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"No lo secuestré, me fui a trabajar y lo dejé durmiendo con la puerta de casa abierta"

La Fiscalía pide 6 años y medio de prisión para un joven por retener presuntamente a un conocido para saldar una deuda. El acusado niega los hechos y su abogada, Soraya Laborda, pide su absolución.

El joven, este miércoles, en la Audiencia Provincial.
El joven, este miércoles, en la Audiencia Provincial.
Toni Galán

Una deuda entre dos jóvenes, una noche de marcha y un supuesto secuestro. V. F. se sentó ayer en el banquillo en la Audiencia de Zaragoza acusado de haber secuestrado en su propia vivienda a A. N. durante unas horas del 4 de diciembre de 2019. El encausado, para el que la Fiscalía pide 6 años y medio de prisión, negó los hechos y aseguró que la presunta víctima, que le debía 250 euros por un préstamo personal, se presentó en su casa voluntariamente tras coincidir una noche de sábado en la discoteca Crepúsculo de Alfaro (La Rioja). Según su relato, pasaron el domingo juntos y se echaron a dormir a última hora del día. El lunes, hacia las 7.15, lo dejó «durmiendo, con la puerta abierta» y no supo nada de las acusaciones hasta que la Policía lo detuvo.

La versión que sostuvo el presunto secuestrado, A. N., es bien distinta. Durante la sesión dijo que fue asaltado por el acusado cerca de la discoteca, donde estaba con su entonces pareja, y que le obligó a subir a punta de cuchillo a un coche. De este modo habría llegado al domicilio de V. F., en las Delicias. Su exnovia, interrogada por videoconferencia, afirmó ayer no tener constancia de los hechos: «No sé nada. He alucinado cuando me lo han contado». También negó haber recibido ‘whatsapps’:«En ese momento no tenía teléfono». La supuesta víctima aseguró ante el tribunal que fue atado y golpeado, que le requisaron el teléfono móvil, la tarjeta sanitaria y los 80 euros que llevaba encima. Todo para saldar una deuda «de unos 600 euros» que mantenía con el acusado «por unos gramos de marihuana».

Aseveró que se quedó dormido en el salón y que al despertar la puerta estaba cerrada. En el domicilio solo estaban él y la pareja del acusado, por lo que se escapó descolgándose «por una tubería» del patio interior, aprovechando que «la ventana de un bajo estaba abierta» para entrar en él y salir a la calle. Ningún vecino pudo corroborar esta versión.

Tras la huida, A. N. se dirigió a la comisaría de la avenida de Valencia para denunciar los hechos. Los policías que entonces le atendieron relataron que el joven se presentó «en un estado lamentable por el consumo de alcohol y drogas», y que incluso les «costó tomarle declaración». Negaron que presentara daños físicos derivados de cualquier golpe o atadura. Los funcionarios comprobaron que durante la noche hubo llamadas cruzadas entre los teléfonos de los dos jóvenes y un tercero. Los dos amigos que fueron con A. N. a la discoteca dijeron desconocer qué le sucedió y que al poco de llegar se quedó en la puerta con una chica y no volvieron a saber de él. A la hora de volver a Barbastro, de donde son naturales, le llamaron, pero al no obtener respuesta se marcharon. Ayer negaron haber recibido mensajes de auxilio.

¿Cómo viajó a Zaragoza?

Los únicos puntos de encuentro en las declaraciones de V. F. y A. N. son que coincidieron en Alfaro, que quedaron en que el lunes siguiente saldarían la deuda –aunque su tarjeta de crédito la guardaba uno de sus amigos– y que ese día el acusado se marchó temprano a trabajar. Eso sí, uno defiende que la puerta se quedó cerrada con llave mientras el otro sostiene todo lo contrario.

La abogada de la defensa, Soraya Laborda, que solicita la absolución de su cliente, manifestó en su alegato final que la declaración del testigo principal «hace aguas, no ha sido coherente en ningún momento y da una serie de datos que no se han podido corroborar», mientras la del acusado «ha sido coherente y razonada». Se preguntó «cómo va el testigo a estar retenido en una casa donde solo hay una chica» y recordó que su cliente «no tiene antecedentes por drogas».

La Fiscalía, que pide seis años y medio de prisión por los delitos de detención ilegal y de realización arbitraria del propio derecho, hizo especial hincapié en la imposibilidad de viajar entre Alfaro y Zaragoza a primera hora del domingo como sostén del relato de la presunta víctima.

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