tribunales en zaragoza

El jubilado de Calatorao confiesa ahora que abusó de 6 menores y lo intentó con más

El pederasta, de 72 años, reconoce durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza que iba a buscar a las chicas a la puerta del instituto y les ofrecía regalos o dinero a cambio de sexo.

El acusado, al que defiende el letrado Javier Osés, durante la primera sesión del juicio.
El acusado, al que defiende el letrado Javier Osés, durante la primera sesión del juicio.
Guillermo Mestre

Se cumplió el guion. Nunca había admitido haber abusado sexualmente de las menores con las que habitualmente quedaba, pero Melchor S. M., de 72 años, confesó ayer ante el tribunal que se aprovechó sexualmente de ellas a cambio de regalos, pequeñas cantidades de dinero o una simple hamburguesa. El jubilado y vecino de Calatorao reconoció que mantuvo relaciones completas con algunas de estas chicas, a las que no tenía reparo en recoger a las puertas de su instituto y con las que llegó a hacer incluso un trío. Porque él trataba de llegar siempre hasta el final, pero cuando las menores se resistían se ‘conformaba’ con una felación o con que le pasaran fotos o vídeos suyos desnudas. Y aunque se identificó solo a seis víctimas, dijo que lo intentó con más.

Como publicó HERALDO, la defensa, a cargo del letrado Javier Osés, y las acusaciones habían pactado un acuerdo que obligaba al pederasta a confesar todos y cada uno de los delitos que se le atribuyen, incluido uno contra la salud pública por suministrar estupefacientes a las víctimas. Y así lo hizo, consciente de que ello llevará hoy a la Fiscalía y a la acusación particular a rebajar la condena que pedían para él: 59 años de prisión, una pena sin precedentes por este tipo de delitos en Aragón.

Por los seis delitos que acusa al vecino de Calatorao, el Ministerio Público propondrá al final en torno a 32 años de cárcel, de los que nunca tendría que cumplir más de 18. Pero la defensa intentará que la condena sea incluso menor, ya que pedirá que se le aprecie la atenuante muy cualificada de reparación del daño –ha abonado 46.000 euros para indemnizar a las víctimas– y también la de confesión. De todos modos, será difícil que la Sección Tercera, encargada de dictar sentencia, aprecie esta última, ya que el reconocimiento de los hechos ha llegado en el momento del juicio. El objetivo del acusado, para quien también se pide el destierro, era no acabar sus días en prisión, y parece que los beneficios penitenciarios podrían permitírselo.

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