la localidad, aunque confía en que el número aumente.
"El bar va a cerrar el día 12 y estamos buscando quién lo gestione. Tenemos varios interesados, pero estaría muy bien, al ir con las piscinas, que lo cogiera una familia -explica la regidora-. Las personas vienen gastan en el pueblo y también generan actividad, por lo que es algo bueno para todos". En el caso de la vivienda que pronto empezarán a reformar, cuentan con una ayuda de 48.000 euros de la Diputación Provincial de Zaragoza a la que pretenden sumar otras de ámbito estatal. Esperan sea la antesala de otra intervención para adecuar la planta calle.
