Sucesos en Zaragoza

La Policía halló el pene amputado tras seguir un rastro de sangre de 200 metros

El trastorno que padece la víctima, de nacionalidad inglesa, y el interrogatorio de sus compañeros de piso apuntan a una posible autolesión. 

Los vecinos siguen atónitos ante el suceso ocurrido el pasado viernes en la calle de Calatayud en Zaragoza en el que un vecino, presuntamente, se cercenó el pene y deambuló sangrando por la calle. Este martes todavía quedaban restos de sangre en la acera en el lugar donde estuvo el pene cercenado.

El hombre que fue localizado con el pene amputado el pasado viernes por la tarde en Zaragoza podría haber muerto desangrado de no haber sido asistido inmediatamente por los agentes de la Unidad de Refuerzo Flexible de la Policía Local, la antigua UAPO, primero, y por los sanitarios del 061, después.

La patrulla acudió a la intersección de Gran Vía con Goya después de que varios ciudadanos llamaran al 092 para comunicar que un hombre se hallaba en este céntrico enclave de la capital aragonesa sangrando abundantemente. Cuando los agentes se acercaron al herido, de 33 años y nacionalidad inglesa, este les manifestó que pocos minutos antes se había cercenado a sí mismo el miembro viril en su vivienda.

Debido a la hemorragia, el hombre estaba semiinconsciente y no ofreció muchos más detalles, pero los funcionarios iniciaron enseguida las averiguaciones. Mientras un agente se quedó junto al herido taponándole la herida y esperando a la uvi móvil, sus compañeros siguieron un visible reguero de sangre en la vía pública.

El rastro les llevó hasta un piso situado en la calle de Calatayud, a unos 200 metros del lugar en el que se hallaba la víctima, una distancia que habría recorrido solo y a pie. En el inmueble, un piso de alquiler por habitaciones en el que conviven varias personas, los policías encontraron el pene dentro de una bolsa de basura.

Lo recuperaron y se lo entregaron a los sanitarios de la ambulancia, que lo trasladaron junto al herido al servicio de urgencias del hospital Miguel Servet. Ayer, fuentes sanitarias se negaron de nuevo a ofrecer datos médicos del hombre, por lo que se desconoce si el miembro se le ha podido reimplantar, así como su estado de salud actual.

El mismo viernes, el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón abrió una investigación para esclarecer los hechos y se entrevistó con dos compañeros de piso.

Una mujer manifestó a los investigadores que sobre las 19.00 del pasado viernes, cuando se produjeron los hechos, no se encontraba en la vivienda, pero el otro hombre les explicó que sí estaba en su habitación en ese momento y, aunque al parecer no vio ni escuchó nada, la víctima acudió a su dormitorio antes de salir a la calle y masculló algo así como "ya lo he hecho".

Ambos testimonios, sumados a que la víctima tiene diagnosticado un trastorno psicótico esquizofrénico y está en tratamiento médico, hacen que Homicidios se incline por una posible autolesión. En cualquier caso, la investigación policial aún continúa abierta.

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