Los profesores de hostelería del IES Miralbueno exigen una reforma integral

Durante 2017, el centro ha protagonizado varias noticias a causa de la presencia de roedores, goteras y problemas en su infraestructura. Una situación que catalogan de insostenible.

Concentración de profesores del IES Miralbueno ante el edificio Pignatelli
Los profesores de hostelería del IES Miralbueno exigen una reforma integral
C.I.

“Hemos estado mucho tiempo siguiendo los cauces establecidos y los trámites ordinarios, pero ya está bien de esperar”, con esta clara afirmación se presenta Enrique Barrado, profesor de cocina y pastelería del IES Miralbueno, que desde hace más de un año ha protagonizado numerosos episodios de movilizaciones a causa del mal estado de sus instalaciones.

Todo empezó en abril de 2017, a raíz de la aparición de un roedor en las cocinas del centro. A partir de ese momento comenzaron las concentraciones, cacerola y sartén en mano, las reuniones y búsqueda de soluciones. “Soluciones que no llegan y que se han traducido en parches que ya no son suficientes”, advierte el profesor.

Esta semana, el profesorado del centro se concentraba por vez primera en la puerta del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, con una pancarta que rezaba ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ –en inglés-. “El objetivo es recordar que existimos, que aunque no se nos atienda seguimos allí”, critica Barrado, que hace alusión a las numerosas promesas incumplidas que se les han formulado desde las instituciones: “La situación es insostenible”.

“En 2007 se nos presentó un proyecto de en el edificio Luis Buñuel, con planos sobre la mesa. Aquello se paralizó y hubo otro proyecto en otro colegio en Miralbueno. Tras tantas promesas al final lo único que nos queda es una enorme frustración”, critica Barrado, que asegura que el gran reto diario en sus aulas pasa por tratar de transmitir la pasión y alegría que sienten por su profesión en cada clase: “Intentamos que no nos pueda el entorno, cualquier otra persona en ese ambiente se habría venido abajo pero tenemos gente entusiasta y competente, y tenemos ganas de hacer cosas”.

Por eso, la plantilla descarta paralizar las clases, ya que “los únicos afectados serían los alumnos”, y plantea nuevas movilizaciones a lo largo del curso escolar. “Tendemos más concentraciones pero iremos variando el menú, no hay otra solución que no sea la reforma. Sabemos lo que no queremos: seguir allí”, concluye, al tiempo que recuerda que los trabajadores del centro “siempre hemos estado dispuestos a trabajar, pero de una manera adecuada y digna que nos permita mantener unos mínimos de calidad en la enseñanza”.

Por su parte, los alumnos, que han capitaneado las movilizaciones hasta la fecha, aseguran aplaudir la iniciativa de sus profesores, y pretenden sumarse a las próximas concentraciones. “No tenemos las herramientas que necesitamos para sacar adelante nuestro trabajo, un trabajo que cada día ponemos a prueba en un restaurante con menú ‘A la carta’ que prueban varias personas”, explica Miguel Ángel Camino, representante de los estudiantes, que actualmente cursa 2º de Grado Medio de Cocina y Gastronomía.

“Es algo constante, nada más llegas a los vestuarios se te cae el alma a los pies. Tenemos unas instalaciones obsoletas, poco espacio, aulas que no están preparadas. Tenemos tan poco utillaje que tenemos que hacer turnos para utilizarlo entre nosotros”, critica el estudiante, que destaca la labor del profesorado que, cada día, “se las ve y se las desea para poder sacar los servicios adelante”.

Por eso, el representante estudiantil asegura que comenzarán a movilizar al resto de alumnos de los grados de hostelería y cocina para animarles a que se sumen a las acciones reivindicativas. “Aunque somos conscientes de que es algo que va a llevar su tiempo, si ellos van hacia adelante, nosotros también”, concluye.

Todos a una

Por su parte, desde la dirección del centro aseguran apoyar las movilizaciones de trabajadores y alumnos del instituto. “Se trata de un edificio muy viejo, de más de 50 años, que presenta una serie de problemas de los cuales algunos tratamos de solventar con la autonomía que tenemos como centro, pero otros nos resultan imposibles de acometer”, afirma Germán Bernal, jefe de estudios del I.E.S. zaragozano. “Solicitamos al Servicio Provincial que se solucionen las anomalías y averías reclamadas y que se tomen las medidas pertinentes”, asevera.

En cuanto a la Asociación de Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Ies Miralbueno, donde se representa a estudiantes tanto de cualquier Formación Profesional del centro como del propio instituto, aseguran que el estado del edificio es algo que afecta a todo el alumnado. “Hay problemas de goteras, de insonorización… lo normal en un edificio de más de 50 años en el que se han realizado las inversiones mínimas. Y eso es algo que complica mucho el día a día”, asegura José Ángel Ayensa, presidente del AMPA.

“Somos conscientes de que no es cosa de un día, pero en algún momento le tendrá que tocar a nuestro instituto”, añade el representante, que asegura que van a iniciar una serie de reuniones con la dirección del centro para ver qué camino seguir. “Creemos que es algo de justicia”, concluye.

Finalmente, desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón recuerdan que en los dos últimos años se han invertido más de 50.000 euros en este centro, dedicados a mejoras y a la renovación de cocinas del edificio. Una partida que se suma al dinero que recibe anualmente el centro para llevar a cabo las tareas de mantenimiento. Asimismo, ha informado de que ya se ha licitado el proyecto para rehabilitar las cubiertas, trabajos que se realizarán una vez se resuelva este concurso y se disponga del proyecto.


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