zaragoza

Absuelto un vecino de Delicias al que acusaban de un secuestro por una deuda de 600 euros

La Fiscalía pedía seis años y medio de prisión para el acusado, que coincidió con el denunciante en una discoteca.

El absuelto, en la Audiencia, junto a su abogada, Soraya Laborda.
El absuelto, en la Audiencia, junto a su abogada, Soraya Laborda.
Toni Galán

La Audiencia de Zaragoza ha absuelto a un parisino residente en el barrio de Las Delicias al que se le acusaba de secuestrar en su propia casa a un conocido que le debía 600 euros «por unos gramos de marihuana». El hombre, de 37 años, se enfrentaba a una petición de la Fiscalía de seis años y medio de cárcel por los delitos de detención ilegal y de realización arbitraria del propio derecho. El supuesto rapto, que la sección Sexta no ha considerado tal, se produjo el 4 de diciembre tras una noche de marcha. Aquel día, el absuelto, V. F., se marchó de su casa a trabajar dejando la puerta cerrada, pero sin echar la llave, mientras la teórica víctima se quedaba durmiendo dentro del piso. Ambos habían coincidido el día anterior en una discoteca en la localidad de Alfaro (La Rioja) para acabar la noche juntos.

Al despertar –en el salón– y comprobar que en la casa solo estaba la novia del acusado, el denunciante habría tratado de salir del inmueble, encontrándose, según él, con la salida cerrada a cal y canto, algo que el tribunal considera «no probado». Ante esa tesitura, el que dijo ser víctima se descolgó «por una tubería adosada a la fachada», llegando a un patio interior del que salió colándose en un bajo con salida directa a la calle. De ahí fue directo a la comisaría para denunciar los hechos. Durante la sesión, los agentes que lo atendieron detallaron que se presentó «en un estado psíquico lamentable», pues «se le notaba muchísimo que estaba bajo los efectos de copiosa ingesta alcohólica y de drogas».

Los testigos niegan el relato

Los dos implicados se encontraron en la discoteca Crepúsculo de Alfaro (La Rioja) al principio de la noche, pero se separaron hasta la hora de cierre. Entonces, el investigado le reclamó al deudor los 600 euros que le debía, pero este solo llevaba encima 80 y no portaba la tarjeta de crédito. Pese a ese desencuentro, regresaron, al parecer, juntos a la capital aragonesa, acudiendo al domicilio del procesado «a fumar porros».

Los testigos de cargo negaron haber recibido mensajes de la supuesta víctima con peticiones de auxilio. En la misma línea, la que entonces era su novia incluso recordó que en esos momentos ni siquiera tenía teléfono móvil. Por todo lo anterior, el tribunal ha decidido tomar en consideración la petición de absolución planteada por la abogada defensora, Soraya Laborda.

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