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Los 60 voluntarios del puesto de socorro de Cruz Roja, los ángeles de la guarda de la Vaquilla

El operativo de la oenegé ha atendido a 339 personas en las primeras dos jornadas de las fiestas patronales de Teruel.

Fernando Alarcón, el el puesto de mando de la base montada para atender las urgencias de la Vaquilla.
Fernando Alarcón, el el puesto de mando de la base montada para atender las urgencias de la Vaquilla.
Javier Escriche

“La gente, en la Vaquilla de Teruel, nos respeta mucho a los de Cruz Roja. Lo dice, Fernando Alarcón, uno de los coordinadores del puesto de socorro que la oenegé tiene montado en la ronda de Ambeles para atender urgencias a pie de calle y dentro del escenario festivo. Este puesto avanzado ha atendido durante los dos primeros días festivos a 339 personas, la gran mayoría de ellas por traumatismos e intoxicaciones etílicas, pero también ha habido heridas, agresiones y un herido por asta de toro, y todavía queda por delante la última jornada festiva, este lunes.

El operativo desplegado, íntegramente gestionado por voluntarios, ha incluido a 60 personas con seis ambulancias de soporte vital básico. Estos ángeles de la guarda de carne y hueso han llegado desde provincias cercanas, como Zaragoza, Castellón y Valencia, pero también desde lugares tan alejados como Asturias, La Rioja o Sevilla para prestar servicio durante las 24 horas del día y a costa de sus días libres en el trabajo o de dar un bocado a las vacaciones.

Alarcón señala que trabajar en una ciudad con las calles atestadas de público que está de fiesta y disfrutando de verbenas y charangas obliga a “trabajar con estrés y bajo presión” porque resulta difícil acceder a los lugares donde hacen falta las ambulancias y también realizar las evacuaciones. Pero matiza que el público turolense es muy colaborador y “responde muy bien”. “A veces parece imposible pasar por un lugar atestado de público, pero enseguida nos abren pasillo y si alguien molesta siempre hay otros que le apartan de nuestro camino”, cuenta el coordinador, que lleva ocho años colaborando en el operativo vaquillero.

"Nos hacen el Moisés"

Uno de los voluntarios veteranos es el zaragozano Juan Luis Tripiana, que remacha que la “colaboración ciudadana que se ve en la Vaquilla no se ve en ningún otro sitio”. Y sabe de lo que habla porque participa en el despliegue de Cruz Roja con motivo de fiestas en Pamplona, Valencia y Zaragoza. Llama a la respuesta del público turolense “hacer un Moisés”, porque, ante la llegada de la ambulancia, la multitud se separa para dejar paso al vehículo de emergencias.

También considera único el homenaje de despedida que, cada año, hacen los peñistas al acabar el operativo en la madrugada del martes siguiente a la Vaquilla. Relata como la caravana de los vehículos que se retiran de la ronda de Ambeles es saludada con aplausos por los peñistas, que les hacen un pasillo mientras apuran los últimos momentos de la fiesta. “No pasa en ningún otro sitio”, concluye Tripiana.

Los turnos de presencia en el puesto de socorro son de 12 horas. Fernando Alcón se dispone este lunes a entregar el testigo. Explica que si no estuviera en el puesto seguiría como socio de la pena El Chasco, a la que perteneció durante 20 años, y disfrutaría de la fiesta como el resto de los turolenses. Pero reconoce que participar en el operativo solidario de Cruz Roja “engancha”.

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