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Zaragoza ve «poco probable» abrir en junio las piscinas de verano
El Ayuntamiento, que prevé limitar los aforos, bajará las tarifas si tiene que recortar el servicio.
El Ayuntamiento de Zaragoza cree que es «poco probable» que la campaña de piscinas de verano empiece como estaba previsto el 6 de junio. Así lo aseguró este martes la concejal de Deportes, Cristina García, que explicó que el gobierno PP-Cs está trabajando en diferentes escenarios, en función de cómo evolucione la crisis sanitaria del coronavirus y de las directrices que marquen las autoridades sanitarias. El más extremo contempla incluso que no se puedan abrir las instalaciones este año, aunque la edil confía en que, al menos, se pueda dar servicio a partir de julio o agosto.
«Trabajamos sobre un futuro incierto», reconoció García en la comisión del área celebrada ayer en el Consistorio, donde detalló que no está descartada la apertura el 6 de junio ni tampoco el cierre total durante todo el verano. «Nuestro objetivo es abrirlas al público», avanzó la concejal, que con esta previsión ha reactivado las labores de mantenimiento en las instalaciones públicas de la ciudad, de tal forma que, llegado el caso, se pueda estrenar la temporada en el menor tiempo posible.
«Abrir el 6 de junio es poco probable, pero se podría hacer en julio y agosto, o solo agosto», comentó la responsable del área de Deportes. En este sentido, García recordó que «el cloro es desinfectante y puede ser una ventaja» para permitir el uso de las piscinas. Además, y dada la crisis económica asociada a la pandemia, el gobierno municipal quiere ofrecer esta alternativa de ocio para las familias más vulnerables. «Este año, mucha gente no podrá irse de vacaciones, es importante darles este servicio», indicó la concejal de Ciudadanos tras una pregunta de Podemos-Equo.
Medidas de seguridad
En cualquier caso, si el Ayuntamiento puede finalmente estrenar la temporada, se hará con medidas extraordinarias de control y seguridad para evitar la propagación del Covid-19. La principal herramienta que utilizará en ese caso el gobierno municipal será la limitación de los aforos.
No será esta una medida extraña para los zaragozanos ya que en julio y agosto suele haber centros deportivos tan saturados (La Jota o Alberto Maestro) que cierran temporalmente los tornos y, conforme hay bañistas que abandonan la instalación, se va permitiendo el acceso a nuevos usuarios. La normativa municipal establece que en las zonas verdes debe haber como mucho una persona por cada cuatro metros cuadrados de césped, y en los vasos, una por cada dos metros cuadros.
En consecuencia, el Consistorio reducirá las tarifas de acceso habituales. «Se van a limitar los aforos, por lo que no podemos exigir los mismos precios», comentó García. Habitualmente, la campaña de abonos se lanza a mediados del mes de mayo, pero este año se verá previsiblemente afectada.
Prórroga para los abonos de temporada de las cubiertas
El Ayuntamiento de Zaragoza compensará a los 4.830 usuarios que poseen un abono anual de las piscinas cubiertas municipales con la prórroga de su vigencia por los mismos días que el pase ha permanecido inactivo debido al cierre de las instalaciones por la crisis sanitaria del coronavirus.
Cuando las piscinas cubiertas puedan reabrir, estos abonos volverán a activarse y sumarán esos días de forma automática, sin necesidad de hacer ninguna gestión, según detallaron fuentes municipales. De los 4.830 abonos, aproximadamente la mitad (2.410) son de personas mayores de 65 años. Hay 2.267 de adulto (de 19 a 65 años) y 153 abonos de jóvenes de hasta 18 años.
En cuanto a los cursillos de Zaragoza Deporte (tenis, gimnasia, natación, actividades acuáticas…), la sociedad municipal ha puesto en marcha el proceso para la devolución de la parte proporcional de la cuota correspondiente al periodo de suspensión de clases por la emergencia sanitaria. Se abonarán dichas cantidades de forma automática en los casos en los que se cuente con la información precisa para poder hacerlo.
