Churrerías más famosas de Zaragoza: de Churrísimo a la Fama

Tradicionales, vanguardistas, artesanas, novedosas y populares. La ruta de las churrerías en Zaragoza huele que alimenta.

Churrería La Fama.
Churrería La Fama.
Heraldo

No hay mejor manera para combatir las frías temperaturas que un delicioso y caliente chocolate con churros. Se hace la boca agua solo con nombrarlo, más aún con verlo u olerlo. No obstante, hablamos de un producto atemporal, multitemporal, mejor dicho. Y es que, aunque bien es cierto que apetece más en otoño y en invierno, su sabor y concepto atrapa las papilas gustativas de los 365 días del año. El churro no tiene colores, aunque celebra untarse en el chocolate. 

Para desayunar y merendar, por qué no comer o cenar... Ahora, con el acicate de las redes sociales, concretamente la reina del postureo Instagram, las churrerías suenan más fuerte que nunca. En Zaragoza, tradición y vanguardia dibujan un mapa churrero envidiable.

Valga la redundancia, una de las churrerías más famosas de la capital es La Fama. Enfrente de la plaza del Pilar, el local se sitúa en la calle Prudencio, 25. Desde sus inicios como churrería ambulante en 1949 hasta hoy, como uno de los lugares referencia de la ruta del churro en la capital aragonesa, le colocan en una posición de altura. Ejemplo de tradición. ¿Y cómo ejemplo de vanguardia? Churrísimo, la churrería que fabrica los 'churrolazos'. Churros en forma de lazos con ingredientes añadidos. Sabores a oreo y chocolate blanco, lotus o choco crunch. Ubicado en calle Mayor, 1, este local fue abierto en diciembre.

Dando un giro de 180º y volviendo a las clásicas, hay que destacar las churrerías ambulantes que gobiernan las calles zaragozanas, con más presencia durante el tiempo actual. Famosa es la de la calle del Coso, junto a la Audiencia Provincial. El reconocible olor a churro también nos guía hacia el Parque Macanaz, junto al puente de Santiago, donde se destapa otra 'churrotrack'. En el Arrabal es popular La Bola de Plata, otra de las churrerías ambulantes de referencia.

En cuanto a churrerías por el centro de Zaragoza, tras el cierre de Valor de la plaza Sas, aún existen varias donde disfrutar. Churrería San Miguel, ubicada en la plaza que lleva su nombre; o Lalmolda, en la calle Méndez Núñez, un negocio familiar de 30 años de linaje que perfuma las calles del Casco con sus caseros churros con chocolate. Ambas son grandes opciones en esta delicatassen de la gastronomía.

Churros crocante de la Chocolatería Ulzama.
Churros crocante de la Chocolatería Ulzama.
Chocolatería Ulzama.

La artesanía se manifiesta en el proceso de Churrería Satur, avenida de San José, 124. Se trata de otro de los establecimientos con más tradición de la capital aragonesa, donde los churros con cobertura de fresa o los rellenos de Ferrero Rocher le hicieron popular entre el público atrevido. Otro referente es la Churrería Ulzama (calle Fueros de Aragón), en la que el churro de canela es su elaboración más querida. Con el afán de sorprender, Ulzama siempre ha añadido nuevos sabores a su carta. Otro ejemplo de vanguardia, de adaptarse a los paladares más exigentes.

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