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Los ensogados de Teruel, sin apenas incidentes y con un gran éxito de público

Los servicios sanitarios solo tuvieron que atender algunas caídas y golpes en el acto más tradicional de la Vaquilla

Fiestas del angel toro ensogado 10 07 2023 Foto Javier Escriche[[[FOTOGRAFOS]]]
Un toro ensogado inicia una carrera en la plaza del Torico en el festejo de este lunes, que ha reunido a cientos de corredores.
Javier Escriche

La suelta de toros ensogados por las calles del Centro Histórico de Teruel se ha saldado este lunes con un gran éxito de público y sin apenas incidentes. Durante las más de tres horas que ha durado la exhibición taurina y pese al calor que ha reinado a lo largo de toda la tarde, la zona del Tozal, la plaza del Torico y todo su entorno han estado a rebosar de gente. Pocos han querido perderse el acto más tradicional de las fiestas de la Vaquilla, cuya llegada anuncia el final de las celebraciones.

Los servicios sanitarios han atendido solo algunas caídas y golpes que no han revestido gravedad. Una mujer ha sufrido una contusión al caer al suelo por la embestida de un toro en la zona conocida como ‘Las cuatro esquinas’. Un hombre de 75 años se ha hecho una herida en la ceja que necesitó de varios puntos de sutura, mientras que otro hombre de mediana edad se ha lesionado en el hombro y ha sido derivado al hospital Obispo Polanco. A ellos hay que sumar un señor de 65 años que resbaló y cayó, lo que le produjo, unido al intenso calor, un bajón de tensión del que, no obstante, se recuperó pronto. Salvo en el caso de la mujer, el resto de las incidencias se han producido por la avalancha de gente que se crea cuando el toro empieza a correr.

Fiestas del angel toro ensogado 10 07 2023 Foto Javier Escriche[[[FOTOGRAFOS]]]
Los vaquilleros han disfrutado con los toros ensogados.
Javier Escriche

Emoción y riesgo

Los astados, cuatro en total, de la ganadería de Teodoro Adell de Castellote, han llenado de emoción y riesgo el centro urbano de Teruel, convertido para la ocasión en un coso taurino. Con un peso que oscilaba entre los 450 y los 500 kilos, cada uno de los toros logró protagonizar rápidas carreras que los miembros de la Soga y la Baga, encargados de guiar al toro con cuerdas, han sabido controlar para evitar cogidas o revolcones entre el público.

Cientos de corredores acompañaban todo el tiempo a los toros y a los sogueros. Los astados salieron uno a uno de los Corrales de la Nevera, en la Ronda de Dámaso Torán, y ya en este punto el gentío que rodeaba a los animales era tan grande que a pie de calle resultaba muy difícil distinguir al toro. La nutrida comitiva se dirigía después hacia la zona del Tozal, donde cada astado, amarrado con cuerdas, recorrió la calle en medio de un intenso griterío.

"Se trata de sentir cerca al toro y de correr con el resto del grupo de corredores; el objetivo no es tocar los cuernos del animal", manifestaba José Luis Martín, con más de 30 años de experiencia a sus espaldas. Según explicó, en los ensogados turolenses "es más fácil sufrir un accidente por haber tropezado con la gente que por una cogida del toro".

Gran parte del público ha visto los ensogados a cierta distancia, desde las zonas porticadas de la Plaza del Torico, que ofrecen una falsa seguridad, pues si el astado entra allí y rodea alguna de las columnas, los sogueros no tienen mucho margen de maniobra para controlar al animal mediante la cuerda.

"Nos gusta verlo de lejos"

"A nosotras nos gusta participar en este acto, pero de lejos; no hace falta estar junto al toro para liberar adrenalina", opinaban dos amigas de 19 años, Sandra Sarrias y María Gómez, apostadas al inicio de la calle Nueva. A su lado, dos jóvenes, Miguel del Amo y Germán López, explicaban que no se pierden ningún año los ensogados "por la emoción que se vive".

Fiestas del angel toro ensogado 10 07 2023 Foto Javier Escriche_2[[[FOTOGRAFOS]]]
Varios vaquilleros tientan al toro para hacer que corra.
Javier Escriche

A sus 70 años, Michel Ibáñez, experto corredor, también sigue fiel a la tradición de los ensogados, si bien confiesa que ahora los ve "desde la barrera", o lo que es lo mismo, en un extremo de la plaza del Torico. "Creo que no he perdido los reflejos, pero la edad me obliga a ser prudente y prefiero no arriesgarme demasiado", comentó. Este vaquillero criticó que familias con niños pequeños y hasta mujeres embarazadas estén presentes en la suelta de los ensogados. "Es un acto peligroso y debería tenerlo en cuenta todo el mundo", se quejó.

Los cuatro toros dieron mucho juego y los vaquilleros aplaudieron la agilidad de los animales. Para evitar que se agotaran por el calor, los astados eran retirados a los pocos minutos y volvían a salir cuando ya habían descansado. Uno de ellos fue incorporado en el último momento para sustituir a otro que en el traslado a pie de madrugada desde la plaza de toros a los Corrales de la Nevera no caminaba y hubo que llevarlo en un cajón con ruedas.

Tras los ensogados, el Ayuntamiento ha instalado una gran traca de balcón a balcón por todo el Centro Histórico que, al arder, pondrá fin este lunes a los tres días de Vaquilla. Patricia Nacher, de la peña Los Bohemios, será la encargada de trepar hasta el Torico, quitarle el pañuelo y devolvérselo a la alcaldesa, Emma Buj.

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