zaragoza

El fiscal pide que el parricida de La Paz no vaya a prisión y pase 30 años en un centro psiquiátrico

Su abogada solicita que la medida se reduzca a siete años para evitar que la esquizofrenia que padece se agrave.

El homicidio se produjo el 28 de julio de 2020 en La Paz.
El homicidio se produjo el 28 de julio de 2020 en La Paz.
José Miguel Marco

El parricida de La Paz, Etiosa G. I., lleva en prisión provisional desde agosto de 2020, cuando fue detenido por causar la muerte de su padrastro, Antonio Ibar Ruiz, de cuatro puñaladas, y provocar una herida muy grave a su madre, Linda I. I. Pero el nigeriano tiene diagnosticada una esquizofrenia con ideación mística religiosa, por lo que ha pasado todo este tiempo en la enfermería del centro penitenciario de Zuera. El próximo martes se sentará en el banquillo de los acusados por este crimen, pero la Fiscalía ha solicitado que el joven no regrese a la cárcel. De hecho, propone que sea absuelto e internado en un centro psiquiátrico adecuado a su patología durante 30 años: 15 años por cada uno de los delitos cometidos.

Por estos hechos, ocurridos el 28 de julio de 2020 en el domicilio familiar, a Etiosa G. I. se le imputa un homicidio consumado y otro en grado de tentativa. El Ministerio Público recuerda en su escrito de acusación que el agresor, que no tenía antecedentes penales, discutió con su madre en la cocina cuando esta le pidió explicaciones por unos gastos en la cuenta corriente. Al parecer, a raíz de la pandemia, el encausado perdió su trabajo y le cogió dinero a su madre.

Un cuchillo de 29 centímetros

El agresor, que mide casi dos metros de altura y tiene mucha fuerza, esgrimió un cuchillo de 29 centímetros (16 eran de hoja) y acuchilló a su madre en el abdomen provocando su caída al suelo, aunque ella pudo salir de la vivienda y solicitar ayuda a gritos.

Cuando el marido de la víctima se acercó a socorrerla, su hijastro fue detrás de él y le asestó cuatro heridas con el arma blanca que resultaron mortales de necesidad. El homicida salió después a la calle desorientado. Al verlo, un vecino le pidió que regresara a casa con intención de poder auxiliar a su madre.

Cuando llegó la Policía al domicilio, ubicado en la calle del Teniente Coronel Moyano, en el barrio de La Paz, Etiosa G. I. esgrimía todavía el arma y decía cosas ininteligibles.De hecho, los agentes tuvieron que encañonarlo con sus armas reglamentarias para que depusiera su actitud y poder detenerlo.

El homicida estuvo casi un mes ingresado en el área de psiquiatría, unidad de agudos, del hospital Miguel Servet, donde fue tratado de un cuadro de psicosis esquizofrénica de carácter místico delirante y autorreferencial.

El fiscal reclama al acusado una indemnización de 60.000 euros para los herederos del fallecido; 5.000 euros para su madre; y otros 2.844 euros por el coste de la atención sanitaria. La abogada defensora, Raquel Ginés, se ha mostrado conforme con la petición de absolución del fiscal al aplicarle la eximente del artículo 20.1 del Código Penal, que se le reconoce por sufrir su trastorno mental.

Pero sobre la medida de internamiento, la letrada reclama que se reduzca a siete años, porque considera que es el tiempo suficiente para recibir el tratamiento adecuado a su patología. Aunque es un tiempo considerablemente inferior al que solicita el Ministerio Público, la abogada argumenta que «es lo más positivo para evitar la evolución y el empeoramiento de la enfermedad que sufre». Asimismo, la defensora agregó en su alegación «el grave impacto psicológico que puede ser causa del aislamiento social al que se encontrará sometido».

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