Restaurar el Torico original costará un mes y medio y la obra podrá estar al aire libre

El Museo Provincial finaliza su propuesta de intervención en el monumento más emblemático de Teruel tras los daños que sufrió la escultura al caer de su pedestal.

La restauradora Pilar Punter, ayer en el Museo Provincial de Teruel junto al Torico accidentado.
La restauradora Pilar Punter, ayer en el Museo Provincial de Teruel junto al Torico accidentado.
M. A. M.

El Museo Provincial de Teruel ha finalizado su propuesta para restaurar el Torico original, después de que en junio del año pasado la escultura más emblemática de la capital turolense cayera accidentalmente de su pedestal rompiéndose en pedazos, algunos de los cuales se han perdido. Desde entonces, la obra está a la espera de una intervención y en la céntrica plaza que lleva su nombre luce una copia realizada en bronce.

El informe concluye que para que el famoso astado pueda volver a estar de pie habrá que unir los nueve fragmentos en que quedó despedazado y asimismo reconstruir y añadir a ellos las partes que faltan. Tras un proceso de limpieza, habrá que proteger la escultura para evitar el riesgo de corrosión que existe en algunos puntos, como ocurre entre las patas y en la plataforma donde se apoya.

Así lo explicó ayer la restauradora del Museo Provincial, Pilar Punter, quien considera que los trabajos de recuperación no precisarán para su desarrollo más de un mes y medio, a lo sumo dos meses, y que tras ellos el Torico podrá estar a la intemperie, como estuvo siempre. La experta subraya que, tras el tratamiento, habrá que elaborar una propuesta de mantenimiento y usos posteriores, si bien, sean cuales sean las recomendaciones, "deberá contemplarse siempre el respeto a la obra".

Por todos es sabido que cada mes de julio los peñistas trepan por la columna del Torico para poner al astado un pañuelo rojo como señal de comienzo de las fiestas de la Vaquilla. "Creo que hay que plantearse los usos y cómo interactuar con la obra -remarca Punter-, porque una pieza restaurada ya no es la misma y hay que evitar riesgos".

Una inversión de 10.000 euros

El coste de la restauración ronda los 10.000 euros. La cuantía incluye la retribución de los técnicos, el precio de los materiales, el posible traslado de la pieza al lugar donde deba ser intervenida y el pago de una póliza de seguros. El museo ha elaborado la propuesta de intervención, pero ahora será el área de Patrimonio de la DGA junto con el Ayuntamiento de Teruel -propietario del Torico- quienes decidan quién se hace cargo del tratamiento. Estos trámites institucionales podrían demorar el inicio de la reconstrucción del Torico. El paso siguiente será resolver la ubicación de la obra, es decir, si regresa a su pedestal desplazando a la réplica en bronce o se queda en un museo.

El estudio de la escultura llevado a cabo por el Museo Provincial tras estrellarse la obra contra el suelo durante el desmontaje de la decoración callejera con motivo de un congreso sobre el toro de cuerda demostró que el Torico accidentado data de 1855 y que no fue cambiado fraudulentamente durante la Guerra Civil. Tras el siniestro, surgieron sombras sobre la autenticidad de la pieza, pero el cruce de datos históricos y la documentación existente, en la que no aparece ni una sola mención a que el Torico haya sido cambiado o a la fabricación de un nuevo ejemplar, permiten al Museo afirmar que la escultura que se rompió es la misma que se colocó en la plaza a mediados del siglo XIX.

Una cicatriz reveladora

Por si todavía quedan dudas sobre la legitimidad de la pieza, la restauradora Pilar Punter revela un nuevo dato. Fotografías publicadas por este mismo periódico en 1938 muestran que al Torico -desmontado de su pedestal durante la Guerra Civil- se le rompió uno de sus cuernos. Nuevas imágenes tomadas por Punter en 1994 prueban que en ese año la escultura tenía una cicatriz en el mismo asta fruto de la reparación de aquella rotura. Cuando el 19 de junio de 2022 el Torico se desplomó, ese cuerno volvió a partirse por el mismo punto.

La restauradora resalta que el Torico es un bien de interés cultural con un gran valor simbólico para los turolenses y debe tener un tratamiento acorde con su categoría. No obstante, considera que tan auténtico es el que data de 1885 como la réplica en bronce que se colocó apresuradamente el año pasado en vísperas de la Vaquilla para que los peñistas pudieran cumplir con la tradición de dar inicio a la fiesta grande de la ciudad. Esta copia se realizó en el taller de una empresa zaragozana y costó 40.000 euros.

"El Torico está en el corazón de los turolenses y nos representa a todos, sea el que sea, más nuevo o más viejo", afirma. Punter insiste en que, tanto el original como su copia "hay que tratarlos bien".

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