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Linacero Rock & Burger: hamburguesas personalizadas en un espacio emblemático

El nuevo establecimiento zaragozano, ubicado en el número 20 de la calle San Miguel, abría sus puertas hace apenas una semana a pesar de la pandemia.

Discos Linacero es hoy Linacero Rock&Burger, en la calle San Miguel de Zaragoza.
Discos Linacero es hoy Linacero Rock&Burger, en la calle San Miguel de Zaragoza.
C.I.

Como ha ocurrido a tantos y tantos proyectos de emprendedores aragoneses, la historia de Linacero Rock & Burger surge antes de que nadie pudiera imaginar que hoy estuviéramos viviendo la situación de crisis sanitaria que vivimos. Sin embargo, a pesar del miedo y de la incertidumbre, son muchos quienes, como explica Luis Linacero, han decidido “tirar para adelante”.

Ubicado en el número 20 de la calle San Miguel, en el local que durante 40 años albergó la mítica tienda de Discos Linacero, el nuevo establecimiento abrió sus puertas el pasado 3 de diciembre. “Seguimos manteniendo la esencia y la filosofía de la historia del local pues es algo que nos identifica y que lo ha hecho siempre en esta ciudad”, reivindica el empresario. Por eso, en sus paredes, encontramos múltiples referencias a algunos de los artistas que más han marcado la escena musical de la capital aragonesa.

Las paredes del establecimiento todavía rezuman música. Mauricio Aznar, Enrique Bunbury, Kaseo O o Amaral son tan solo algunos de los artistas que podemos encontrar en alguno de sus rincones de la mano de algunas de las publicaciones de la revista Linaceroexpress que durante varios años fue testigo de todo lo que ocurría en el panorama musical de la ciudad. “Queríamos rendir una especie de homenaje a la década de los 90, aquel momento en el que llegamos a tener cuatro tiendas de discos y un almacén, y a repartir 25.000 ejemplares gratuitos de nuestra revista”, destaca.

“Llevábamos varios meses trabajando en la reforma del local. Intentamos retrasar la apertura todo lo posible porque imaginamos que la situación no duraría mucho tiempo, pero viendo que se alargaba decidimos abrir”, explica.

Por eso, y debido a que el proyecto nace tras nueve meses de pandemia, Linacero Rock & Burger está completamente adaptado a la era covid, apostando desde el minuto uno por los nuevos formatos en auge -aunque de manera forzosa- como el take away o el delivery -el cual estará en marcha en unos días-. “Por ahora tan solo contamos con un par de mesas en la fachada y aprovechamos la cercanía de nuestro otro local, Linacero Café, –ubicado en la calle Arquitecto Magdalena, 4- para que nuestros clientes puedan esperar allí los pedidos mientras toman algo”, afirma.

En cuanto a la propuesta gastronómica que ofrecen, su carta cuenta con 16 recetas de hamburguesas totalmente personalizables que fusionan sabores de todo el mundo. “Contamos desde una hamburguesa aragonesa con borraja en tempura, hasta una azteca -algo picante- o una moruna”, explica el gerente de la hamburguesería.

La propuesta de este local son las hamburguesas personalizadas.
La propuesta de este local son las hamburguesas personalizadas.
C.I.

La personalización de cada uno de estos platos consiste en elegir entre varios tipos de relleno -entre carne de ternera, pollo crujiente, filete de atún o la versión vegana-, así como el pan o la cerveza. “Queríamos traer un concepto nuevo a la ciudad y que cada uno de nuestros clientes encontrase la combinación que se adaptara mejor a su paladar”, asevera Linacero.

La peor crisis de todas

Y aunque este local nace en plena pandemia, esta familia también ha vivido en primera persona el drama de las distintas fases con Linacero Café, local que abrió sus puertas hace 15 años. “Está siendo una experiencia muy dura. Se han puesto en marcha fórmulas como ERTES o el ICO pero al final han quedado muchas cosas en el aire. Los trabajadores lo están pasando mal y tenemos que estar ahí, y los ICOS al final hay que devolverlos, pero los gastos se han generado en un momento en el que poco podíamos hacer por salir adelante”, critica el hostelero.

Además del café y del nuevo restaurante, la familia Linacero regenta una de las pocas tiendas de discos que sobreviven en la capital aragonesa, que se encuentra ubicada en el centro comercial El Caracol. “Hemos vivido la crisis del disco, la caída de las ventas de discos desde el auge de internet, también la crisis financiera del 2008… Sin embargo, ninguna ha sido como esta. Para mí es la más difícil de todas pues el enemigo es desconocido y no tenemos herramientas para enfrentarla”, reflexiona.

Por eso, en su opinión, la única opción es adaptarse y “encontrar ese espacio donde refugiarnos hasta que pase la tormenta”. Sin embargo, Linacero recuerda que los gastos durante estos meses han sido constantes, incluso durante el momento de cierre inicial: “Tener un local a puerta cerrada no es más que un agujero que se hace cada vez más grande. Trabajamos día a día para levantar una torre muy poco a poco. Una vez que se cae, es muy difícil volver a levantarla”. Y aún con todo, el empresario se muestra positivo y esperanzado ante el futuro. “No es momento de lamentarse ni de mirar atrás. Toca mirar hacia adelante y remar como se pueda”, concluye.  

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