patrimonio

La farmacia del Provincial celebra su 140 cumpleaños con la aspiración de convertirse en museo paralizada

La botica, con más de 2.300 piezas catalogadas, es la segunda más antigua de España y ha sido objeto de hasta tres tesis doctorales. En 1885 fue pionera en la lucha contra la pandemia del cólera.

El botamen de la antigua farmacia, con los dos morteros en primer plano.
El botamen de la antigua farmacia, con los dos morteros en primer plano.
Guillermo Mestre

Uno podría pasarse horas y horas admirando los frascos y leyendo las intrigantes etiquetas de muchas cajas y vasijas en las que figuran activos -hoy ya caducados- de ojos de cangrejo, esperma de ballena o centaura. Esto, por no hablar del mobiliario, con las hermosas vitrinas de madera y las mesas de mármol que, según consta en los archivos, costaron 25 pesetas en 1928. La farmacia del Hospital Nuestra Señora de Gracia, la más antigua de Aragón y la segunda de España, es una auténtica joya del patrimonio llamada a convertirse en futuro Museo de la Farmacia. Este proyecto, aunque ya se anunció en mayo de 2019, apenas ha avanzado y parece atascado a la espera de que pasen las sucesivas crisis, ya sean económicas o sanitarias.

“Es imprescindible que se dé a conocer para procurar también una mejor conservación. Esta farmacia ha sido objeto de tres tesis doctorales y hay muy pocas boticas que conserven tantas piezas como esta”, explica Ignacio Andrés, que fue durante más de 35 años el jefe de servicio de la farmacia del hospital.

Detalle de las balanzas de precisión de la antigua botica.
Detalle de las balanzas de precisión de la antigua botica.
Toni Galán

Aunque, de momento, este año no hay previsto ningún acto para celebrar la efeméride, Andrés continúa con sus investigaciones rastreando -por ejemplo- reseñas de la época en la que se inauguró la farmacia en los vetustos diarios clínicos de Aragón. Aunque se considera que 1881 fue el año de apertura de la botica, en realidad, su germen se remonta al siglo XV, cuando el hospital se encontraba en la plaza de España. En 1808, en plena guerra de la Independencia, se destruyeron las instalaciones, que fueron trasladadas a la ubicación actual, entre el edificio Pignatelli y la avenida de César Augusto. En 1881, hace ahora 140 años, nació propiamente la farmacia, que alberga grandes tesoros alquímicos de los especialistas en temas de salud de hace más de un siglo. De hecho, una de las primeras piedras de toque de la farmacia fue la pandemia de cólera de 1885, como puede comprobarse en las muchas actas conservadas. Entonces, los boticarios de Nuestra Señora de Gracia fueron pioneros en el tratamiento del cólera con sifones, pues la enfermedad provocaba la súbita deshidratación de los pacientes. En los papeles de la época se recogen las discusiones de los farmacéuticos de hace siglo y medio y, también, instrucciones sobre cómo habían de limpiarse y desinfectarse las letrinas, dado que el cólera provocaba una diarrea continua.

“Pocas farmacias tienen tanto que contar como la del Provincial. Y menos aún son tan completas y se sigue en activo trabajando en ellas más de un siglo después”, explica Andrés. No en vano, el hecho de que algunos profesionales continúen trabajando dificultaría la posibilidad de hacer visitas guiadas, como también se ha planteado en más de una ocasión la empresa de dinamización cultural Gozarte. No obstante, con un régimen de días y horarios definidos, podría visitarse este ansiado museo de la farmacia, de lo que ya hay algún ejemplo en España. Andrés destaca la de Gerona -la antigua farmacia del Hospital de Santa Catalina es considerada uno de los conjuntos más notables del siglo XVIII- o la Real Botica, cuyos orígenes se remontan a los desvelos sanitarios de Felipe II y que conserva preciados botámenes de la época de Isabel II.

Antigua farmacia del hospital de Santa Catalina de Gerona.
Antigua farmacia del hospital de Santa Catalina de Gerona.
Heraldo

La del Hospital Provincial tampoco se queda corta en los que a piezas se refiere, pues hace un par de años se catalogaron todos sus elementos y se confeccionó un inventario de 2.379 piezas utilizadas entre 1869 y 1945. La farmacéutica Carmen Palos Martín fue la gran instigadora de este trabajo, gracias al cual se limpiaron, midieron y fotografiaron todas las joyas de la botica. En las estanterías hay, por ejemplo, 463 antiguos medicamentos, 210 albarelos (85 de ellos con producto) y 414 envases de vidrio, ya sean frascos, botellas, bocales… Casi todo está expuestos y solo hay algunas probetas o frascos de suero que no se ven a simple vista. También de mención obligada son dos enormes morteros, que presiden la sala, que servían para triturar las hierbas y que tienen mucha historia. Uno está fabricado en piedra negra de Calatorao y era usado para hacer vaselina salicílica y otros ungüentos para tratar problemas de la piel. El otro está construido con el mismo bronce que se utilizaba para hacer las campanas de las iglesias de Zaragoza.

¿Más tesoros y curiosidades que merece ser conocidas? La botica tiene a buen recaudo balanzas de precisión, módulos para hacer supositorios, calculadoras manuales y una interesante bibliografía farmacopea española de 1817. También hay decenas de ilustraciones médicas, detrás de muchas de las cuales podrían esconderse grandes científicos como el caso de Ramón y Cajal, dado que su padre estuvo trabajando muchos años en el Provincial.

CATALOGACION E INVENTARIADO DE LOS PRODUCTOS Y OBJETOS DE LA ANTIGUA FARMACIA DEL HOSPITAL PROVINCIAL ( ZARAGOZA ) / 30/04/2019 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]][[[HA ARCHIVO]]]
Ignacio Andrés y Carmen Palos en la zona de la antigua farmacia Ríos.
Oliver Duch

Al esplendor y la belleza de la farmacia de Nuestra Señora de Gracia se suma también un extra añadido como es la antigua farmacia Ríos, que se trasladó hasta este espacio tras su cierre en la plaza de España en 1985. Conserva el mismo aspecto que tenía en el siglo XIX, con su mobiliario, sus elementos decorativos, la riqueza de su botamen… También quedan documentos de sus fórmulas magistrales y sus pócimas, cremas y ungüentos, lo que podría servir para reforzar este futuro museo, cuyo turno sigue aguardando a que no haya otras prioridades en el departamento de Salud. “En muchos otros países se ha luchado lo indecible por salvar este patrimonio. Aquí tenemos que hacer lo mismo para procurar un impulso definitivo a la apertura de un museo que garantice la supervivencia de todos estos tesoros", concluyen los implicados en el proyecto, que cuenta con el respaldo del Colegio de Farmacéuticos y la Academia de Farmacia Reino de Aragón.

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