sucesos en zaragoza

Calle Pignatelli: once disparos a oscuras y tres heridas de bala en la rodilla

Los policías que abrieron fuego contra un joven que les atacó con un machete de 44 centímetros en un portal de la calle Pignatelli de Zaragoza han decidido denunciar al tiroteado por tentativa de homicidio.

Marcados en la pared de la escalera, tres de los once disparos que efectuaron los policías en el portal del número 76 de la calle Pignatelli de Zaragoza.
Marcados en la pared de la escalera, tres de los once disparos que efectuaron los policías en el portal del número 76 de la calle Pignatelli de Zaragoza.
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El informe del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Aragón sobre el tiroteo registrado la madrugada del pasado 30 de junio en el número 76 de la calle Pignatelli, al que ha tenido acceso HERALDO, revela hasta qué punto varios agentes se jugaron la vida para tratar de detener a un delincuente que acabó abalanzándose sobre ellos con un machete de 44 centímetros de hoja. Sobre todo, porque Jamal E. M. –de 37 años y con siete detenciones anteriores– se refugió en un portal sin luz y aguardó la llegada de los policías agazapado en el segundo rellano de la escalera.

Gracias a sus linternas, los funcionarios comprobaron que el marroquí ocultaba uno de sus brazos detrás en la espalda, por lo que supusieron que escondía algún arma y extremaron las precauciones. Le pidieron varias veces que se entregara, pero no lo hizo. Y cuando el delincuente estaba a apenas dos metros de uno de los agentes, sacó el machete y se lanzó sobre él con la clara intención de clavárselo.

La reacción de Jamal E. M. puso a prueba los reflejos de los policías, que se vieron obligados a abrir fuego para neutralizarlo. Según refleja el informe de Homicidios, estos efectuaron un total de once disparos, tres de los cuales alcanzaron al agresor en la rodilla derecha. Pese a ello, este último no depuso su actitud y siguió amenazando a los policías hasta que otro funcionario que llegó de refuerzo entró en el portal y le golpeó con la defensa reglamentaria para reducirlo.

A los disparos sucedió una lluvia de botellas de cristal rotas desde uno de los edificios contiguos, lo que obligó a las patrullas a hacer uso de los escudos de protección. En cuanto al tiroteado, al ver que sangraba abundantemente, uno de los funcionarios usó un botiquín para taponarle las heridas hasta que llegó la ambulancia del 061. Interrogado después por lo ocurrido, el agresor dijo no recordar ni que llevara el machete, que fue intervenido y puesto a disposición judicial.

Cuatro de los Policías intervinientes se han personado ahora en la causa contra el delincuente por tentativa de homicidio.

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