El Ayuntamiento de Zaragoza plantea calzadas a cota cero en las reformas de Sixto Celorrio y Cuarte

PP-Cs ultima los proyectos de la Operación Calles, que se licitarán tras el verano.

La calle de Sixto Celorrio, en el barrio del Arrabal.
La calle de Sixto Celorrio, en el barrio del Arrabal.
Toni Galán

Está previsto que después de verano salgan a licitación los proyectos de reforma integral de las siete vías incluidas en la denominada Operación Calles. Y, para lograr cumplir con los plazos, el Ayuntamiento de Zaragoza continúa trabajando, de la mano de las entidades vecinales, en los futuros diseños. Tras la avenida de Navarra (en su primera fase), Reina Fabiola y Félix Latassa, ahora es la calle de Cuarte, en Torrero, para la que se ha previsto una inversión de 681.000€, la que tiene ya su forma más dibujada. En el caso de Sixto Celorrio (978.000€), todavía se está trabajando en una solución que cumpla con las necesidades del barrio.

El objetivo del gobierno PP-Cs, que invertirá en total 11,4 millones de euros a través de la sociedad municipal Ecociudad, es licitar entre septiembre y octubre para iniciar las obras a principios de 2022. Cada calle llevará su propio ritmo, como explican fuentes del Consistorio, pero de momento se están cumpliendo los plazos previstos. En todos los casos, la concejal de Infraestructuras, Patricia Cavero, junto a técnicos y al equipo redactor de los proyectos, está manteniendo reuniones con miembros de la junta de distrito para analizar las propuestas de actuación y definir el mejor diseño técnicamente posible. También se está trabajando con Bomberos, Movilidad, Conservación, Residuos Urbanos y, entre otros, Parques y Jardines.

Más sitio frente a los comercios

Ahora, la calle de Cuarte se suma a la lista de las vías con los proyectos más definidos. Se actuará en 2.500 metros cuadrados entre Cabañera y la plaza de las Canteras. Y los objetivos ya están claros. En concreto, se quiere ampliar el espacio para favorecer la actividad comercial, mejorar la accesibilidad y el paisaje urbano, mantener la operatividad en el acceso a garajes y en las tareas de carga y descarga y adaptar la vía a la normativa de Bomberos.

Actualmente, como apuntan desde el área, es una calle con una calzada muy ancha (en algunos puntos de 4,8 metros), pero con aceras estrechas y apenas espacio peatonal frente a las tiendas. Aproximadamente, los vehículos ocupan más de un 70% y, además, el pavimento está "muy degradado". Por eso, se está trabajando en una propuesta que incluye plataforma única en su mayor parte, a excepción del tramo que va desde Cabañera hasta Depósito Alto. A partir de ese punto, se prevé que acera y calzada estén al mismo nivel para dar prioridad al peatón.

También se mantendrá una única banda de aparcamiento a distintos lados de la calle y se crearán zonas de descanso con bancos y arbolado de pequeño porte. Igualmente, la reforma integral incluye nuevo alumbrado led y el soterramiento del cableado, además de que se retirarán de las fachadas algunas farolas que introducen demasiada luz en los domicilios. Y, como en las otras seis calles, se renovará la red de saneamiento y abastecimiento.

Mediciones de tráfico

Sin embargo, todavía está en el aire cuál será el aspecto final de Sixto Celorrio, ubicada en el barrio del Arrabal. Aunque también hay una propuesta, actualmente se están llevando a cabo mediciones para contabilizar el tráfico medio que suele soportar la calle y determinar su viabilidad, ya que la junta de distrito planteó la posibilidad de hacer toda la vía a cota cero para mejorar la accesibilidad, aunque con una línea de aparcamiento. Según datos iniciales, entre 3.000 y 4.000 vehículos la atraviesan cada día.

En este caso, se actuará en 4.125 m² en el eje entre la plaza de San Gregorio y la ribera del Ebro, para mejorar la conexión peatonal entre el parque Tío Jorge y el puente de Piedra. Ahora Sixto Celorrio es, como indican desde Infraestructuras, una calle irregular en cuanto a su configuración y que varía mucho de unos tramos a otros. Las aceras miden 1,35 metros en los puntos más estrechos, mientras que en otros alcanzan los 6,6. E, igualmente, la calzada oscila entre los 2,7 y los 5,2 metros.

La propuesta en la que se está trabajando atiende la petición vecinal y plantea, como ocurre en la calle de Cuarte, un primer tramo de calzada segregada hasta García Arista y, a partir de ahí, plataforma única. No obstante, para implantar este diseño, que da prioridad al peatón sobre la circulación rodada, Movilidad considera "imprescindible" adoptar medidas para reducir el tráfico y garantizar la seguridad. Entre ellas estaría reordenar el sentido de circulación de algunas calles para quitar tráfico de paso por esta, algo que no convence mucho a los vecinos.

Una vez concluyan las nuevas mediciones que se están llevando a cabo, se revisarán las medidas a adoptar y se determinará el diseño final. 

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