infraestructuras
Las tuberías de abastecimiento de agua de Zaragoza registraron 303 roturas durante el año pasado, un 7% más que en 2020
El Ayuntamiento todavía tiene pendiente de renovar el 22% de la red e invertirá 5,2 millones de euros hasta 2024
La red de suministro de la capital aragonesa registró 303 averías el año pasado. Fueron un 7% más que en 2020, cuando hubo 281, y la mayoría se produjeron, como suele ocurrir, en los meses de mayo, junio y agosto, debido a que los cambios de temperatura dilatan los materiales, sobre todo de la fundición gris –ya residual en la ciudad– y el fibrocemento, que son los más antiguos. Actualmente, el 22% de los 1.296 kilómetros de conductos están formados de estos materiales, por lo que se deben sustituir. Para ello, el Ayuntamiento de Zaragoza prevé invertir 5,2 millones de euros hasta 2024.
Desde el área de Infraestructuras recuerdan que es «imprescindible» llevar a cabo estas tareas, ya que muchas de esas tuberías, sobre todo las de fundición gris, que se utilizaba en Zaragoza a principios del siglo XX, y algunas también de hormigón armado, han llegado al fin de su vida útil, «lo que está ocasionando problemas de funcionamiento y obliga, en muchos casos, a dejar importantes tramos fuera de servicio».
Igualmente, se trabaja en la sustitución de los conductos de fibrocemento, ya que se trata de un material frágil, obsoleto e incluso dañino para la salud. A día de hoy, de los 1.296 kilómetros que conforman la red de abastecimiento, 265 son todavía de este tipo y, junto a los 22 de fundición gris, suponen el 22% de la malla. Por contra, las tuberías de fundición dúctil, el material que se emplea actualmente, más resistente y flexible, ocupa ya 854 kilómetros.
El año pasado, según datos del Consistorio, se sustituyeron seis kilómetros de conductos, dos más que en 2020. No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las tuberías juegan el mismo papel en la red de distribución. «No es lo mismo renovar 300 metros de una tubería estrecha de una calle con poco tráfico que cambiar 60 metros de una arterial de un metro de diámetro que discurre a 5 metros de profundidad», apuntan desde el gobierno municipal. Ambas son necesarias, pero las grandes requieren de operaciones más complejas y afectan a más usuarios. Precisamente, el presupuesto de 2022 –aún pendiente de aprobación– recoge un nuevo plan de inversión para actuar específicamente en la red arterial.
Reformas integrales
El borrador de las cuentas presentado por PP-Cs, además de las partidas habituales de conservación, incorpora una nueva plurianual para la renovación de estas tuberías, que son las que conducen el agua desde los depósitos a la red de distribución. En concreto, se prevén invertir 200.000 euros este año y 5 millones en 2023, con continuidad en el 2024.
«Tenemos una red muy extensa y antigua, por eso estamos haciendo un esfuerzo extra para avanzar en su renovación», apuntó la concejal de Infraestructuras, Patricia Cavero, que además recordó que a esto habrá que añadir todos los cambios que se hagan en las reformas integrales, como las incluidas en la denominada ‘operación calles’ (avenida de Navarra, Félix Latassa o Reina Fabiola) y otras como Osa Mayor o Santiago Lapuente, esta ya finalizada. «Estamos aprovechando para cambiar todas las redes del subsuelo y no solo lo que se ve, que es lo que se ha venido haciendo», añadió.
Ahora, se están renovando por 450.000 € dos tuberías arteriales en La Almozara de 1,4 y 1 metro de diámetro. Ambos conductos presentaban numerosas roturas y se encuentran a gran profundidad, hasta cinco metros bajo tierra. También se está sustituyendo una tubería en Gómez Laguna, en la salida de la potabilizadora.
El año pasado se intervino, entre otros puntos, en Vicente Berdusán, Escultor Palao y la autovía de Logroño. También se destinaron casi 500.000 € para mejorar otros elementos como llaves y trampillones, que facilitan el acceso a los trabajadores.
