El desescombro del edificio que se hundió en Teruel incluirá sondeos de 12 metros para investigar el terreno

El desescombro de la finca que se derrumbó en la calle San Francisco de Teruel el pasado 13 de junio se acompasará con la construcción de un muro de contención ante las dudas que ofrece la estabilidad de la calzada contigua al solar en el que se amontonan los restos del edificio de 21 pisos que colapsó sin causar, afortunadamente, daños personales. 

El informe sobre el desescombro elaborado por la empresa Intemac por encargo del Consorcio de Seguros contempla también la realización de tres sondeos para determinar las condiciones geotécnicas de la cimentación del inmueble así como del terreno donde se apoya. Alcanzarán una profundidad media de 12 metros. Una cuarta perforación, de cinco metros, pretende determinar la estabilidad del muro de sillería que soporta la calle, cuyo grado de fiabilidad se desconoce.

Intemac señala que se llevarán a cabo tres sondeos verticales para determinar las características de los cimientos del número 21 y «del terreno de apoyo». El cuarto sondeo será inclinado para atravesar el actual muro de contención, su cimentación y el suelo donde se asienta.

La probable sustitución del muro de contención

El informe de Intemac, que ha sido entregado a las partes afectadas por el derrumbamiento –los vecinos del número 21 que perdieron sus casas, los de los bloques contiguos, el Ayuntamiento y las aseguradoras–, señala que en la zona posterior al muro de sillería que sustenta la calzada –cuyo grosor es, como máximo, de un metro– "existen rellenos de baja compacidad y alto contenido en humedad".

Ante las dudas suscitadas sobre su resistencia, considera "probable" que sea "necesaria la sustitución" del muro de contención. Plantea construir, "en paralelo a la realización de los trabajos de desescombro", una «pantalla de pilotes» en la parte interior de la actual pared de sillar. Esta solución facilitará, según Intemac, la retirada de escombros del solar y la investigación de las causas del hundimiento. Como medida de precaución, propone mantener una acumulación de cascotes junto al muro.

Intemac, que prevé entregar el proyecto de desescombro en los próximos días, explica en su informe que la retirada de los escombros se efectuará por «capas», de forma que cada una corresponda a una de las cinco plantas más dos sótanos del edificio desaparecido.

Muestras de pilares para ensayos

Los técnicos de Intemac recogerán en cada capa restos de estructuras del inmueble para su "caracterización completa" y poder conocer así las causas del derrumbe. El informe, elaborado a partir de visitas realizadas a los escombros y a la toma de datos a partir de restos superficiales, puntualiza que 20 tramos de pilar se almacenarán para ser sometidos a ensayos que ayuden a conocer las condiciones estructurales de la edificación. 

El objetivo es "determinar las características básicas de las vigas y forjados" y "especialmente del hormigón de los soportes". La investigación, que también cuantificará las cargas que soportaban los forjados, pretende averiguar "la posible existencia de defectos que pudieran haber influido en el siniestro".

Intemac, especializada en investigar accidentes en la construcción, señala que el desescombro se podrá efectuar desde la calle San Francisco o desde la parcela existente al pie del edificio derrumbado, propiedad de Enconsa. Durante la recogida de los escombros, los vecinos del inmueble derrumbado podrán supervisar la operación en busca de pertenencias u objetos que puedan recuperar.

La asociación de damnificados reclama que el proceso de desescombro busque pruebas que ayuden a determinar las causas del hundimiento, propiciado, según los vecinos, por las copiosas filtraciones de agua que los sótanos registraban desde hacía días. Los desalojados permanecen reubicados desde el derrumbe en viviendas alquiladas por el Ayuntamiento o cedidas por la Diputación Provincial de Teruel.