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Casablanca mira con expectación el desarrollo del solar de Embarcadero usado como parquin

La parcela, de cerca de 14.000 metros cuadrados y que sirve ahora como aparcamiento, podría albergar en un futuro viviendas, una zona verde y un equipamiento deportivo.

Solar en la calle Embarcadero de Casablanca que se utiliza como aparcamiento.
Leyre Ruiz

El gran solar de la calle Embarcadero, en el barrio de Casablanca de Zaragoza,  sirve en la actualidad a cientos de vecinos y visitantes como aparcamiento. Sin embargo, dentro de un tiempo podría tener un uso completamente diferente, ya que sus más de 14.000 metros cuadrados podrían albergar, en un futuro no muy lejano, viviendas, una zona verde y un equipamiento deportivo. Este último constituye una de las reivindicaciones más antiguas de los vecinos del barrio, que lamentan no poder contar con ninguna instalación deportiva de carácter público.

La noticia llegó al barrio hace escasamente un mes, cuando el Ayuntamiento de Zaragoza anunció que daba luz verde a un viejo proyecto en el que están involucradas tres administraciones: el Gobierno central, la DGA y el consistorio. En concreto, el Ayuntamiento ha previsto el desarrollo de una zona verde y un equipamiento deportivo en un suelo de más de 3.400 metros cuadrados. Una actuación que se completará con la construcción de bloques de pisos e incluso un aparcamiento subterráneo.

No obstante, y a pesar de que entre los planes del consistorio está el de satisfacer una demanda vecinal con cerca de medio siglo de antigüedad, desde la Asociación de Vecinos Tomás Pelayo de Casablanca se muestran recelosos y reconocen que están “a la expectativa”. “Es el solar de las ocurrencias. Se viene hablando del asunto de las viviendas desde hace mucho tiempo, hay ideas pero no dinero”, apunta Gonzalo Martínez, presidente de la entidad.

El solar pertenecía a la Confederación Hidrográfica del Ebro en la década de los 90, pero fue cedido a la DGA años después y, desde hace una década, muchas han sido las negociaciones que han mantenido el ejecutivo autonómico y el consistorio para darle una salida. “En época de Juan Alberto Belloch ya demandamos que la DGA y el Ayuntamiento llegaran a un acuerdo para que el consistorio pudiera hacer un polideportivo”, señala Martínez, que cree que la construcción del equipamiento deportivo “podría haber llegado antes”, ya que quienes lo defendían hace cincuenta años son ahora muy mayores.

Por el momento, la única función que cumple el solar desde hace años es la de aparcamiento. Tiene capacidad para más de 400 vehículos y en él no solo estacionan residentes del barrio que no disponen de garaje, sino también vecinos de otras poblaciones cercanas. “Hay mucha gente de pueblos como Cadrete, María de Huerva o Cuarte que viene hasta aquí en coche, lo aparca y coge el tranvía para ir al centro”, explican desde la asociación. Por eso no saben hasta que punto los vecinos estarían dispuestos a renunciar a esta explanada gratuita en la que dejar sus coches y piden que se tenga en cuenta su opinión para el desarrollo de los futuros proyectos. “No sé si la gente del barrio ve del todo bien que quiten aparcamientos. Tendrían que contar con la gente que lleva aquí toda la vida, porque no nos han dado ningún tipo de información”, lamenta Martínez.

Además, el representante de la asociación recuerda que, aunque hace un par de años se instalaron focos para iluminar la parcela, todavía hay alguna actuación pendiente con la que se podría mejorar la zona. “Lo de las luces nos gustó, porque había habido algún pequeño robo y los focos altos cubren bien todo el espacio, pero aún queda una parte sin asfaltar que cuando llueve se encharca”, señala.

“Lo de la Fuente de los Incrédulos es vergonzoso”

A la espera de que los nuevos equipamientos se materialicen, la asociación continúa luchando para subsanar las carencias que presentan otras zonas del barrio. Es el caso de la Fuente de los Incrédulos, que data del siglo XVIII y lleva varios años sin funcionar por culpa de los actos vandálicos. La Confederación Hidrográfica del Ebro la restauró en 2013 invirtiendo cerca de 35.000 euros, pero los surtidores pronto dejaron de manar. “Es vergonzoso. Hace cuatro años algunos gamberros echaron piedras en los desagües y desde entonces, la fuente no funciona. Además, como no funciona, la han ido vandalizando y se han llevado los caños”, denuncia Martínez.

Por último, señalan también “ciertas deficiencias” en el camino de La Junquera, en el que hace un tiempo señalizaron un paso de cebra pero que todavía carece de aceras en todo su recorrido.