La ordenanza de patinetes se estrena con dudas y la exigencia de más carriles bici

La ordenanza de circulación de patinetes se estrenó este martes en Zaragoza y, como cada vez que entra en vigor una nueva regulación, la jornada se caracterizó por las dudas, algún despiste y varias reivindicaciones. En este caso, los usuarios de este tipo de vehículos de movilidad personal, en auge en los últimos meses, cumplieron mayoritariamente con la principal restricción, la que impide utilizar las aceras para sus desplazamientos. Sin embargo, advirtieron de algunas lagunas del nuevo texto y, sobre todo, reclamaron la instalación de carriles bicis en aquellas zonas donde su ausencia supone una barrera de paso.

Entra en vigor la ordenanza que prohíbe ir por la acera en patinete eléctrico

Con la nueva regulación, los usuarios de patinetes solo pueden desplazarse por los carriles bici y por las calles de una calzada y sentido, mientras que quedan excluidos de las aceras y de las avenidas. Y ahí viene el problema. El acceso a barrios enteros, como La Almozara, queda vetado para estos vehículos, ya que no cuentan con ninguna infraestructura que permita introducirse en el distrito.

Igualmente, la enorme pastilla urbana en torno al cruce de los paseos de María Agustín y de Pamplona con la avenida de César Augusto también supondrá a partir de ahora un reto para los usuarios: la circulación se articula a través de grandes vías sin pacificar y los carriles bici brillan por su ausencia. «Me parece bien dejar las aceras para los peatones, pero tienen que mejorar las conexiones en muchos sitios porque si no, nos tendremos que bajar para ir andando», lamentaba ayer José Miguel Catalán en Gran Vía.

Aunque desde el Ayuntamiento de Zaragoza defienden que la ciudad cuenta con una red de carriles bici de 130 kilómetros de longitud y que el 80% de las calles son pacificadas y, por tanto, aptas para los patinetes, los vecinos de los barrios de nueva creación tampoco lo tendrán fácil con la nueva ordenanza. «En Valdespartera, casi todas las calles son de dos carriles y no tiene muchos carriles bici», advierte Guillermo Royo, presidente de la Asociación Zaragozana de Usuarios de Vehículos Eléctricos y de Movilidad Personal (Azuvemp).

Desde este colectivo avisan, además, de que la nueva regulación tiene ciertas «lagunas» que «habría que corregir» para evitar confusiones a la hora de moverse en patinete por Zaragoza a partir de ahora. Por ejemplo, señalan que algunas calles de una sola calzada y sentido, aptas por tanto para estos vehículos, se desdoblan en dos carriles. Así ocurre en Doctor Cerrada, Hermanos Gambra, Galán Bergua... «Tenemos que trabajar para que se cambie la redacción de la ordenanza, o para que se considere una excepción para poder circular por allí, por que es más peligroso parar en seco para seguir a pie», argumenta Royo.

Algo similar ocurre con aquellas vías de un carril que desembocan en rotondas de dos. «Creemos que no habrá problemas con la Policía en estos casos, pero es una posibilidad y sería mejor dejarlo por escrito», propone el portavoz. Para ello, el Consistorio previó la creación de un grupo de trabajo que se reunirá cada seis meses para analizar la aplicación de la nueva normativa y estudiar posibles modificaciones.

Concienciación

Mientras tanto, la Policía Local recordó que «no existen periodos de gracia», por lo que desde ya se debe cumplir con lo estipulado en la nueva ordenanza. Sin embargo, las primeras jornadas tras la entrada en vigor de cualquier normativa de este tipo se suelen destinar a la concienciación de los usuarios, más que a la imposición de multas.

Tanto el Ayuntamiento de la capital aragonesa como el colectivo Zaragoza en Bici disponen de mapas precisos que indican cuáles son las vías e infraestructuras disponibles para circular adecuadamente en patinete, que pueden ser muy útiles para los usuarios. Pero este no es el único aspecto que regula la ordenanza. El estacionamiento de estos vehículos también se restringe. En concreto, los patinetes eléctricos se equiparan ahora a las bicicletas y motos, es decir, se pueden dejar anclados al mobiliario urbano o sobre las aceras siempre y cuando no obstaculicen el tránsito peatonal o de vehículos ni el acceso a inmuebles.

Además, el Ayuntamiento ha establecido una restricción adicional en el Casco Histórico, donde los patinetes compartidos solo se pueden estacionar en alguno de los 140 aparcamientos específicos, para proteger la movilidad peatonal en un barrio caracterizado por las calles estrechas. Desde la Policía Local señalan que si se desobedece esta normativa se retira el vehículo con la grúa.

Koko y Reby ya suman 1.550 vehículos

Las dos empresas concesionarias del servicio de patinetes compartidos, Reby y la antigua Koko (ahora Circ tras un periodo en el que se denominó Flash), suman ya entre ambas una flota de 1.550 vehículos de los 1.700 que por contrato deben tener operativos en Zaragoza antes de este domingo día 9.

La UTE formada por Reby Rides y Novo Rehum, que se estrenó este mes en la capital aragonesa al conseguir una de las licencias otorgadas por el Consistorio, ha desplegado sus 850 patinetes por todos los barios de la ciudad, tal y como obligaba la licitación. Desde la empresa, que ofrece diferentes promociones estas primeras semanas, se mostraron este martes «satisfechos» con la implantación en Zaragoza y con el uso de sus patinetes, que destacan por su posibilidad de anclaje.

Por su parte, desde la antigua Koko destacaron su cambio de denominación. A partir de ahora, y tras la compra de la empresa por parte de la firma Flash, sus patinetes naranjas se llamarán Circ. En cuanto al número de vehículos desplegados en la capital aragonesa, rondan los 700, con la intención de alcanzar las 850 unidades previstas esta semana sin mayores problemas, señalaron desde la compañía.

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