tribunales en zaragoza

El juicio por la filtración de un examen del Salud en Zaragoza tendrá que esperar

El acusado, un informático del hospital Miguel Servet de Zaragoza para el que piden 4 años de cárcel por pasar supuestamente las preguntas a su mujer, iba a ser juzgado este lunes. Pero un problema de salud de su abogado obligó a aplazar la vista.

El acusado, este lunes, en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado, este lunes, en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

La Audiencia Provincial tenía previsto juzgar este lunes a Antonio L. M., el informático del Hospital Miguel Servet para el que el Salud pide cuatro años de prisión por colarse en el ordenador que usaba el tribunal de una oposición para robar presuntamente las preguntas del examen y pasárselas a su esposa, que obtuvo la mejor calificación: 97,33 sobre 100. Sin embargo, un problema puntual de salud impidió al abogado de la defensa acudir a la vista, para cuya celebración los magistrados de la Sección Sexta buscan ahora una nueva fecha.

Los hechos que han llevado al funcionario del Gobierno aragonés al banquillo de los acusados se remontan al 10 de mayo de 2018, fecha en la que se conoció la relación de opositores que habían superado la prueba teórica en la convocatoria destinada a cubrir siete plazas de especialista en Nefrología. Una de las aspirantes acertó 108 de las 110 preguntas, un resultado que por inusual y extraordinario despertó las sospechas del tribunal. El Salud inició entonces una investigación interna que confirmó que uno de sus informáticos se había aprovechado de su puesto de trabajo para favorecer a su esposa.

Tras concluir que el funcionario había incurrido en una falta disciplinaria «muy grave», dada la gravedad del asunto, la administración dio cuenta de lo sucedido a la Fiscalía Provincial. Analizadas las pruebas, esta entendió que el informático podría haber cometido un delito de revelación de secretos y denunció el caso en los tribunales.

Desde el primer momento, Antonio L. M. lo ha negado absolutamente todo y asegura que se le acusa únicamente en base a «suposiciones». Según este, no se respetó la cadena de custodia de las pruebas y se vulneró «de forma deliberada» la legislación. Cuando fue citado a declarar ante el instructor del caso, asistido por su letrado, Javier Osés, el funcionario se negó a colaborar en el interrogatorio y se limitó a insistir en su inocencia. Por ello, habrá que esperar a que se celebre la vista para saber cómo justifica realmente lo ocurrido.

Suspendido de empleo y sueldo

El acusado, Antonio L. M., trabajaba como técnico de gestión de sistemas en el Hospital Miguel Servet, puesto del que fue apartado provisionalmente cuando una información interna concluyó que había robado presuntamente el examen de una oposición para filtrárselo a su mujer. La instructora del expediente disciplinario calificó la conducta de muy grave y propuso que se le castigase con la pérdida definitiva de empleo.La vía administrativa está paralizada a la espera de sentencia firme.

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