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Zaragoza prevé convertir sus once grandes ejes comerciales en galerías peatonales al aire libre

El Plan Local de Comercio quiere replicar en las calles la fórmula de éxito de las grandes superficies y apuesta por crear supermanzanas, renovar el mobiliario urbano y digitalizar la oferta.

La avenida de San José, uno de los sectores elegidos para el proyecto de galerías comerciales.
La avenida de San José, uno de los sectores elegidos para el proyecto de galerías comerciales.
Toni Galán

El Ayuntamiento de Zaragoza se ha propuesto convertir los once grandes ejes de compras de la ciudad en galerías comerciales al aire libre. Es la principal apuesta del Plan Local de Comercio que ultima estos días el gobierno PP-Cs, y con el que se quiere dar un impulso a las tiendas de proximidad para que puedan competir con las grandes superficies. En concreto, se quiere dotar a las áreas elegidas de una fuerte identidad propia, reforzar su digitalización y mejorar y unificar sus características urbanísticas y de movilidad, con la pacificación de calles y la renovación del mobiliario y del pavimento, entre otras medidas.

El Consistorio quiere crear una imagen de marca global para el pequeño comercio de la ciudad, y once submarcas para otras tantas áreas de intervención: Casco Histórico, Centro, Damas, Universidad, San José, Arrabal, Actur, Las Fuentes, Delicias, Torrero y Casablanca. Pero la esencia del proyecto pasa por aplicar la fórmula de éxito de los grandes centros comerciales a las tiendas de proximidad. Es decir, «un ‘mix’ de operadores, una experiencia de compra vinculada al ocio, una identidad diferenciada y la comodidad peatonal y logística», en palabras de la concejal de Economía, Carmen Herrarte.

Todo ello, además, potenciando las compras al aire libre, en consonancia con las nuevos hábitos de seguridad sanitaria que ha traído consigo la pandemia de coronavirus. De hecho, la actual crisis ha retrasado la redacción y puesta en marcha del Plan Local de Comercio, cuya partida fue suprimida para hacer frente al agujero económico del transporte público y al incremento de gastos de acción social.

En cualquier caso, y a la espera de conocer la dotación que reservarán las cuentas de 2021, la coalición PP-Cs prevé empezar a actuar con dos pruebas piloto, todavía por concretar: una en alguna de las zonas más consolidadas (como Damas o el Casco Histórico) y otra en un área de las que requieren una mayor intervención (previsiblemente, en un barrio).

En primer lugar, el Consistorio zaragozano quiere crear una identidad de marca específica en cada eje comercial unificando la señalización, el mobiliario urbano, los veladores de los bares e incluso el pavimento «diseñados en función del carácter del propio barrio o zona», detalla el documento.

Aparcamientos y taquillas

En cuanto a las intervenciones urbanísticas y de movilidad, las de mayor calado y, por tanto, de mayor complejidad y coste, se apuesta por peatonalizar los ejes comerciales de forma temporal (los fines de semana, por ejemplo), crear supermanzanas para pacificar el tráfico, mejorar las conexiones con el transporte público y ofrecer nuevos aparcamientos tanto de rotación para los clientes como de carga y descarga. En este sentido, la logística es clave para el Ayuntamiento, que también prevé habilitar locales vacíos para el estacionamiento de bicis y patinetes, para la distribución de paquetes de proximidad o para la instalación de taquillas públicas.

Además, el gobierno municipal quiere aprovechar las aceras de las áreas elegidas, que se convertirían en una extensión del escaparate de los establecimientos, o albergarían mercadillos callejeros de productos locales. «Lejos de ser competencia, atraerían a clientes a las tiendas de la zona», apunta Herrarte. También se prevé una mejora de la iluminación en la vía pública, así como de las zonas verdes, en coordinación con el área de Servicios Públicos.

Por otro lado, el proyecto de galerías comerciales tiene un marcado carácter digital. Se plantea, por ejemplo, que los clientes puedan acceder a plataformas ‘online’ específicas de cada una de las once áreas para comprar desde casa en las mismas tiendas que se encontraría en la calle, o disfrutar de descuentos por el uso de las aplicaciones móviles que se lanzarán al mercado.

En cuanto a los comerciantes, además de diversificar los canales de venta, dispondrían de datos reales sobre los flujos de compra tanto ‘online’ como en sus calles, mediante la instalación de sistemas de medición de aforos en la vía pública. Estos datos también serán útiles para los propios clientes, que podrían conocer cuál es el grado de ocupación de los aparcamientos de cada zona, la afluencia de gente o la previsión meteorológica.

Finalmente, todas estas iniciativas se verían acompañadas de las correspondientes campañas de comunicación y márquetin, promociones tanto físicas como digitales para los clientes y formación para los comerciantes en materia de venta ‘online’, logística o especialización de producto, entre otros.

La coalición PP-Cs tiene previsto presentar el proyecto a final de mes, y comenzar el próximo año a redactar el plan director que orquestará estas medidas. La concejal de Economía defiende que se trata de «un proyecto de ciudad, no de gobierno», por lo que confía en lograr el respaldo del resto de formaciones. Lo dice consciente de que se trata de una apuesta a medio y largo plazo, ya que durante el actual mandato se prevé intervenir en dos de los once distritos comerciales.

Las tiendas aguantan la crisis: hay un 1,15% menos que en enero

Los trabajos previos del futuro Plan Local de Comercio incluían la elaboración de un detallado inventario del tejido comercial de Zaragoza que, por culpa de la pandemia, tuvo que retrasarse. Ahora, sin embargo, los datos recopilados sirven para comprobar la evolución de cierres y aperturas de negocios en medio de la actual crisis sanitaria y económica. Y los resultados indican que las tiendas está aguantando el golpe.

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, en la actualidad mantienen subida la persiana 6.170 tiendas, frente a las 6.242 que había en enero. Algunos sectores incluso han crecido, como el de la alimentación, que aumenta un 3,25%, aunque la tónica general es la estabilidad o el leve descenso. Los que más lo han sufrido son los establecimientos de equipamiento personal, que caen un 5,44% en estos meses de pandemia.

En cualquier caso, las cifras suponen un cambio radical respecto a la radiografía del comercio que se hizo en 2009 en la capital aragonesa. Por entonces había 8.494 tiendas en Zaragoza, es decir, un 27,3% más que en la actualidad. La anterior crisis económica, la proliferación de las grades superficies y, sobre todo, el auge del comercio ‘online’ ha motivado este desplome, con el consiguiente efecto en el mercado inmobiliario de locales. Por ello, el Ayuntamiento busca darles un nuevo uso.

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