El Ayuntamiento de la capital turolense, con la colaboración de la Diputación Provincial de Teruel, estudiará el comportamiento de las aguas subterráneas en la zona donde el pasado 13 de junio se hundió un edificio de cinco plantas dejando a más de 20 familias sin vivienda, si bien, milagrosamente, no hubo que lamentar víctimas .

Los técnicos realizarán mediciones a lo largo de la calle de San Francisco –donde se ubicaba el inmueble que colapsó– y del Camino de la Estación, una vía urbana paralela a la anterior, pero situada a menor altura. Está previsto que los trabajos comiencen el próximo mes de marzo y se prolonguen durante meses, pues se trata de conocer los cambios que experimenta el nivel freático de la zona ante episodios de lluvias, nevadas, deshielos y cambios estacionales.

Según explicó este miércoles el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Teruel y responsable del área de Urbanismo e Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, las conclusiones que arroje el análisis "resultarán útiles" para averiguar si las aguas del subsuelo están afectando a las redes de saneamiento y si son las causantes de las inundaciones que sufren algunos garajes de la zona.

Cruzado destacó que se han realizado estudios similares en otros puntos de la ciudad, pero nunca en la calle de San Francisco y el Camino de la Estación, dos importantes vías urbanas que reciben agua de las laderas próximas al estar situadas en la parte baja de Teruel, muy cerca del cauce del río Turia.

Los afectados por el derrumbe del edificio número 21 de la calle de San Francisco siempre han manifestado sus sospechas de que las filtraciones de agua estén detrás del hundimiento del inmueble y están llevando a cabo averiguaciones para intentar determinar si fue esa u otra la causa del siniestro.

Juan Carlos Cruzado subrayó que el objetivo del estudio es "conocer la evolución del nivel freático para ver si puede estar influyendo en el estado de la calle". Incidió en que el propósito es "tener más datos sobre la zona".

Una red "obsoleta"

La portavoz del grupo de trabajo vecinal creado para frenar el deterioro del Barrio del Carmen –al que pertenece la calle de San Francisco–, Elvira Martín, valoró que "todos los estudios deben ser bienvenidos", pero cuestionó que analizar el comportamiento del nivel freático sea una competencia municipal. "El Ayuntamiento tiene que trabajar en lo suyo, que es corregir una red de saneamiento obsoleta que no tiene bien resuelta la recogida de aguas pluviales", manifestó Martín.

La portavoz vecinal relató que su garaje se inundó dos veces el año pasado y que en ambos casos el agua que penetró en el inmueble tenía cloro, lo que, a su juicio, indicaría que esta procedía de la red de agua potable de la ciudad. "Es una red antigua que necesita mantenimiento", subrayó.

Fueron los geólogos que realizaron los sondeos con georradar en el lugar del derrumbe para concretar cómo llevar a cabo el desescombro del edificio quienes aconsejaron hacer un estudio del nivel freático de la zona, que se encuentra a 12 metros de profundidad. Para cumplir con esta prescripción, se colocarán 11 medidores en total, ocho en la calle de San Francisco y tres en el Camino de la Estación.