urbanismo

Un reventón obliga a derribar dos casas de Alcañiz y amenaza los edificios contiguos

Los daños estructurales derivados de filtraciones de agua mantienen desalojadas a cinco familias.

Vecinos de la zona afectada por las filtraciones, preocupados por el deterioro de sus casas.
Vecinos de la zona afectada por las filtraciones, preocupados por el deterioro de sus casas.
Violeta Pellicer

Los técnicos del Ayuntamiento de Alcañiz han determinado en sus informes que es necesario derribar dos de las ocho casas de la calle Trinidad cuyos cimientos se vieron afectados por el reventón de una tubería vieja municipal. Hay cinco familias desalojadas desde el 3 de marzo, cuando de la noche a la mañana aparecieron grandes grietas en sus casas y hubo que apuntalarlas.

Las dos viviendas que van a demolerse, el número 16 y el 18, estaban desalojadas. Una de ellas es propiedad de una familia que vive en la misma calle y en la otra hace años que no vive nadie. Ambas presentan grandes grietas, tanto en el interior como en sus fachadas. Los edificios más afectados se encuentran en la parte alta de la calle, aunque gran parte de las casas de ese mismo lado de la calle presentan grietas.

Las actuaciones a realizar en el resto de las viviendas afectadas son, por el momento inciertas. "Habrá que esperar a ver qué ocurre tras las demoliciones", indica el teniente de alcalde Eduardo Orrios, señalando que en esa calle "las casas se sostienen las unas a las otras". No se descarta que haya que hacer más demoliciones.

La situación está causando preocupación y miedo entre los vecinos. "Nadie me dice nada y he visto que han aparecido grietas en la calle que antes no había", comentaba este jueves una mujer que habita una vivienda muy próxima a las desalojadas. Los primeros sondeos revelaron que el agua había erosionado los cimientos de las viviendas entre los dos y los cuatro metros de profundidad, en función de la zona, y que la situación de la calle sería muy parecida. De hecho, de las recientes muestras obtenidas del suelo, se ha extraído barro entre los dos y los 10 metros de profundidad.

La vivienda de Mario Pereira linda con el último de los edificios desalojados. "A mí me han dicho que puedo seguir viviendo aquí, pero en marzo, cuando desalojaron a mis vecinos, en mi casa también aparecieron grietas", explica mientras señala las paredes afectadas de su casa. Varias de las grietas se encuentran en el pasillo de entrada al domicilio. Las más grandes, en el salón. Estas últimas han provocado que se le haya bloqueado la puerta de acceso al balcón. "Me han dicho que mientras no vayan a más, que no haga nada". En algunas de ellas tiene colocados unos palillos como testigos, junto a las marcas que los técnicos hicieron cuando fueron a verlas. A Mario le preocupa perder la vivienda en la que invirtió «todos los ahorros». "Mi mujer está muy asustada, teme que se caiga la casa", indica.

Mario Pereira muestra las grietas que han aparecido en su casa, cerca de los inmuebles que serán demolidos.
Mario Pereira muestra las grietas que han aparecido en su casa, cerca de los inmuebles que serán demolidos.
Violeta Pellicer

Las máquinas están trabajando a diario desde marzo. Las primeras actuaciones consistieron en la inyección de resina para solventar la inestabilidad allí donde se habían erosionado los cimientos. La mayoría de las casas de la calle Trinidad, en el casco antiguo de Alcañiz, tienen muchos años y comparten muros, por eso, la inestabilidad de varias de ellas y de la propia calle, contribuye a que se vean afectadas en conjunto.

Desde el Ayuntamiento señalan que Aquara, la empresa gestora del agua y el alcantarillado es, como responsable, la encargada de correr con todos los gastos de obras y desalojos. Orrios recuerda que el Consistorio, pese a no ser parte implicada en el origen del problema, se está encargando de los informes técnicos y ha buscado el alojamiento, en apartamentos y hoteles a los afectados.

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