sanidad
La DGA quiere equipar los hospitales de Teruel y Alcañiz en 2024 para abrirlos al público en 2025
El montaje de los centros sanitarios de la capital y Alcañiz durará un año y requerirá de una inversión millonaria.
El nuevo Gobierno aragonés prevé en sus presupuestos para 2024 destinar un importe al equipamiento de los hospitales de Teruel y Alcañiz, las infraestructuras públicas más destacadas de la provincia en los últimos 15 años. Aunque no se trata de cuantías específicas para este fin, pues figura en partidas de carácter general del capítulo VI, destinado a inversiones, la asignación supone el desbloqueo del montaje de ambos centros sanitarios, reclamado por los agentes sociales en los últimos meses para evitar nuevas demoras en unos edificios sanitarios cuyos anteproyectos datan de 2007 y que se encuentran en la actualidad en la recta final de su construcción.
La medida ha llevado aparejada la reprogramación de la puesta en marcha de los dos hospitales, prevista en la anterior legislatura para mediados de 2024 una vez que a finales de 2023 hubiesen concluido las obras. Pero este año llega a su fin y los trabajos no han terminado. Si bien están más adelantados en Alcañiz, en Teruel aún está por licitar la construcción del búnker que permitirá poner en funcionamiento el prometido servicio de radioterapia.
En ambos faltan también los accesos. En el futuro hospital de Alcañiz acaban de comenzar las obras del vial, con un plazo de ejecución de 14 meses –durarán todo 2024–, mientras que en el de Teruel ni siquiera se han adjudicado los trabajos, que se prolongarán durante un año y medio. A la par y para minimizar el desfase temporal entre los edificios y sus conexiones, la DGA quiere llevar a cabo el equipamiento de los dos centros.
En el de Alcañiz ya está elaborada la memoria de necesidades e incluso ha salido a concurso la compra de algunos materiales y aparataje. En el de Teruel, todavía se está elaborando el listado del nuevo instrumental que será necesario. En ambos casos, el equipamiento durará un año y precisará de una actuación millonaria. Solo el acelerador lineal de Teruel costará en torno a dos millones de euros. A todo ello habrá que sumar el transcurso de dos o tres meses para revisar la obra y subsanar deficiencias si las hubiera.
Así las cosas, el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, fija para la próxima Semana Santa la entrega de la obra del hospital de Alcañiz y su apertura, para mediados de 2025. El centro sanitario de la capital turolense podría estar construido en el segundo semestre de 2024 y empezar a recibir pacientes a finales de 2025.
Pero, tras los sucesivos retrasos de ambas obras, médicos, sindicatos y vecinos expresan su temor a que el nuevo calendario de actuaciones también sufra tropiezos. El presidente del Colegio de Médicos de Teruel, Jesús Martínez Burgui, estima que "han sido muchos años y en estos últimos no nos han dicho toda la verdad ni se han tomado en serio las obras; esperemos que no haya más demoras". Calcula que la renovación del aparataje y el mobiliario –las camas articuladas del Obispo Polanco de Teruel están obsoletas– será "importante", lo que podría alargar el plazo de equipamiento.
Martínez Burgui pide que, a partir de ahora, "se trabaje" para terminar lo antes posible los hospitales, "porque son necesarios y hay que mirar al futuro en sanidad". Defensor a ultranza de que las habitaciones hospitalarias sean individuales, se suma a la reivindicación unánime del Ayuntamiento de Teruel para que el nuevo centro sea ampliado con 54 estancias de una cama.
«Somos escépticos»
Desde el sindicato médico Cesm declaran su "escepticismo" ante la fecha de puesta en servicio del hospital de Teruel. "Después de todo lo ocurrido, tomamos los plazos con mucha cautela", afirman, y piden a Bancalero que aclare "si a finales de 2025 el centro estará plenamente dotado para empezar a trabajar en él o es solo la fecha en que la construcción habrá terminado".
La delegada de Sanidad en CC. OO. en Alcañiz, Ana Isabel Lasmarías, no duda de que el nuevo hospital de la ciudad estará en servicio en verano de 2025, pero expresa su preocupación por la falta de médicos, que, a su juicio, podría complicar la puesta en marcha de la nueva Unidad de Cuidados Intensivos, un servicio largamente reivindicado por la población.
