Monroyo, el pueblo más alto del Matarraña, quiere acabar con las casas vacías

El Ayuntamiento de la localidad turolense de Monroyo se ha puesto manos a la obra para lograr que el pueblo cuente con una oferta de casas de alquiler que ayude a fijar población. La iniciativa intenta dar respuesta, en especial, a los jóvenes que quieren quedarse a vivir en el municipio tras encontrar un trabajo, pero que no pueden hacerlo en muchos casos porque no hay pisos en arrendamiento y carecen de ahorros para comprar una vivienda.

Desde hace tres meses, el Consistorio elabora un catálogo que incluye las casas que están a la venta y aquellas que han quedado en desuso. Del centenar de viviendas que hay en la localidad, cerca de una decena tienen en su balcón el cartel de ‘se vende’ y otras muchas, en ocasiones casonas señoriales de interés histórico y artístico, están cerradas y amenazan ruina.

“No hay dinamismo inmobiliario y esta situación nos impide dar una solución a la gente que nos llama comentando que quiere vivir en Monroyo y que necesita un piso; tenemos un problema”, advierte el alcalde, Miguel Gascón.

Contactar con los dueños

El propósito del Ayuntamiento es contactar con los dueños de las casas que están vacías y animarles a que las pongan en alquiler. Además, el Consistorio no descarta comprar viviendas antiguas y rehabilitarlas acogiéndose a ayudas anunciadas por el Gobierno aragonés en esta materia. En ocasiones, se trata de casa solariegas de gran superficie cuya restauración requiere de una gran inversión, pero que, divididas en pisos, podrían ser acondicionadas y habitadas.

“Necesitamos sobre todo vivienda en alquiler porque los jóvenes que se quieren emancipar no tienen 250.000 euros para hacerse una casa”, destaca Gascón. “Lo importante es que estas personas no se vayan a vivir a otro municipio”, añade.

En Monroyo, que con su casco urbano a 857 metros sobre el nivel del mar es el pueblo más alto de la comarca del Matarraña, hay empleo. La localidad, con solo 340 vecinos, cuenta con tres hoteles, dos de ellos de lujo y uno de estos últimos con cinco estrellas, el conocido como La Torre del Marqués. La agricultura y la ganadería son otros dos pilares de la economía del municipio. “Esta zona es muy bonita y tiene unas vistas muy buenas debido a su altura, por eso recibimos turismo”, subraya el alcalde.