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El juez del crimen de Movera da por bueno que al presunto sicario lituano le tradujera un ruso y no anula su declaración

El instructor del caso del crimen de Movera explica que el detenido por el homicidio de la joven vecina de Movera  nunca dijo no entender lo que le preguntaban.

El crimen se cometió en las puertas de esta vivienda de Movera.
El crimen se cometió en las puertas de esta vivienda de Movera.
Guillermo Mestre

La declaración que prestó Aivaras S., lituano detenido por participar en el homicidio de la vecina de Movera María Marian, es completamente válida, a pesar de que la hizo asistida por un ciudadano peruano traductor de ruso. Para el juez instructor, aunque el intérprete no era de su idioma no se produjo indefensión, ya que, a su juicio, el detenido fue consciente de los hechos que se le imputaban y de los derechos que le asistían como detenido. Por esa razón, desestima el incidente de nulidad que presentó su abogado.

El investigado fue identificado en junio de 2019 como uno de los tres sicarios que en noviembre de 2018 accedieron a la finca de la urbanización Torre Urzaiz de Movera donde residía la víctima, esperaron escondidos a que regresara con su coche de hacer compras y al bajarse del vehículo, la mataron de un disparo. La Policía barajó varias hipótesis como móvil del crimen, entre ellas la relacionada con el tráfico de drogas, ya que la pareja de la víctima cumplía condena por un delito contra la salud pública.

Durante la inspección del lugar del crimen los agentes localizaron un guante de látex junto a la valla de la finca en la que los homicidas habían hecho un agujero. El análisis del guante reveló que contenía el ADN de Aivaras S., de 38 años. Este indicio, unido a que la geolocalización de su teléfono móvil lo situaba en Movera, llevó a su detención. Esta se produjo a las 20.15 del 26 de junio de 2019 en la calle de Sant Jaume de Cambrils (Tarragona). Un cuarto de hora después, al arrestado se le leyeron sus derechos en español y sin intérprete alguno. Luego, fue trasladado a Zaragoza, donde se le tomó declaración asistido por un intérprete de ruso.

Durante el interrogatorio, el abogado de oficio pidió una copia del atestado y, como le fue denegada al estar las diligencias secretas, hizo constar su protesta, pero no dijo nada sobre el idioma que hablaba el traductor. En ese momento, según el juez, Aivaras S. no se limitó a negarse a contestar a las preguntas de la Policía, como suele ser habitual, sino que hizo una "completa" declaración y con detalles.

Como le planteó el actual abogado de Aivaras S., Juan Monclús Ruiz-Galbe, el instructor reconoce que es cierto que es de origen lituano; que cuando se le leyeron los derechos no tuvo intérprete y que el que le asistió en la comisaría era un traductor de ruso. Sin embargo, concluye que, aún admitiendo a efectos dialécticos que lo anterior pudo constituir una irregularidad, el alcance de esta sería meramente formal y no tendría la suficiente entidad como para suponer una indefensión y anular su declaración. Explica que el detenido, que está en prisión preventiva, fue informado en Zaragoza de sus derechos y dispuso de asesoramiento.

Recuerda que Aivaras S. conocía los hechos que se le imputaban. "Buena prueba de ello –dice– es que en su declaración contó lo que estimó oportuno sobre los mismos, su nivel de participación o la de los otros coimputados, por lo que mal puede decirse que en ese momento no era consciente de los hechos que se le imputaban ni que hubiera algún inconveniente lingüístico".

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